Tlahui - Medic No. 33, I/2012


Plantas psicoactivas, sus usos en medicina y rituales


Estudiante: María de Los Ángeles García Ortega
Profesor: Dr. Mario Rojas Alba

Diplomado de Tlahui-Educa
Herbolaria y Medicina Tradicional Mexicana
Huixquilucan, Edo. de México, México, a 6 de Julio, 2011




Resumen

Se introduce al conocimiento y uso tradicional general de las especies enteógenas (hongos y plantas), enseguida se diserta con cierto énfasis en el contexto americano. Al final del artículo se expone una lista de 22 especies, en su mayoría prohibidas por la legislación de corte occidental y dominante en la sociedad moderna, no obstante que los pueblos indígenas han sabido aprovecharlas en sus prácticas médicas y chamánicas, de manera adecuada y eficiente, siempre bajo el control socio-cultural de la comunidad. No obstante, se advierte que su comercio, compra, y consumo, ha sido considerado como un delito sujeto a la penalización de rigor. Se aclara que no es un objetivo del autor (el estudiante), del profesor, ni de Tlahui, promover su consumo indiscriminado, sino su estudio médico tradicional y científico, como parte del Diplomado de Herbolaria y Medicina Tradicional Mexicana..

Generalidades introductorias

Las plantas psicoactivas o drogas, son aquellas que alteran o afectan el estado mental y anímico de cualquier persona, produciendo visiones y alterando las percepciones naturales del cuerpo, algunas veces provocando episodios de éxtasis. En términos antropológicos podríamos utilizar para identificarlas bajo la palabra "enteógeno", la cual se deriva del idioma griego y significa que "tiene un Dios adentro", uso que se le dio históricamente para referirse a este tipo de preparados, los cuales se utilizaban para trances proféticos.

El conocimiento y uso de las plantas psicoactivas se remonta a la antigüedad. El hombre primitivo las empezó a utilizar de manera instintiva para curar heridas, preparar antídotos, así como para solucionar los problemas sanitarios con los cuales enfrento algunas graves enfermedades y sus mecanismos de acción.

Para afrontar las enfermedades, la práctica del empleo de las plantas psicoactivas fue dividida en natural y sobrenatural, y así en el primer de los casos se utilizaron los conocimientos empíricos para su uso en una curación. Mientras que cuando se desconocía la causa de tal enfermedad, entraba en aplicación sus usos bajo una mentalidad mágica, tratando de entender el mal, como castigo de algún dios o pérdida del alma.

En el caso de la enfermedad sobrenatural, se empleaban terapéuticas mágicas, así el mago trataba de liberar las fuerzas inmateriales causantes de la enfermedad y pasarlas a su cuerpo, para transmutarlas.

El médico, mago, sacerdote, chamán o sanador, era quién se encargaba de hacer contacto con las fuerzas responsables de la enfermedad y convencerlas de retirar la enfermedad por medio de la plegaria o pacto con ellas. Para saber cuál había sido la falta del enfermo, lo hacía por medio de la adivinación y con ello sabía que fuerza debía ser aplicada para conseguir la sanación.

El psicoactivo, entre los primitivos no se utilizó nunca por su naturaleza, sino por la posibilidad de valerse de él, para entrar en contacto con las fuerzas productoras del mal. El fármaco, entre los primitivos, tuvo un valor meramente instrumental. Esta interpretación, sin embargo, no daría explicación a las abundantes drogas vegetales.

Así pues en las enfermedades consideradas como sobrenaturales, el fármaco fue reconocido como mágico, utilizado de forma empírica y así poco a poco se fueron añadiendo al arsenal terapéutico algunas drogas como los purgantes, los venenos, los somníferos, los curares, el opio y la coca, se sabe llegaron a tomar una gran importancia como parte de los conocimientos psicoactivos, por sus efectos.

La utilización empírica que se les dio a las hierbas psicoactivas durante la antigüedad, coincide con los conocimientos aportados posteriormente por la Ciencia. Generalmente, las drogas se empleaban por analogías mágicas.

No se empleaban por su naturaleza, sino porque ayudaban al mago-sacerdote en el control de las fuerzas ocultas productoras de la enfermedad, esto lo hacía utilizando el ayuno, la oración, la meloterapia (curación a través de la música o melodía) y los alucinógenos.

Al entrar en trance, permitía el contacto con las deidades consideradas sobrenaturales, posteriormente, los espíritus protectores mantenían un diálogo con el mago-chamán, para indicarle el diagnóstico y medicamento para alcanzar la curación del enfermo.

En el México prehispánico, el uso de los alucinógenos fue de vital importancia para los curanderos en la inducción al trance, en el diagnóstico y en la curación. La mayoría de ellos practicaban ceremonias curativas. En la primera fase de éstas, se trataba de establecer comunicación con el mundo sobrenatural, por medio del trance, en el cual podían participar el paciente y los asistentes y en la segunda fase, era cuando se ingerían los alucinógenos y se efectuaba la parte mágico-religiosa, sacralizando los medicamentos.

En una tercera fase, "la empírica", se aplicaban los medicamentos señalando las dosis necesarias y las tomas suficientes para la curación. Mayormente se requería de varias curaciones para obtener buenos resultados.

Los alucinógenos fueron sagrados para los sacerdotes nahuas, aunque su práctica y uso fueron restringidos y duramente sancionados por el Santo Tribunal de la Inquisición, por considerarlas como yerbas relacionadas con el Demonio.

EL Santo Tribunal de la Inquisición hizo circular un edicto en 1617, que fue fijado en las puertas de las iglesias, en el cual fue satanizada la practica psicoactiva y otras más, haciéndose alusión que con su uso se invocaba a la adoración del Demonio, a través del encendido de candelas, la quema de incienso, el uso de unciones en el cuerpo y la ingesta de ciertas bebidas de yerbas y raíces, como el peyote y yerba de santa María, que enajenaban y entorpecían a la gente.

Hernando Ruíz de Alarcón, decía que por medio de los alucinógenos, los indios se comunicaban con el Demonio, a través de alucinaciones.

Desde Europa, Asia, América, África y Oceanía, las culturas propias de cada región han estado esencialmente ligadas al uso de sustancias psicoactivas. Un factor común entre los pueblos antiguos fue el deseo de purificación y de impureza, relacionada con la enfermedad y considerada como castigo divino. Aliviar la enfermedad o expulsar la impureza eran la misma cosa, la diferencia es que con el uso de enteogénicos y su efecto catártico, se apreciaba la utilidad que este fármaco proporcionaba.

Los fármacos psicoactivos, o no, fueron considerados terapéuticos en cuanto sanaban corporal y anímicamente al individuo enfermo, ya que al entrar en catarsis se conseguía el alivio de la dolencia o la expiación de la culpa, gracias a las ceremonias para esos fines.

El sacrificio humano, real o simbólico, es un uso mundial de todos los cultos religiosos, tanto en el presente como en el pasado, tuvo como base el elemento mágico, ya que las sustancias psicoactivas y las victimas expiatorias eran considerados como agentes mágicos, toda vez que el "móvil" del acto mismo, consistía en congraciarse con la deidad, obsequiándole una víctima.

Es importante tomar en cuenta que aparte del uso profano y terapéutico que se le dio a los fármacos, su empleo también fue considerado como un método con virtudes enteogénicas, por ser usados en ceremonias dirigidas por chamanes, hechiceros y sacerdotes.

Enteógenos en América

Tras haber presentado algunos de los ritos antiguos más destacados, ahora nos ocuparemos del Continente Americano, para poder entender y conocer más a fondo la historia, usos y especies de las llamadas sustancias psicoactivas.

Una característica de América es su riqueza de flora psicoactiva, ante toda clase de plantas y todo tipo de estimulantes que contienen fenetilaminas y alcaloides indólicos.

Otro factor característico al tema, es el consumo con cultos religiosos de los eteogénos en el México antiguo.

En el siglo X se desarrollaron dos culturas: la Olmeca y Zapoteca en una región de México, donde hay más profusión de hongos psilocibios (una veintena de especies), y en donde se encontraron por primera vez piedras-hongo de unos treinta centímetros de altura, lo cual nos hace pensar que su uso en México y Mesoamérica tiene varios milenios de existencia.

Los Psilocibios eran llamados Teonanácatl y su uso fue considerado por los eclesiásticos idolatría. Se conservan varias ilustraciones de Teonanácatl en algunos códices, en uno de los cuales se muestra un brote de hongos que está siendo consumido por un nativo, a cuya derecha hay un ser con garras de felino y cuerpo humano, probablemente se trate de Mictlantecutli, un dios del mundo subterráneo.

En lo que respecta a la cultura Maya y la Tolteca, sus obras nos revelan conocimientos superiores o comparables a los de Oriente Medio Antiguo. En la tumba de un alto dignatario indígena, se encontraron nueve piedras-hongo, que podrían tener conexión con los nueve señores de Xilbalba, mencionados en el Popol Vuh.

La figura del propio Quetzalcóatl, que aparece en el Códice Vindobonese, lo muestra blandiendo dos hongos en su mano izquierda, también destaca una escultura de Xochipilli (ver fotografía), Dios de las flores, la música y los placeres mundanos, encontrada en las faldas del volcán Popocatépetl. Su cuerpo y la peana aparecen cubiertos por varios fármacos, perfectamente identificables como estilizados hongos, del grupo Psilocybe aztecorum. No está por demás aclarar que este tipo de hongo, al parecer, sólo crece en las faldas del Popocatépetl.

Xochipilli

Xochipilli

Los Toltecas y Aztecas, en algunas festividades de tipo orgiástico, semejantes a las del Mediterráneo, empleaban daturas muy tóxicas (toloache), con la idea de ofrendar muchas víctimas a divinidades desfallecientes para evitar la desaparición de su especie.

La experiencia del chamán con el uso de las drogas, es la de un "yo" que abandona instantáneamente su cuerpo, transformándose en espíritu. Por su parte el hechicero, la experiencia es de un cuerpo que abandona momentáneamente el yo para entrar en la insensibilidad.

De forma individual sí se refería a la iniciación y de forma colectiva para el diagnóstico o curación, el curandero y paciente debían encontrarse en óptimas condiciones para la ingestión. El ayuno, la confesión y comulgar eran algunas de ellas.

La intención de ingerir estas sustancias psicoactivas por parte de curanderos y enfermos era de obtener el trance que les permitiera conseguir el diagnóstico y la curación.

El sacerdote o chamán era quién señalaba la hora y día para tomar el ololiuhqui, al ingerir dicho alucinógeno se invocaba a la divinidad protectora para recibir su ayuda y protección. El ambiente era un factor importante para conseguir el trance, pues se sabía que los indios acostumbraban después de la ingestión salirse al campo, buscando el contacto con la naturaleza, pues pensaban que las visiones serían más rápidas e intensas. En todos los casos después de la ingestión, curanderos y enfermos terminaban agotados, registrando en ocasiones algunas alucinaciones.

Se menciona en el terreno indígena, desde Canadá hasta Río de la Plata, que las plantas psicoactivas "llevan allí donde dios está", o sea llevan al terreno o dimensión donde lo sagrado se encuentra.

En el continente americano, desde el valle de Mississippi hacia el sur existe una flora psicoactiva rica en estimulantes leves (coca, mate, guaraná, cacao) así como otras plantas con usos visionarios, algunas otras de difícil clasificación, entre ellas el tabaco.

Resumiendo lo anterior podría decirse que el núcleo del sacrificio-ágape fueron técnicas arcaicas de éxtasis y posesión, vinculadas a prácticas chamánicas y no es difícil deducir que esas técnicas han sido esencialmente ligadas al consumo de los enteógenos.

Las aspiraciones básicas del hombre en relación con sustancias psicoactivas caben en la búsqueda de paz o analgesia, búsqueda de energía, excitación o de viajes extáticos, casi siempre dentro de lo profano.

Por otro lado, solo conocemos una pequeña parte de los psicofármacos naturales, dada la variedad del mundo de la botánica, los cuales pertenecen por ahora a dos familias básicas hongos y angiospermas.

Toda América es rica en drogas, su alcaloide principal es la cafeína que en pequeñas cantidades produce el efecto característico del mascador peruano o boliviano, aunque a muchos les moleste admitirlo, ciertos psicofármacos son idóneos para inducir al usuario un viaje místico que otros psicofármacos no producen.

No por nada llevan tiempo inmemorial usándose con tales fines en varios continentes. Las dos plantas que contienen derivados cafeínicos son el mate o hierba mate y guaraná o pasta de guaraná.

Existe una semejanza entre el tabaco y el beleño, ambas solanáceas, hay una notable psicoactividad de estas drogas para usos rituales. En ciertas zonas los chamanes jíbaros lo utilizaban fumando grandes cantidades al mismo tiempo que bebían caldos de lo mismo.

La civilización Andina originaria de la región de Cuzco se hallaba penetrada por la cultura de la hoja de coca, la segunda droga descubierta en América. Algunas estatuillas encontradas en las costas de Ecuador y Perú, donde aparece un rostro con las mejillas hinchadas por el "bocado o cocado".

A todos estos excitantes debe añadirse el grano de cacao, su cultivo parece ser originario de México, donde los emperadores aztecas se servían de la planta, el alcaloide psicoactivo del cacao en una sustancia emparentada con la cafeína.

En el México antiguo los médicos (tiaotl) vendían sus remedios en los mercados, sin embargo muchos de estos remedios eran psicoativos. Tal es el caso del tabaco, llamado en la época prehispánica picietl o cuauyetl, siendo utilizado por los danzantes en la fiesta de Ochpaniztli dedica a la diosa Tlazolteótl, protectora de parteras y curanderas.

El estafiate (Artemisa mexicana) como el tabaco, están presentes en algunas descripciones que se hacen de las fiestas prehispánicas y consideradas como algunas de las más completas por sus múltiples usos. Se mencionan también sus propiedades mágicas y el uso en la confección de amuletos. Hoy en día está asociada con el rayo. La fama del estafiate se debió a que los efectos del mismo se registraban de inmediato tal vez por eso fue motivo de inspiración para que un curandero colonial de nombre Sebastián Hernández escribiera las siguientes coplas.

Ya llega a la puerta señor estafiate,
Ya llega a la puerta la Rosa María,
Bien dijo mi madre la que me parió,
Tú te acordaras de aquesta razón.
Aquesta Rosario que Dios me lo dio
Para rezarle a la concepción.
¡Válgame la Virgen de la Soledad!
¡Válgame la Virgen y San Nicolás!

Que con su licencia me pongo a curar.
Hermanitos míos vengan a sahumar,
Que aquesta hechicera me quiere engañar.



Estas coplas se cantaban en cada curación, algunas veces solo una parte, el curandero tocaba guitarra, cantaba y danzaba durante la ceremonia. La importancia de esta planta persiste hoy en día y la podemos encontrar en cualquier mercado de México donde vendan yerbas medicinales.

Algúnas otras drogas ceremoniales fueron las semillas de trepadoras (Ololiuhqui y Badoh), de las cuales la segunda en común en Europa, tanto de cultivo como silvestre y se puede identificar por sus campánulas violetas o rojas. Dicho por Sahagún (sacerdote y cronista español) "los nativos comulgan con el Diablo".

También F. Hernández (médico de Felipe II) comenta que: Antiguamente, cuando los sacerdotes querían comunicarse con sus dioses y recibir un mensaje, comían esta planta para provocar el deliro. Se les aparecían miles de visiones y figuraciones satánicas.

En contraste con otros enteógenos, el Ololiuhqui no era apto para ser utilizado en celebraciones colectivas, según algunos chamanes, pues quién bebía ololiuhqui debía recluirse en su habitación y nadie debía entrar durante el trance adivinatorio.

Un enteógeno muy difundido en esta época fue el peyote, botones carnosos de Lophophora williamsii, un vegetal cactáceo, Sahagún afirma que los Toltecas y Chichimecas usaban el peyote por lo menos 1890 años antes de la colonización. Para esto existe un dato arqueológico del que disponemos, es una pipa en cerámica con forma de venado (animal totémico de la planta), que tiene entre los dientes un botón de peyote y está fechado hacia el siglo IV a. C.

Algunas opiniones de usuarios nativos dicen: Quienes lo comen o beben ven visiones espantosas e hilarantes. La borrachera que produce dura dos o tres días y después se quita; es como un manjar de los chichimecas, porque les mantiene y da ánimos para pelear y no tener miedo.

A todo esto nos preguntamos ¿qué relación existe entre lo anterior expuesto y el tema principal?

No habría sido preciso entrar en detalles de no ser por la existencia clara y principal del elemento mágico. Elemento común entre las sustancias psicoactivas y las victimas expiatorias, porque ambas fueron consideradas como agentes mágicos.

Algunos historiadores aseguran que el uso médico fue antes que el sagrado-mágico, ya que la costumbre frecuente entre los curanderos era tomar alucinógenos para determinar el diagnóstico, por su parte al enfermo le permitía incursionar en el ámbito de lo sobrenatural para autodiagnosticarse.

A pesar de los adelantos médicos, reconocemos que el elemento mágico no se ha perdido por completo, por experiencia sabemos que el buen médico aplica todos sus conocimientos académicos y lo que pueda ayudar al enfermo, desde un guiño hasta una expresiva sonrisa. Aunque en nuestro tiempo se debería separar la charlatanería del arte médico, todavía hay multitudes de enfermos que confían más en lo mágico que en el conocimiento académico.

Religión, Magia, Sanación, éxtasis, iniciación, adivinación o sacrificio; sea cual fuere el uso y administración de los psicoactivos su conocimiento ha prevalecido y es innegable la identidad cultural adquirida y reafirmada bajo experiencias con drogas en diversas sociedades del mundo. Por lo mismo no podemos poner en duda que un hongo, cactus, peyote o trepadora han sido motivo de devoción religiosa y lo seguirán siendo.

Especies enteógenas

A continuación se muestran algunas de las especies y sustancias más utilizadas y conocidas desde su primer encuentro con el homínido hasta nuestros días.

BELLADONA (Atropa belladona)
Forma de uso: en forma de cigarrillos alucinógenos, bebida o comida, en extractos.
Composición: raíz del tallo, hojas y frutos que contienen principalmente hiosciamina con pequeñas cantidades de atropina.
Obtención: Crece en los herbazales cerca de los robles, en suelos húmedos de carácter básico y ricos en compuestos nitrogenados, su recolección es a finales de verano y principios de otoño, cuando su contenido de alcaloides es menor.
Efectos: Produce sensación de ligereza ingravidez y pérdida de peso, en altas dosis es Hipnótica y alucinógena.

MANDRAGORA (Mandragora autumnalis/officinarum)
Forma de uso: Usada la raíz picada para la preparación de antiguos brebajes. en caso de sobredosis puede causar la muerte.
Composición: Tanto la raíz como el rizoma contienen hiosciamina, escopolamina atropina y otras sustancias. Todas ellas muy toxicas que se desaconseja su uso.

BELEÑO NEGRO (Hyosciamus niger)
Forma de uso: Para elaborar cigarrillos.
Composición: las hojas contienen hiosciamina y atropina, las semillas escopolamina.
Efectos: Sensación de ligereza, sensación de pérdida de peso, sensación de ingravidez provoca furia y violencia, carcajadas delirantes.
Obtención: de cultivo fácil. Prefiere terrenos sueltos con poca o ninguna arcilla.

TOLOACHE (Datura innoxia y/o Datura meteloides) término que deriva del azteca "dormirse" y "che" un sufijo que solía añadirse a los nombres de los dioses.
Uso: usado contra el asma. Los cigarrillos se preparan con 1 gr. De polvo de semillas o la misma cantidad de hojas secas y picadas.
Composición: Es una planta muy rica en hiosciamina
Efectos: Excitación igual que en el caso del alcohol, parálisis de los nervios parasimpáticos alucinaciones, visiones fantásticas, furia.
Obtención: En Oaxaca, se vende en hojas o en polvo.

MARIHUANA (Cannabis sativa)
Composición: Trahidrocannabinol.
Usos: médicos, se sabe que es el único remedio para el glaucoma.

DORMILONA (Mimosa pudica)
Uso: arbusto usado en México, Guatemala y el Salvador. Se hace una infusión con las hojas secas y las raíces se secan y se fuman.
Composición: contiene derivados triptamínicos no determinados. No se ha podido demostrar la presencia de DMT (dimetil triptamina).
Efectos: Es usada como sustituto de la marihuana, aunque parece que solo causa sueño.
Obtención: Hojas y raíces se consiguen en Veracruz (México).

LUPULO (Humulus lupus, de la familia cannabináceas)
Forma de uso: los conos femeninos se fuman secos y troceados o se preparan en infusión.
Composición: Lupulina (polvo resinoso químicamente relacionado con el THC
tetrahidrocannabinol, el principio activo de la marihuana y el hachís).
Efectos: sedante. Cuando se fuma produce alegría, ligero mareo y sueño, parecido a la marihuana pero más ligero.
Obtención: Los conos secos del lúpulo se venden en herbolarios.

SALVIA DE LOS ADIVINOS (Salvia divinorum)
Usos. Se fuman las hojas secas y da un efecto parecido al de la marihuana, no deja resaca.
Efectos: puede producir visiones, estimulación, aumento de la imaginación y de la sensibilidad visual, empatía, a veces euforia. Da efectos con visión de cuerpos tridimensionales que se mueven de forma caleidoscópica.
Composición: la sustancia activa es la salvinorina A, fue aislada en 1994, y resulto ser psicoactiva a nivel de millonésimas de gramo -gammas- como el LSD, es el vegetal más potente de los conocidos hasta ahora.
Cultivo: le gusta el agua pero crece mejore en sombra parcial, casi nunca produce semilla.

IBOGA (Tabemanthe iboga)
Forma de uso: la raíz seca se usa en infusiones para dar un efecto estimulante.
Composición: el principio activo es un alcaloide llamado ibogaina.
Efectos: estimulante similar a la cocaína, se le denomina la coca de África por algunos Autores norteamericanos. Duplica la potencia muscular y la resistencia, produce euforia, permite realizar proezas sexuales, cuando se toma una dosis muy grande produce alucinaciones
Obtención: en farmacias homeopáticas.

EFEDRA (Ephedra spp. )
Forma de uso: hervidos.
Composición: efedrina y otros alcaloides.
Efectos: estimulante. Reduce el apetito, elimina el sueño, aumenta el tono muscular retrasa la fatiga y el cansancio.

YERBA MATE (Ilex paraguayensis)
Forma de uso: se prepara en infusión.
Composición: contiene mateína (sustancia idéntica a la cafeína), teobromina (la droga estimulante del cacao) y teofilina (sustancia parecida a la cafeína, aunque más potente).
Efectos: estimulante de potencia intermedia entre la cafeína y la cocaína, pero menos fuerte que la efedrina.
Obtención: Algunas herboristerías.

IPOMEA (Ipomoea violacea) conocida en México como dondiego y semillas de la virgen.
Usos: se sigue un ritual muy complejo, en donde se prepara un polvo muy fino agregan agua o cualquier licor, se dejan en remojo toda la noche, se filtra y se bebe.
Composición: amida del ácido lisérgico o ergina, precursor del LSD, dietilamida del ácido lisérgico.
Efecto: efecto sedante, con una etapa de serenidad y bienestar, a veces produce visiones.
Cultivo: es una especie perenne, generalmente florece dos meses después de haber sido sembrada.

ADORMIDERA (Papaver)
Forma de uso: de ella se produce el opio haciendo incisiones en las cápsulas de la adormidera que no ha llegado a su completa madurez, el resultado es Una sustancia blanca que posteriormente se espesa por evaporación para formar una masa obscura de consistencia semiblanda y olor característico esta substancia es el opio.
Composición: morfina, terpina, codeína, papaverina, narceína y narcotina.
Efectos: calmante, sequedad de boca, pesadez de cabeza, vértigos, pulso duro y fuerte, Sudor profuso, sensibilidad exaltada.

AJENJO (Artemisia absinthium)
Forma de uso: preparado como bebida alcohólica, infusiones.
Efectos: ataques convulsivos, alucinaciones, insensibilidad, pesadillas, insomnio, calambres, depresión de las facultades morales y embrutecimiento.

COCA (Erythroxylum coca)
Forma de uso: las hojas de mastican, en algunas ocasiones la mezclan con cal para dar un mayor efecto, o cualquier otra sustancia que de efecto alcalino
Efectos: narcóticos. Mitiga el hambre, sed o cansancio.
Composición: 100 grs. de hojas de coca contienes 700 gr. De alcaloides como mettilecgoninca, benzoileecgnoninca, ecgonina y nicotina.
Cultivo: tierras cálidas y húmedas de los Andes, así como en regiones tropicales.

MATAMOSCAS (Amanita muscaria)
Forma de uso: secar los hongos durante una noche, hasta que al doblar cruja el sobrero.
Composición: ácido iboténico que a secarse el hongo se transforma en muscimol, 5 ves más activo, algunas setas son flojas en alcaloides y otras muy potentes, es difícil diferenciarlas a simple vista por eso nunca deben ingerirse más de10 gramos.
Efectos: en ocasiones da sueño y vómitos, otras hay alegría, energía, elevación del tono muscular, desinhibición total, placer, relajación, dificultad para mantener el equilibrio, a veces alteraciones visuales y auditivas.
Obtención: aparece en otoño y raramente en verano, en el martillo de todos los bosques, especialmente en los abedules.

AMANITA PANTERA (Amanita pantherina)
Formas de uso: igual que la muscaria pero con la mitad de la dosis.
Composición: ácido iboténico
Efectos: sueño, vómitos, alegría, energía, elevación del tono muscular, desinhibición.
Obtención: crece en verano y otoño en bosques de robles.

CORNEZUELO DEL CENTENO (Claviceps purpurea)
Usos: al ser un hongo que crece en las espigas de los cereales, es muy impreciso calcular la cantidad de alcaloides. Basta dejar estos pequeños hongos en remojo una noche y filtrar el líquido resultante.
Composición: contiene, sobre todo: ácido lisérgico, acompañado de otros 6 alcaloidesIndólicos, ergotamina, ergosina, ergocristina, ergocriptina, ergocornina y ergobasina.
Efectos: parecidos a los que causa el LSD, la Ipomea violácea y la Argyreia nervosa.
Obtención: crece en las espigas de los cereales, especialmente del centeno.

CACTUS DE SAN PEDRO (Trichocereus spp. )
Forma de uso: cortar pequeños trozos de las puntas superiores del cactus, se ponen a hervir durante 6-8 hrs, después se bebe el líquido resultante.
Composición: Mezcalina y otros alcaloides.
Efecto: alucinógeno, abre las puertas de la percepción, permitiendo pasar al subconsciente
Cultivo: Es de fácil cultivo, con crecimiento rápido, en un año puede llegar a 1. 2 cm. De altura.
Obtención. En cualquier mercado de Perú.

PEYOTE (Lophophora williamsii)
Forma de uso: usado como sacramento, para ayudar al parto, tratamiento de infertilidad, como incremento del vigor en los ancianos, contra la artritis, reuma, gripe, pleuresia, espasmos nerviosos, ceguera, desordenes del oído y también usado con fines adivinatorios y de inspiración artística. Se consumen los botones masticando lentamente.
Composición: mescalina, lofoforina (alcaloide emético que supuestamente es el responsable de las náuseas y vómitos que produce el peyote) y otros muchos alcaloides más.
Efectos: produce dos fases muy distintas; una de sobreexcitación general, de contento y euforia; la otra de sedación nerviosa.
Obtención: se podían comprar frescos en México en 1983 por solo $15. 00 el millar, hoy en día el peyote está casi extinguido.
Cultivo: es muy sensible a las heladas, es de cultivo medianamente difícil, necesita mucha luz para crecer.

CACAO (Theobroma cacao)
Uso: fermentación y secado de las semillas posteriormente se muelen y el Resultado es la grasa o manteca del cacao, con la que se elabora el chocolate.
Contenido: teobromina, estimulante que aumenta la dopamina y serotonina.
Cultivo: el cacaotero es un árbol que requiere de humedad y calor. De hoja perenne y siempre está en floración.
Obtención: se cultiva en el Perú, México, Venezuela, Honduras, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Trinidad, Bolivia, Jamaica y Granada.

TABACO (Nicotiana tabacum)
Forma de uso: por combustión en forma de humo.
Composición: principalmente el alcaloide llamado nicotina.
Obtención: Se dice que el origen del tabaco se sitúa en la zona de los andes entre Perú y Ecuador, hoy en día crece en la mayoría de las zonas tropicales.

Bibliografía

[1].- Enteógeno. Wikipedia. URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Ente%C3%B3geno
[2].- López Pavillard, Santiago. Los enteógenos y la ciencia. URL: http://eprints.ucm.es/8059/1/SLP_Enteogenos__y_Ciencia.pdf
[3].- Otero Aira. Luis. Las plantas alucinógenas. Editorial Paidotribo (2001), 153 pp.
[4].- Rojas Alba, Mario. Tratado de Medicina Tradicional Mexicana (2 tomos). Tlahui (2006).
[6].- Hernández, Francisco. Historia de las Plantas de Nueva España. Historia Natural de Nueva España. Obras completas de Francisco Hernández (1571-1576). Instituto de Bilogía de la UNAM, edición digital 2004 - 2010, Tomo I, II y III, 837 pp. URL: http://www.ibiologia.unam.mx/plantasnuevaespana/.
[7].- Sahagún, Fray Bernardino de. Historia general de las cosas de la Nueva España, en: Lagarde, Patricia, et. al. Herbarium, plantas mexicanas del alma. Libros de la Espiral, México, 2000, 55 pp.

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