Tlahui-Medic. No. 28, II/2009


Uso popular de la tintura de ajo (Allium sativum), según el Sr. Luis Flores de Cuernavaca, Morelos, México

Estudiante: Magdalena Ibarra Ruíz
Cuernavaca, Morelos, México, 21 de Abril del 2009

Medicina Tradicional. Escuela de Enfermería
Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Convenio académico con  Tlahui-Educa


INTRODUCCIÓN

Este trabajo fue realizado con la intención e inquietud de conocer las propiedades curativas que tiene el ajo, ya que se le he dado más importancia como ingrediente del arte culinario; pero en mi investigación y entrevista realizada, me di cuenta de la importancia y los beneficios que tiene esta planta, y que no sólo se emplea como tratamientos, obviamente porque ya hay estudios realizados de forma segura, sino que también ayuda para la prevención, para la cura y el tratamiento de algunas enfermedades.

Es importante destacar que el título original de mi tesina era del de "tintura de ajo"; por recomendación que me dio mi propio entrevistador, ya que para él ese era el titulo adecuado que debería tener. Por las características que lleva su preparación, vendría siendo una "alcoholada de ajo", porque lleva alcohol 100% puro de caña. Pero basándome en la investigación y entrevista realizada al señor Luis, me dijo que no quería que omitiera ningún dato con respecto a lo que él me informara, ya que para él no se llama alcoholada sino "tintura de ajo".

Es importante señalar que casi toda la información presentada en este trabajo, me la facilitó el señor Luis, ya que es información que él ha obtenido principalmente de libros, recortes e incluso de internet. Aunque también yo realicé mis propias investigaciones en libros virtuales y en páginas de información del internet, pero leía, analizaba y redactaba dicha información.

BREVE MONOGRAFÍA DEL AJO

Nombre común: Ajo
Nombre botánico: Allium sativum L.
ITIS-TSN: 42652
Familia: Liliaceae



Dientes de ajo (Allium sativum L.).
Foto: Magdalena Ibarra Ruíz, 2009.

Algunas notas históricas

Algunas de las propiedades curativas del ajo se conocen desde hace mas de 3000 a.C. Los estudios antiguos han demostrado que el ajo proviene del oeste de Asía y de China, de Europa y del Mediterráneo. Fue apreciado como conservador de carne, también como un excelente aditamento para las comidas. Así fue como se empezaron los estudios hacia los poderes curativos que tenía esta planta.

En el año 400 a.C. fue cuando reconocían sus poderes curativos. La historia cuenta que el ajo fue causante de la primera huelga entre los egipcios, ya que ellos descubrieron las propiedades curativas que tenia esta planta y que además les daba una mayor fuerza y desempeño físico al trabajar; hubo un desabasto en la producción del ajo, y fue por eso que se pusieron en huelga. Cabe destacar que Egipto fue el que transformó la producción de dicha planta, y además ahí mismo tomaron importancia sus propiedades curativas.

Se encontraron 6 cabezas de ajos en la tumba del faraón Tutankhamón. En el libro de la Odisea de Homero, Ulises encontró en el ajo las fuerzas para protegerse de la magia de Circe. Hipócrates lo recomendaba para infecciones, heridas, cáncer, lepra y para problemas digestivos. Los romanos tenían una gran discriminación hacia los hebreos, ya que ellos condimentaban sus alimentos, y les provoca mal aliento.

Durante la edad media lo utilizaban en el arte culinario, al igual que para remedios caseros. A finales del siglo XV, los españoles introdujeron el ajo al continente americano. Durante el siglo XVII hubo claros ataques contra el ajo, ya que los que lo comían tenían un aliento ofensivo. En el año de 1876, el escritor Bram Stroker dirigió la obra teatral "Drácula", en donde ponía ajos en la ventana de la heroína y así el conde chupasangre no podía pasar. [1]

Ya en el siglo XVII, Luis Pasteur le da una investigación científica y descubre que el ajo tiene propiedades antibióticas. En el siglo XX, empezaron las investigaciones químicas, ya que anteriormente sólo eran tratamientos empíricos, entonces se descubren sus propiedades químicas; azufre y alicina. Es lo que le da el olor característico al ajo. En todo el mundo, por siglos se ha creído que el ajo protege de la mala fortuna y del mal de ojo.

Características botánicas y hábitat

Las hojas son planas y delgadas, de hasta 30 centímetros de longitud. Las raíces alcanzan fácilmente profundidades de 50 centímetros o más. El bulbo, es de piel blanca, forma una cabeza que se divide en gajos comúnmente llamados dientes. Cada cabeza puede contener de 6 a 12 dientes, cada uno de los cuales se encuentra envuelto en una delgada película de color blanco o rojizo. Cada uno de los dientes puede dar origen a una nueva planta de ajo, ya que poseen una yema terminal que es capaz de germinar incluso sin necesidad de plantarse previamente. Tiene flores blancas, y en algunas especies el tallo también produce pequeños bulbos.



Bulbos de ajo (Allium sativum L.).
Foto: Magdalena Ibarra Ruíz, 2009.

Se conoce desde tiempos remotos, habiéndose utilizado por la mayoría de las culturas, desde los antiguos egipcios, romanos, griegos hasta la misma India. Su origen se ubica en Asía central.

Fitoquímica

Aminoácidos: ácido glutamínico, argenina, ácido aspártico, leucina, lisina, valina, etc. Minerales: principalmente el manganeso, potasio, fósforo, calcio, y en cantidades menores magnesio, selenio, hierro, sodio, zinc y cobre. Vitaminas: A, B1, B2, B6, C, ácido fólico, pantoténico y niacina. Aceite esencial con muchos componentes sulfurosos: disolfuro de alilo, trisolfuro de alilo, tetrasolfuro de alilo. Aliína que, mediante la enzima alinasa, se convierte en alicina. Ajoeno, producido por condensación de la alicina. Quercetina. Azúcares: fructuosa y glucosa.

Propiedades curativas y usos medicinales

Excelente para combatir la debilidad orgánica, emoliente, antiinflamatorio, diurético, depurativo, fungicida, antibiótico, antiséptico general, antiparasitario, mejora el sistema inmune, efectos bacteriostáticos, propiedades antioxidantes, antiviral, antihelmíntico, renueva todo el sistema interno: normaliza en metabolismo en general.

Facilita la circulación: nerviosidad, cefalea, vértigo, cansancio, depura la sangre, alivia las sensaciones desagradables asociadas al endurecimiento de las arterias, disminuye el colesterol, ayuda a disminuir y aliviar el dolor en las piernas causado por la arterioesclerosis, incrementa ligeramente el nivel de serotonina en el cerebro ayudando a combatir el estrés y la depresión. Tiene propiedades anticoagulantes. Reduce los niveles de azúcar en sangre, ayuda a eliminar plomo y otros metales pesados tóxicos del organismo. Tiene una acción benefactora para el tratamiento del SIDA. Tiene propiedades antitrombóticas, fluidifica la circulación sanguínea, ayuda para prevenir o incluso como tratamiento en enfermedades circulatorias tales como la arteriosclerosis, hipertensión, colesterol, infarto de miocardio, angina de pecho y también para las hemorroides. Útil para tratar la esclerosis cerebral. Ayuda a incrementar el nivel de insulina en el cuerpo, reduciendo así los niveles de azúcar en la sangre. Dicen que cura la isquemia y el reumatismo.

Corrige el estreñimiento, normaliza los humores digestivos, expulsa gases intestinales, limpia los intestinos, ayuda a putrefacciones intestinales, diarrea, favorece la digestión, tiene efecto positivo en el tratamiento de la úlcera péptica. Calma dolores del pulmón, ayuda a la expectoración; ayuda como tratamiento a la tuberculosis, neumonía, bronconeumonía, catarros, bronquitis, congestión pulmonar, pleuritis, tos sanguinolenta, tos ferina, resfriado común, otitis media, para reacciones alérgicas producidas por el polen. Diurético: favorece la eliminación de líquidos corporales, siendo muy adecuado en casos de reumatismo, hidropesía, edemas y de vejiga, regulariza y disminuye la azúcar en la orina.

Dicen que tiene acción preservativa del cáncer, para problemas de escorbuto por su alto contenido en vitamina C. Limpia el organismo de las grasas y lo libera de los cálculos depositados. Cura los disturbios de la vista u del oído. Especial para curar el hígado y riñones: para infecciones renales, cistitis. De uso externo: para las picaduras de insectos, para hongos en la piel, llagas, herida, quemaduras, sarna, para las verrugas, tiña, callos, enfermedades en la piel, para el pie de atleta. Cabe destacar que existen muchas más propiedades medicinales del ajo.

ENTREVISTA CON EL SEÑOR LUIS FLORES

El señor Luis es originario de Ocuituco, Morelos. Tiene 59 años de edad, casado, tiene 3 hijos, él es comerciante independiente, sufre de "gota" (acido úrico elevado), lleva tratamiento médico; toma las pastillas de alopurinol de 300 mg, una tableta cada 24 hrs, desde hace más de 25 años fue que le diagnosticaron el acido úrico elevado, y toma la tintura de ajo diariamente desde hace 20 años. Él vive desde hace más de 50 años en Cuernavaca, Morelos.

El origen de esta receta es de forma empírica en sus principios ya que es una receta de su abuela materna, y mención empírica por el hecho de que para él al principio fue una "costumbre" de su abuela, pero con el paso de los años, él ha aprendido e investigado el significado, la importancia y la necesidad de esta tintura. Durante su niñez, él se crió con su abuela materna. Fue ella quien le enseño la preparación y aplicación de la tintura de ajo.

¿Señor Luis desde cuándo empezó a tomar usted la tintura de ajo?

"Pues como ya le mencioné, yo vivía de niño en Ocuituco, y el clima de allá era muy frío, y digo era porque ahora ya no tanto, pero cuando yo era un niño como de 3 años, me enfermaba mucho de la tos, de las anginas, de la garganta y mi abuela me daba la tintura de ajo, y con eso me componía. Desde niño empecé a tomar la tintura. Aunque con el paso de los años, dejé de hacerlo, porque me sentía bien".

¿Y entonces desde cuándo volvió a tomarla de nuevo?

"Cuando mis problemas de gota empeoraron, decidí hacer la receta de mi abuela: la tintura de ajo. Eran tantas mis dolencias que estuve incapacitado por mucho tiempo, tanto que un ahijado mío me decía abuelo, yo era joven, pero usaba un bastón para poder caminar. Las molestias y el dolor no me dejaban hacer mis actividades de manera normal, se me inflamaban las rodillas. Un día fue tan molesto el dolor que me quedé casi paralítico de mis piernas, me arrastraba en el piso de tanta molestia y dolor, fue entonces cuando decidí probar con la tintura, y me apliqué el gabazo en mis rodillas y el dolor desapareció"

¿Y tomaba usted algún medicamento antes de tomar la tintura?

"Sí, fue cuando me diagnosticaron el acido úrico, y tenía que tomar una tableta diaria de alopurinol, me dijo el doctor que debía tomarla de por vida y que también tenía que cuidar mi alimentación".

¿Obedeció usted las indicaciones médicas?

"Al principio sí: me tomaba la pastilla y cuide mis alimentos, pero no me ayudaba mucho. Aun así seguía con las dolencias y la inflamación y no sólo de mis rodillas, sino también de los tobillos, los dedos de los pies y de las manos. Era un dolor insoportable, tanto que no se lo deseo a nadie".

¿Entonces usted mejoró por la tintura?

"Sí. Para mí fue un gran alivio y una bendición haber probado la tintura nuevamente".

¿Cómo prepara la tintura o dígame usted cuál es la receta?

"Un litro y medio de alcohol 100% puro de caña, pero debe de ser de caña, de ningún otro derivado de alcohol, como el de madera o de otros que hay; tiene que ser 100% puro de caña. Hay que seleccionar ajo de rabo no fresco pero la punta del ajo debe ser oreado, casi fresco pues. Se pelan 13 cabezas de ajo grandes, se corta de forma que no esté muy picado ni muy grandes los pedazos, en término medio. Debe de ser en una botella de vidrio de 2 litros, se mezclan los ingredientes. La botella debe de estar a la sombra, que no le pegue el calor ni la luz solar. Y por 45 días se debe de golpear y girar la botella, para que así se impregne bien el ajo. Después de ese tiempo se separa el gabazo del alcohol; y el color de la tintura debe de ser un color ámbar cristalino".

¿Se tira el gabazo o le da alguna utilidad?

"No el gabazo no se tira. Se puede utilizar para untar en dolencias o en heridas. Se conserva si uno quiere ahí en la misma botella".

¿Cómo se toma la tintura, tiene alguna medida exacta para diluirla o cómo la toma?

"En medio vaso de agua se le agregan 25 gotas de la tintura, se toma en ayunas, hay que dejar pasar unos 20 minutos para poder desayunar".

Oiga, pero yo tengo entendido que se le llama tintura a los preparados de alguna planta con agua, pero usted le llama tintura a algo que va preparado con alcohol, es decir, que ¿el preparado qué me dice usted no vendría siendo una alcoholada de ajo?

"No. Siempre se le ha llamado así, desde que mi abuela me lo dio, me dijo que se llama tintura no alcoholada. Usted tendrá sus razones y sus explicaciones, pero a mí así me lo enseñaron". -dijo el Sr. Luis, de una forma grotesca y enojada.

"Está bien señor Luis pero no se enojé, así lo dejaré, como tintura y no alcoholada"-le contesté, recalcándole que así se quedaría en la entrevista y en el titulo de mi tesina.

¿Y cómo se ha sentido, sí ha sentido un cambio en su vida desde qué tomo la tintura de ajo?

"Por supuesto que sí, mi estado de salud ha mejorado muchísimo desde que tomo este remedio. Sinceramente no hago dieta, mas bien no cuido mi forma de comer. Y la combinación que hago de tomarme mi medicamento y la tintura me han ayudado mucho, tanto que no cuido mi alimentación; ya que antes sólo me tomaba las pastillas y cuidaba la alimentación pero no me ayudaban mucho; hasta que combiné las dos cosas no he tenido problemas de estar incapacitado, ni nada por el estilo, no tengo esas dolencias tan insoportables".

¿Tiene usted algunas otras experiencias en la aplicación de la tintura?

"Tengo muchas, le contaré las que más me acuerdo y que sobretodo me han impactado a la hora de utilizarlas".

1.- "Hace más de 13 años tuve un perro de raza corriente que me lo encontré en una cueva abandonado, era un cachorro, se llamaba oso, era un perro chincolo (un perro mocho de la cola), y guzgo como él sólo, pero muy fiel. Siempre al abrir la puerta de la casa, salía como desesperado, era muy callejero, pero muy fiel a su casa. Nunca le faltaba la comida, pero por su misma cuzques era tremendo. Un día en la tarde regreso herido, al parecer lo hirieron como con un machete, le dieron un machetazo en la cabeza. Ya tenía como 4 días herido, y acostado, sin comer, y peor aún ya olía feo, su herida ya estaba infectada. Entre mi impotencia de no poder que hacer, se me ocurrió ponerle la tintura directamente en su herida, sin temor alguno de que le doliera o le ardiera, mi oso se levantó porque obviamente le ardió; pero por la noche, él se levantó a tragar lo que le serví de comer, increíblemente su herida estaba cicatrizando, con el paso de los días comprobé la maravilla de mi tintura, con él comprobé que la tintura era una gran medicina, que ayuda a coagular y a cicatrizar, pero más asombrado aún, porque fue en un animal".

"Con esa gran experiencia comprobé que ayudaría de mucho el poder investigar los poderes curativos que tenía el ajo, y fue así entonces como empezó mi investigación y mi búsqueda por saber más y más de los beneficios del ajo. Y con el paso de los años incrementé mi conocimiento con respecto a esta planta, que algunos la llaman hortaliza, pero para mí es una planta, usted ya vio los documentos que tengo".

¿Oiga pero no creyó en la posibilidad de llevar al veterinario a su perro, o de ponerle algún antibiótico o alguna medicina?

"No se me hizo necesario, ya que a pesar de querer mucho a mi perro, pues yo daba por hecho que se lo merecía por ser tan callejero. No lo tome como alguno inhumano pero creo que era lo justo, y además no tenía ni tiempo ni dinero para hacerlo, así que recurrí a lo que tenía en casa; mi tintura de ajo".

¿Y volvió a probarlo pero ahora en alguna persona, para ver si ayudaba de alguna otra forma?

2.- "Sí, lo probé con mi compadre Jorge. Él llego un día con su familia a mi casa, y yo recientemente me había comprado una moto ya usada, de tipo motoneta, el único inconveniente de esa moto era que se le pegaba el acelerador, y era necesario maniobrar porque se aceleraba mucho. Bueno, entonces mi compadre llegó y me pidió la moto para probarla y aventarse una vuelta por la calle, pero se me olvidó decirle del problema que tenía el acelerador, que arrancara despacio. Y apenas iba metiéndome a mi casa cuando se escuchó que se cayó y que se estrelló contra la pared. Corrí para auxiliarlo, pero mi compadre ya estaba sangrando, se raspó las rodillas, las manos y los antebrazos. Para su mala suerte venía vestido con una bermuda. Me sentí muy apenado porque se me olvidó comentarle del acelerador, tenía mucha vergüenza y más porque me acordé que él es diabético, ˇimagínese! A "regañadizas" se fue con su familia, y yo muy apenado aún".

"Como a los 2 días regresaron a visitarnos. Y no perdí oportunidad para disculparme nuevamente por lo ocurrido, seguía muy apenado y arrepentido por no comentarle del acelerador. Me enseñó sus heridas, y aún no le cicatrizaban, las traía sangrando aun, y le dije:

- Compadre, yo te curo, es probable que te arda pero te va a ayudar mucho, ¿cómo ves sí te dejas?
- Le dije yo.
- De verdad compadre, ˇsí, pruebo lo que sea pero cúrame!
- Me contestó él.

"Sin pensarle mucho saqué mi tinturita, y le puse a chorro directo sobre sus heridas, él nada más hizo algunos gestos de dolor, pero sí se dejó aplicarse en todas las heridas, y de manera inmediata sintió alivio, tenía principios de coagulación. A los dos días siguientes mi compadre ya tenía costras en sus raspaduras".

3.- "También lo comprobé con mi propia hija, le di la tintura con agua en ayunas. Estaba enferma de las anginas: le ardía mucho al hablar, al pasar la saliva, entonces le preparé la tintura y le dije que hiciera gárgaras; ella arrojó una angina, la del lado derecho, ya que fue de ese lado donde sintió el alivio. La angina, se veía algo como los sesos del pollo como con venitas y todo. Mi hija estaba aliviada de sus malestares de la garganta. Eso ocurrió hace como 3 años, y ahora cuando se enferma no tiene grandes problemas con su garganta. Sólo le da tos y de igual manera luego me pide que le dé mi preparado".

4.- "Bueno ahora pasando a otro caso. Tengo una conocida que se llama Elide, en ese entonces tenía 68 años, ahora tiene 73 años y cabe resaltar que es una señora obesa. La señora Elide fue operada de histerectomía abdominal en un hospital particular, se puso muy grave, entró en estado de shock, ya que la habían puesto una maya pero su organismo la rechazo, y el doctor de la clínica particular la tuvo que trasladar al Instituto Mexicano del Seguro Social, la internaron en terapia intensiva, donde le retiraron la maya y tuvo herida abierta, estuvo hospitalizada en ese servicio por unos nueve días: de ahí la subieron a piso, después de diez días la dieron de alta a su domicilio, obviamente se fue con herida abierta, y con la indicación de tener curación diaria dos veces al día".

"En sí, mi esposa la conocía bien, ya que ella en ese entonces era su jefa de trabajo. Domy (mi esposa) me comentó del problema de la Sra. Elide, ya llevaba como seis meses con sus curaciones, y con el paso del tiempo aceptó la medicina alternativa, ella se aplicaba miel para obtener una mejoría en su cicatrización, entonces fue cuando le dije que si me llevaba con ella para poder platicarle del ajo, y fuimos a visitarla. Fue un día miércoles cuando fuimos a verla; y le lleve en una botella de vidrio de mi tintura, eran aproximadamente unos 230 mililitros, le platique las maravillas que hacía la tintura del ajo. Al término de su curación me mando a llamar y ella sin medir consecuencia alguna, se vació la botella encima de su herida, ˇy de verdad, ella tuvo una mejoría increíble! En menos de ocho días su cicatrización avanzó más rápido, tanto que ya no era necesario que tuviera la curación dos veces al día, sino que sólo una vez al día. Ahora, con el paso de los años, ella utiliza la tintura para cualquier tipo de dolencia o molestia".

5.- "También lo utilicé con mi suegra, ella es una señora de 75 años. Ella tenía problemas de reumatismo; tenía muchas dolencias en sus rodillas; y mi esposa le comentó de la tintura. Se la empezó a tomar del diario y se aplicaba el gabazo con un poco de tintura en las rodillas, por las noches se envolvía con unos trapos y un plástico para reducir las molestias, y ya al otro día se metía a bañar como si nada, de forma consecutiva ha tomado el ajo; sus nivel de reuma ha bajado considerablemente, tanto que su médico tratante le preguntó qué se había hecho, y le comentó de la tintura y del gabazo. En la actualidad sigue tomándose el ajo por las mañanas, sin necesidad de aplicarse el gabazo. Ella también lo utiliza ahora para cualquier tipo de molestia que tenga y también lo utiliza de forma preventiva; ya sea para ella, su hija o sus nietas (vive con su hija la menor y ella tiene dos niñas menores)".

6.- "Mi esposa ha utilizado la tintura para el dolor de muela: ha mojado un algodón y se ha aplicado de manera directa la tintura en la muela, los dolores y molestias le han disminuido".

7.- "Utilizo la tintura con mis dos nietecitos, una nena de cinco años y un niño de dos años de edad: cuando se resfrían o tienen molestias de la garganta, les doy la tintura y ellos no se resisten a tomarla, no tengo que andarles rogando, inmediatamente se la toman".

¿Señor Luis, usted recomendaría ampliamente la tintura del ajo?

"Pero por supuesto que sí, a mí me ha ayudado de una manera formidable, cada vez que puedo lo recomiendo a quien sea, y les platico de todos los beneficios que tiene el ajo, y el poder curativo que tiene la tintura. Sirve de mucho: de manera de prevención, de tratamiento, de bienestar, de salud, de estar bien con uno mismo, ayuda demasiado al organismo".

"Además yo sólo le he comentado las más importantes, pero hay muchas más personas que están agradecidas con mi preparado, es una gran bendición poder explicar, decir, recomendar e indagar con respecto a una planta tan insignificante, bueno insignificante para algunas personas por ser un granito que va en las comidas para darle sabor, pero la verdad no es sólo una ayudadita para la cocina, sino también para muchas otras cosas más. Y es muy grato para mí poder contarlo".

CONCLUSIÓN

Al principio no sabía cómo redactar o expresar mi entrevista, me costó trabajo, pero si me quedé satisfecha de hacer este artículo. Obviamente no tuve de donde poder sacar más información, con lo que leí de internet y de las hojas que el señor Luis me dio, fue de donde me base para la historia, y las propiedades curativas del ajo.

Por otra parte, tengo la inquietud de poder tomarme el ajo, pero no en tintura, tengo la idea de tragar dos o un diente de ajo por las mañanas, para poder aumentar mis niveles de circulación y de prevención al cáncer. Soy una persona que fuma mucho y además me ha costado dejarlo de fumar, tal vez en algún futuro si me decida a hacerlo de forma definitiva, por eso mi necesidad y deseo de poder ingerir el ajo, para así poder fortalecer mi estado inmunológico: tanto de manera preventiva, porque fumo, y además como tratamiento para cualquier evento que tenga sobre parásitos o algo más.

Bibliografía

[1].- Stephen Fulder, John Blackwood, 1997, 128 pág., El ajo: un remedio natural, pp. 26. URL: http://books.google.com.mx/books?id=2_EE-5vWkoUC&printsec=frontcover&dq=ajo.
[2].- Ibarra Ruíz, Magdalena. Entrevista al Sr. Luis Flores de Cuernavaca, Morelos, Méx., 2009.
[3].- Rojas Alba, Mario. Documentos del Diplomado de Medicina Tradicional Mexicana y Herbolaria. Tlahui-Educa, México, 2002.


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