Política y Derechos Humanos
Politique et droits de la personne
Politics and Human Rights
Tlahui-Politic No. 2, II/1996 




Para aprovechar mejor la Agenda Latinoamericana
José María Vigil




Un año más

Desde que nació, esta agenda ha querido ser un vehículo, un comunicador de Espíritu latinoamericano y latinoamericanista. Ningún otro Continente se siente a sí mismo con tanta intensidad como el nuestro. América Latina es, ante todo, una realidad utópica: no existe en ninguna parte, pero está presente -latiendo, estimulando, atrayendo- a lo largo y ancho de todo el Continente, no como una realidad ya hecha, sino como un imaginario colectivo que alimenta la identidad, el sentido, la esperanza. La Patria Grande, ese bolivariano sueño utópico que liberó y aún genera tantas energías, es ante todo una Causa, o un manojo de grandes Causas, que juntas configuran «Espíritu de la Paria Grande».

Un año más, en 1997, acudimos a la cita, manteniéndonos en los nueve idiomas y dando la bienvenida a la Asociación de Mujeres Latinoamericanas de Hong Kong. Somos una familia plenamente latinoamericana, no sólo por el espíritu, sino por razón también de la geografía: estamos en todo el Continente, gracias a unos 80 entidades, centros, grupos, organizaciones populares, asociaciones, congregaciones… que editan/distribuyen la Agenda.

Continúa la Agenda su camino en la línea señalada el año pasado con la «Propuesta'96», en torno a ese fenómeno planetario mayor que llamamos «mundialización», que funge como coordenadas nuevas en las que nos vemos obligados a resituar nuestros conceptos, utopías y estrategias clásicos. La pretensión de fondo de la Agenda sigue siendo el ofrecer elementos para un diálogo latinoamericano de perspectiva mundial y una «propuesta» -modesta pero concreta- de reflexión/acción continental y solidaria.

Uso pedagógico de la agenda

La Agenda está pensada ciertamente para la utilidad del usuario individual, pero también como un instrumento pedagógico, pastoral o de animación popular en las manos de los comunicadores, maestros, educadores populares, agentes de pastoral, animadores de grupos, militantes, etc.

Los textos son siempre breves y ágiles, presentados bajo la concepción pedagógica de la «página-cartel», pensada y diagramada de forma que directamente reproducida pueda ser entregada como material de trabajo en la escuela, en la reunión de grupo, en la alfabetización de adultos... o puesta en el tablón de anuncios. También para que sus textos puedan ser transcritos en el boletín de la asociación o en la revista del lugar.

El tamaño de la agenda, abierta, es el de «legal USA», formato común en América Latina, para facilitar su multiplicación por fotocopia, multicopia o el offset más común. La diagramación se rige por un criterio «económico» que sacrifica una posible estética de espacios blancos e ilustraciones en favor de un mayor volumen de mensaje, aun tratando de no sobrepasar las posibilidades de una agenda convencional, que en nuestro caso no deja de ser un almanaque o un anuario. La falta de mayores espacios blancos para anotaciones (que obedece estrictamente a motivos económicos para poder mantener precios populares) puede ser suplida por la adición de páginas adhesivas. También puede añadírsele una cinta como registro, y puede írsele cortando la esquina de la hoja de cada día para una ubicación instantánea de la semana actual (por razon también económica, un taladro punteado que facilitaría este recorte semanal sólo puede hacerse en algunos países).

Nuevo diseño de la semana

Seguimos con el diseño inicial de una semana en cada apertura de la agenda (cualquier otra solución doblaría el costo de la agenda), pero lo reorganizamos esta vez con una notable mejoría de espacio para el fin de semana. La solución, buscada desde hace varios años, nos ha venido de Hervé Camier, agente de pastoral de Chiapas, a quien agradecemos. Las leves líneas horizontales pueden servir a las personas más detallistas para dividir quizá el día en forma horaria.

Actualización del martirologio

Todos los años hemos actualizado el martirologio, no sólo en la incorporación de nuevos datos que nos han sido enviados, sino con la revisión, no siempre fácil para nosotros, de referencias anteriores quizá incompletas o hasta inexactas. Este año la revisión ha sido más intensa, aunque no suficiente. Dependemos en este punto de los testigos. Y resultará a todos comprensible que no incorporemos sino los datos que vengan contrastados con una documentación adecuada.

Llamamos la atención sobre el martirologio que hemos instalado en internet.

Ecumenismo

Esta agenda intenta un «ecumenismo de suma», no «de resta». Por eso no elimina lo propio de católicos ni lo específico de protestantes, sino que lo reúne. En el «santoral» han sido «sumadas» las conmemoraciones protestantes con las católicas. Cuando no coinciden, hemos puesto la protestante en cursiva. Por ejemplo, el apóstol Pedro es celebrado por la Iglesia católica el 22 de febrero («la cátedra de Pedro»), y por las Iglesias protestantes el 18 de enero («la confesión de Pedro»). Tomás de Aquino, Teresa de Avila, Mónica, los Apóstoles o los llamados «Santos Padres» son recordados en fechas distintas en las Iglesias protestantes o en la católica: todo ello se puede distinguir tipográficamente. Gentilmente, el obispo luterano Kent Mahler nos presentó el año pasado a los «santos protestantes».

La agenda es aconfesional y, sobre todo, macroecuménica: se enmarca en ese mundo de referencias, valores y utopías común a los Pueblos y hombres y mujeres de buena voluntad, que los cristianos llamamos «Reino», pero que compartimos con los demás en una búsqueda fraterna y humildemente servicial.

Las lunas

Las fechas y horas de las lunas que habitualmente aparecen en la mayor parte de los calendarios y agendas reproducen los datos oficiales, referidos siempre a la hora del meridiano de Greenwich, llamada hora «universal» aunque es prácticamente la europea.

Por ejemplo: cuando la luna llena ocurre a las 2 a.m. de la hora «universal», en América Latina son todavía las primeras horas de la noche del día anterior; una agenda normal latinoamericana le dirá que la luna llena es el día siguiente, pero usted está en lo cierto cuando le parece que la luna llena fue el día anterior. Nuestra agenda adapta las fechas de la luna a la hora latinoamericana, más concretamente a la hora «andina» (la de Colombia, Ecuador, Perú, Chile).

Una obra no lucrativa

En muchos países esta Agenda es editada por organismos y entidades populares, instituciones sin fines de lucro, que destinan los beneficios que obtienen de la venta de la Agenda a sus objetivos de servicio popular. En cada caso, estos centros hacen constar el carácter no lucrativo de la edición correspondiente.

En todo caso, la Agenda Latinoamericana como tal, en su coordinación central, es también una iniciativa no lucrativa, que nació y se desarrolló sin ayuda de ninguna agencia. Los autores hemos renunciado a los «derecho de autor». El déficit inicial cesó en 1995, pero ya desde antes habíamos comenzado a desviar los posibles ingresos futuros hacia obras de comunicación popular alternativa. Un ejemplo son los «Servicios Koinonía», de acceso gratuito electrónico para todo el Continente y el mundo.

Una agenda colectiva

Ésta es una obra colectiva. Por eso ha recorrido este camino y es hoy lo que es. Seguiremos recibiendo agradecidos todas las sugerencias, materiales, textos, documentos, novedades bibliográficas… que nos quieran enviar para confeccionar la agenda de 1998. Acogeremos la colaboración de aquellas entidades que quieran ofrecer su servicio al Continente o patrocinar algún premio o concurso en sus páginas. Así seguirá siendo una obra colectiva, un patrimonio latinoamericano, un anuario antológico de la memoria y la esperanza del Continente.


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