Tlahui-Medic. No. 25, I/2008


Usos medicinales de Cannabis sativa L.

Minerva Villamil Conde; y Sharon Reina Victoria Benítez Palomino

Medicina Tradicional. Escuela de Enfermería
Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Convenio académico con  Tlahui-Educa

MARIHUANA

Nombre científico: Cannabis sativa L.
Nombres vulgares: marihuana, mota, bhang, canapa (it.), cannabis (lat.), cañamo, chanvre (fr.), charas, conopli (ruso), dagga, ganja, hachis, hanf (alem.), hemp (ing.), kif, ta ma.
Familia: Cannabáceas
Hábitat: Zonas templado cálidas de Asia, India, América y África.
Componentes: canabínea, aceite esencial, resina, y colina.
Partes activas: toda la planta (flores, tallos resinosos, hojas, semillas y secreciones de la planta).

El cannabis ha sido utilizado profusamente desde la antigüedad en continentes como Asia y África para combatir diversos males, si bien su valor comercial y terapéutico no fue reconocido y utilizado en los Estados Unidos hasta principios del siglo XX. Tras su prohibición en 1937, actualmente se debate la legalización debido a sus posibles usos medicinales. En la India el consumo de cannabis tiene significado religioso. En Tebas se hacía una bebida de la planta cuyos efectos son semejantes al del opio. Los escitas echaban semillas y hojas de marihuana sobre piedras calientes en los baños de vapor para producir humo intoxicante. En el siglo XIII, en Asia Menor, los criminales organizados recompensaban a sus amigos con hachis, y fueron conocidos como hashishins (origen de "asesinos").

FITOQUÍMICA Y FARMACOLOGÍA

Los principios psicoactivos -ingredientes canabinólicos- se encuentran en grandes concentraciones en la resina que se produce abundantemente en los pistilos. La planta produce sobre todo ácidos canabinólicos, antecedentes de los tetrahidrocanabinoles e ingredientes emparentados, como el canabinol y el canabidiol. Los principales efectos se atribuyen al -3,4 transtetrahidrocanabinol. El efecto principal es la euforia. Aparte de afectar el sistema nervioso central, la acción de la droga parece ser secundaria; esta acción consiste en acelerar el pulso y elevar la presión sanguínea, temblor, vértigos, dificultad de la coordinación muscular, aumento de la sensibilidad táctil y dilatación pupilar. No causa hábito, pero si dependencia psicológica.

Dónde se concentra el tetrahidrocanabinol (TCH) sigue un orden decreciente: resina, flores y hojas. Prácticamente no se encuentra droga en el tallo, raíces o semillas.

Efectos físicos agudos del consumo de cannabis

La marihuana, entre otras plantas que son alucinógenos, deben clasificarse como tóxicos, ya que sin duda alguna provocan intoxicaciones; los alucinógenos, hablando en términos generales, son todos narcóticos, aunque no se conoce ninguno que cause adicción; a nivel popular el término narcótico se interpreta en relación a peligrosos agentes que causan adicción (como el opio y sus derivados). En Estados Unidos de Norteamérica una sustancia para que sea conocida como narcótico legalmente debe estar registrada en el Acta de Narcóticos Harrison, dentro del cual la sustancia de la marihuana es legal si su producción y consumo están vigilados.

La marihuana actúa sobre el hipotálamo; este punto es el centro neurálgico que segrega hormonas a la hipófisis y controla el apetito.

Sensaciones físicas:
Pérdida parcial de la sensación de tiempo.
Relax y tranquilidad.
Relaja y desinhibe.
Disminución de la ansiedad.
Aumento leve de la libido.
Desinhibición.

EFECTOS

Son de rápida aparición, varían según la dosis, el tipo de cannabis, el estado de ánimo del individuo, sus expectativas, etc. Inicialmente, a dosis bajas, produce sensaciones placenteras de calma y bienestar, euforia, risa fácil, desinhibición, locuacidad y alteraciones de la percepción temporal y/o sensorial. Los ojos se pueden enrojecer, la boca se seca y hay dificultades de coordinación y en procesos mentales complejos. A ello le sigue una segunda fase de aumento del apetito, depresión y somnolencia.

A dosis elevadas puede provocar confusión, letargo, percepción alterada de la realidad y, de manera más inusual, estados de ansiedad y pánico.

En el cerebro, el TCH activa neuroreceptores del tipo de la dopamina que ponen en marcha en el sistema límbico respuestas cerebrales de las consideradas de "recompensa" (alucinaciones).

Hay muchos tipos de alucinaciones: la más común y corriente es la visual, que se da en colores; sin embargo todos los sentidos pueden sufrir alucinaciones, ya sea auditivas, olfativas y gustativas. Los alucinógenos (marihuana) pueden causar psicosis artificial, punto del cual se dio origen al término para nombrar esta clase de agentes activos: psicotomiméticos, (que provoca estados psicóticos).
Estudio realizados demuestra que el término alucinógenos es una palabra que no alcanza cubrir todas las reacciones desencadenantes como son: enteógenos, eidéticos, alucinógenos, misticomiméticos, psicógenos, psicodislépticos, psicotaráxicos, psicotógenos, psicotomiméticos, esquizofrénicos, etc.

USOS MEDICINALES

Los datos que apoyan el uso terapéutico del cannabis son anecdóticos. Aunque los especialistas insisten en la necesidad de estudios controlados, será poco probable que en el futuro esas investigaciones acaben llevándose a cabo.

Glaucoma. La marihuana reduce la presión intraocular, aliviando el dolor y frenando el proceso degenerativo. El glaucoma supone una razón muy importante de ceguera.

Cáncer. El cannabis alivia las náuseas, vómitos y pérdida de apetito provocados por el tratamiento con quimioterapia a los enfermos de cáncer.

Sida. La marihuana ayuda a superar las náuseas, vómitos y pérdida de apetitos provocados por esta enfermedad y su tratamiento con AZT y otras sustancias.

Dolor crónico. El cannabis ayuda a reducir dolores y molestias causadas por múltiples patologías.

Epilepsia. La marihuana previene ataques epilépticos en algunos pacientes.

Esclerosis múltiple. Estudios clínicos han probado las propiedades analgésicas de los derivados del cannabis. Entre las posibles indicaciones están el dolor neurológico de la esclerosis múltiple, el originado tras causar daño al plexo braquial, en la infección por VIH, la artritis reumatoidea, el cáncer, el dolor de cabeza, la dismenorrea, la inflamación crónica intestinal y las neuralgias.

Anorexia. Se ha observado una estimulación del apetito como efecto del THC cuando se ha administrado en forma fraccionada una dosis total de 5 mg. al día. Cuando es necesario, la dosis diaria se puede incrementar hasta 20 mg.

Epilepsia. El uso en la epilepsia es también otras de las indicaciones terapéuticas clásicas del cannabis, los experimentos con animales han evidenciado el efecto antiepiléptico de algunos cannabinoides, y la actividad anticonvulsionante de la fenitoína y del diacepam se ven potenciados con el THC. Según unos pocos casos recogidos a lo largo del siglo 20, mediante el uso del cannabis, algunos epilépticos han sido capaces de controlar totalmente los síntomas. El cannabis puede ocasionalmente precipitar convulsiones.

Asma. Los experimentos sobre los efectos anti-asmáticos del THC o del cannabis datan principalmente de los setenta y son todos estudios rigurosos. Los efectos de un cigarro de cannabis (2% de THC) o de THC oral (15 mg) respectivamente, corresponden aproximadamente con el beneficio que se obtiene con la dosis terapéutica de un broncodilatador habitual (salbutamol, isoprenalina)(1,3).

RECETAS

Los métodos de consumo de cannabis varían. En el Nuevo Mundo se fuman las hojas y espigas florecidas de la marihuana secas y molidas; a menudo se mezclan con tabaco en la elaboración de cigarrillos.

Se obtiene el aceite del fruto que tiene propiedades de hacer que se les retire la secreción láctea a las nodrizas después de calentarlo ligeramente, se aplica sobre los pechos en lociones abundantes, renovados dos a tres días, recubriéndolos con algodón después de cada loción.
La emulsión preparada mezclando medio litro de agua hervida con treinta gramos de simientes de cáñamo molidas, tomándose un vaso cada día es muy eficiente en gonorrea y afecciones renales en general.
Las hojas sirven para preparar un infusión recomendada para el Herpes y el reumatismo crónico; aumenta todas las secreciones y de modo especial la orina y el sudor.
Dichas hojas machacadas constituyen un excelente cataplasma madurativo para los abscesos y forúnculos.
La semilla se emplea para calambres, tétano, tristeza, cólicos, constipación, endurecimiento del hígado, males del estomago, en casos de impotencia, esterilidad, aborto, gonorrea, asma, tuberculosis pulmonar. Se toman de una a dos gotas del extracto que se saca de los vástagos florecidos, tallos y hojas.
La corteza de la raíz provista de un sabor áspero, debido principalmente a la presencia del tanino, se emplea fresca, en cocimiento, a razón de treinta gramos en un litro de agua, o seca a razón de quince gramos, para cortar los accesos de fiebre en los palúdicos.

RIESGOS

Como riesgo principal señalamos el, aún muy discutido, "síndrome amotivacional", caracterizado por apatía y pérdida o disminución del interés en el individuo, unido a una frecuente disminución en la capacidad de concentración y de memorización, especialmente en consumidores diarios de esta sustancia.

Los principales riesgos del cannabis están asociados a los efectos perjudiciales que podría llegar a generar en el sistema respiratorio cuando es fumada. El humo de la marihuana puede llegar a producir bronquitis crónica, enfisema pulmonar y cáncer de pulmón.

Debemos de tener en cuenta además que para experimentar al máximo los efectos de esta sustancia los consumidores inhalan profundamente el humo, lo retienen al máximo en los pulmones y no usan filtro. Por otra parte, el consumo asociado de tabaco puede incrementar las probabilidades de que se de alguna disfunción de este tipo en el sistema respiratorio.

En cuanto al sistema circulatorio, el consumo de cannabis provoca de manera casi inmediata taquicardia, por lo cual las personas que padecen insuficiencia cardiaca o hipertensión (presión arterial alta) podrían ver empeorados sus síntomas.

Por otra parte, la acumulación de THC en el cerebro puede provocar alguno de estos efectos:

Puede entorpecer la memoria, sobre todo, la memoria a corto plazo, lo cual dificulta la retención de los sucesos que se han vivido bajo los efectos de la sustancia.
Puede alterar la capacidad de concentración.
En caso de ser consumida con alcohol, esta combinación puede dar lugar a lipotimias (mareos o desmayos) como consecuencia de la acción vasodilatadora del alcohol y el aumento en el consumo cerebral de oxígeno que provoca el THC. El cerebro necesita más oxígeno de lo habitual y dispone de una cantidad menor del mismo.
Podría además generar ciertos problemas psiquiátricos en aquellos usuarios crónicos con una condición esquizofrénica pre-existente.

La estructura química del cannabis es muy compleja y no se conocen aún las secuelas producidas por todos sus componentes. Sí se puede afirmar que el humo de esta planta es más perjudicial para el pulmón humano que el del propio tabaco, pudiendo producir enfermedades en las vías respiratorias (bronquitis, faringitis, y cáncer). Puede causar alteraciones en los sistemas reproductores -masculino y femenino- e inmunológico.

Hay datos que indican que en hombres jóvenes con un consumo regular se puede producir un retraso en el inicio de la pubertad, en mujeres en condiciones semejantes se podría interrumpir el ciclo menstrual o producir problemas en la ovulación (son datos que se deben entender siempre en términos de probabilidad).(2)

Efectos en el embarazo

Cualquier sustancia de la que se abuse puede afectar la salud de la madre durante el embarazo ya que este es un período en el que ella debe cuidarse con especial atención. El abuso de sustancias puede interferir con una nutrición y descanso adecuados, pudiendo afectar al buen funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos estudios han encontrado que los bebés de madres que usaron marihuana durante el embarazo tienden a ser más pequeños que los de las embarazadas que no utilizaron la droga. En general, los bebés de menor tamaño tienden a desarrollar problemas de salud. La madre lactante que consume marihuana pasa parte del TCH a su bebé a través de la leche materna. Las investigaciones han encontrado que el uso de la marihuana por parte de la madre durante el primer mes de lactancia puede impedir el desarrollo motor (control del movimiento de los músculos) del bebé.

BIBLIOGRAFÍA

1. http://www.botanical-online.com/alcaloidescannabisindica.htm
2. http://www.elmundo.es/salud/Snumeros/97/S240/S240farmacologia1.html
3. http://actualidad.terra.es/articulo/html/av21027788.htm
4. Manfred, Leo. Siete mil recetas botánicas a base de mil trescientas plantas medicinales. KIER, Buenos Aires, Argentina, 1959, pp: 158-160.
5. Evans Schultes, Richard; y Hofmann, Albert. Plantas de los dioses. Fondo de Cultura Económica, México, 1993.
6. http://www.d-lamente.org/sustancias/marihuana.htm
7. http://www.saludalia.com/Saludalia/web_saludalia/vivir_sano/doc/alcohol_y_drogas/doc/cannabis.htm.



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