Asesinan a uno de los responsables del robo de bebés en la ESMA
Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Argentina, a 3 de Marzo, 2000. Arg - Asesinan a uno de los responsables del robo de bebés en la ESMA y
ex custodio de Yabrán.
Equipo Nizkor. Derechos Human Rights. Serpaj Europa.
Información.
ASESINAN A ROBERTO NAYA CUSTODIO DE YABRAN Y PARTE DE LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL DE LA ESMA QUE SE
ENCONTRABA EN LA LISTA DE EXTRADITABLES A ESPAÑA.
La muerte del ex suboficial del Servicio Penitenciario Federal, Roberto Naya, ocurrida el martes
(el mismo día del comienzo del juicio oral por el homicidio de José Luis Cabezas 14dic99)
presenta más de una arista sugestiva. Naya, de 58 años, murió baleado por un supuesto asaltante
luego de retirar dinero de la sucursal San Martín del Scotiabank Quilmes. El ex suboficial era
jefe de seguridad de Transportes Vidal, una empresa atribuida en su momento al fallecido
empresario Alfredo Yabrán.
Según fuentes policiales, en la mañana de su muerte Naya había estado manejando dinero de la
empresa donde trabajaba y había recorrido varios bancos antes del trágico intento de asalto.
Lo curioso es que, contra lo que ocurre habitualmente en delitos de este tipo, el auto utilizado
por el asaltante estaba a su nombre -según dijeron fuentes policiales- y había sido comprado en
formal legal.
El comisario Marcelo Brotman informó que un joven robusto y morocho que conducía un Volkswagen
celeste encerró a Naya, que conducía un Renault Clio blanco, provocando que lo chocara de atrás.
Antes de que Naya pudiera reaccionar, el hombre bajó del auto, lo agarró de la corbata, le apoyó
un arma en la espalda y disparó. El ex suboficial, aunque estaba gravemente herido, sacó su
pistola 9 mm y lo baleó en el pecho. El asaltante cayó sobre la vereda, junto al auto. Naya murió
antes de que lo asistiera un equipo de emergencias. En la comisaría 1 de San Martín informaron
que el crimen está siendo investigado como una tentativa de asalto. La investigación es llevada
por el fiscal Hernán Córdoba.
Hasta aquí la crónica policial. Sin embargo, no se trata de una muerte más. El periodista Miguel
Bonasso, en su libro Don Alfredo, describe a Roberto Naya (alias "Paco", "Beto") como un ex
represor, compañero de Carlos Generoso, otro torturador, en la empresa Transportes Vidal. El
libro cita una nota de la revista Noticias, de diciembre de 1996 (unos días antes del asesinato
de Cabezas), en la que señalaba que "ex represores de la ESMA trabajan en agencias de seguridad a
las que se vincula con el enigmático empresario de correos". Entre esos ex represores de la ESMA
se mencionaba a Naya.
Más tarde, cuando se abrió la causa Cabezas, la pista de los custodios de Yabrán como posibles
responsables del crimen fue señalada por el secretario del juzgado, Mariano Cazeaux, como "una de
las 56 pistas, y no de las más importantes", que manejaban los investigadores.
Sin embargo, hubo varios interrogatorios a los miembros de los equipos de seguridad de Yabrán. En
ese expediente figura la información que Víctor Dinamarca, titular de la empresa de seguridad
Brides S.R.L., brindó sobre sus empleados. Ocho de ellos (entre los que estaría Naya) declararon
en la instrucción.
Los legajos de otros dos custodios engruesan la causa. Ellos son Rubén Pesaresi y Juan Carlos
Cociña, ex miembro del Servicio Penitenciario, compañero de Naya, integrante del grupo de tareas
de la ESMA y señalado -en informes atribuidos a la Inteligencia estatal- como participante en la
"Operación Chupete", en la que se habría intentado extorsionar a Fernando de la Rúa con supuestas
grabaciones sobre intentos de sus hijos para ser favorecidos en sus estudios universitarios.
Paralelamente, en julio de 1997, el juez español Baltasar Garzón recibió una denuncia secreta
donde figuraba una detallada relación de militares represores que habrían estado o estarían
vinculados a empresas del denominado grupo Yabrán. Allí se indicaba que a través de Enrique
Schlegel, miembro del Servicio Penitenciario, Yabrán había entrado en relación "con varios
represores". Estas personas se reunían con el empresario en una oficina de la calle Varela al
400. Entre los concurrentes figuraba Roberto Naya y también Gregorio Ríos, luego jefe de la
custodia de Yabrán y hoy procesado como presunto instigador del crimen de Cabezas.
A raíz de esa denuncia el juez Garzón imputó a Naya junto a otros 35 militares argentinos en el
juicio por los ciudadanos españoles desaparecidos en la Argentina.
El informe de la Conadep y los organismos de derechos humanos ubica también a un tal "Beto Naya"
como un suboficial del Servicio Penitenciario, miembro del grupo de tareas de la ESMA,
responsable de secuestros y torturas. Sus alias eran Paco, Cleson Vallejos, Hernán y Carretilla.
Señala que sus delitos quedaron impunes por la ley de Punto Final.
Naya también figura en un informe presentado por la ex diputada Patricia Bullrich (hoy
funcionaria del gobierno de la Alianza) al juez del caso Cabezas en mayo de 1997, donde se
consignaba que en 1991 Roberto Naya fue nombrado presidente de Aylmer Inmobiliaria S.A., una de
las pocas empresas que Yabrán reconoció como propias. Seis años más tarde, en febrero de 1997, en
un informe secreto elaborado por el Ministerio del Interior, el mismo Roberto Naya aparece como
empleador -"vigilador"- de la empresa de seguridad Brides S.R.L.
Hasta el día de su muerte, Roberto Naya vivió en la calle Kennedy, de la localidad de Caseros.
Antes había sido vecino del coqueto barrio Ciudad Jardín, en El Palomar, donde solía llamar la
atención la asiduidad con que cambiaba de automóvil.
Naya estaba casado y dejó dos hijos: una mujer de 35 años y un varón de 21. A su velatorio
asistieron vecinos de ambos barrios. Todos pudieron ver las coronas enviadas por la empresa
Transportes Vidal, y otra de Villalonga Furlong, empresa también atribuida a Yabrán.
Los vecinos comentaban que habían sido dos sus atacantes y que el que sobrevivió había sido
golpeado por policías que intervinieron en el hecho. La Policía Bonaerense, en cambio, sostiene
que un supuesto segundo asaltante se habría dado a la fuga. Es otro de los secretos que rodean
esta extraña muerte.
[Fuente: Por Daniel Ponzo de la Redacción de Clarín, Buenos Aires, Argentina 19dic99]
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