Impunidad a los Asesinos y Traición a Allende

Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 3 de Julio, 2000. Impunidad a los Asesinos y Traición a Allende, por Sergio Ramírez

Los acuerdo de la Mesa de diálogo y la Ley Lagos de "Secreto Profesional" conceden impunidad absoluta a los violadores de los DD.HH. Sus autores olvidaron que sobre el crimen y las matanzas no se construye nada. El tercer gobierno de la concertación asume la responsabilidad histórica de negar justicia y de proteger a asesinos. Para ello denigran el pensamiento y obra de Allende en el instante de inaugurar una estatua en su memoria.

¿Por qué y cómo Lagos e Izurieta concordaron en poner punto final a las violaciones de los DD.H?. La explicación es una cuestión estratégica: a ambos les conviene (mucho más que a las duplas Aylwin-Pinochet y Frei-Izurieta) terminar de una vez por todas con este "problema". Nadie duda de que ese pacto se logró gracias a la intervención directa del Presidente. Lagos no vaciló, a diferencia de Frei, en apuntalar a su ministro y a la mesa. Y operó personalmente para sacar el acuerdo. La forma en que actuó y sus resultados se debieron, sin embargo, al diseño que el propio Lagos había establecido antes de su entrada a La Moneda. No quería repetir los "errores" de los dos ex presidentes de la Concertación. Tanto la posición a veces litigante de Aylwin hacia Pinochet, como la actitud prescindente de Frei -que dejaba todo en manos de Edmundo Pérez Yoma- terminaron por fracasar. La subordinación e inconsecuencia de Lagos es mayor. Designó a Mario Fernández (DC) en Defensa. Lo quería en su equipo para que "manejara la máquina", mientras él se reservaba para los momentos decisivos. Este fue el 20 de mayo, en el avión que los llevó a Arica para las celebraciones del 21 de Mayo. En una hora de vuelo se selló el compromiso de los acuerdos que adoptaría posteriormente la Mesa de Diálogo.

Después de ese encuentro, Lagos dijo: "No hubo turbulencias en el avión". Lo que no dijo fue que a bordo se habían definido las reglas del juego. Ahora, Izurieta espera que Lagos abandone su política de "dejar hacer a los tribunales" y adopte una decisión de Estado en el tema Pinochet. Lagos le cree a Izurieta cuando le dice que el Ejército está por encontrar una salida que permita la unidad en Chile. La relativa confianza que se tienen dependerá, ahora, de cómo evolucione el desafuero de Pinochet y de los resultados que, en seis meses más, entregue el acuerdo de la mesa.

Los acuerdos de la "mesa de Diálogo" y la Ley de "Secreto Profesional" que se aprobaran, a iniciativa de Lagos, pretenden la impunidad total de los asesinos del período dictatorial, incluído Pinochet. "La solución" la ha adoptado la clase política para satisfacer los intereses de las FF.AA. En Chile, como en el resto de los países que han sido sometidos a esta política de exterminio, no existe la llamada "solución política". La única solución para tener un futuro decente y una sociedad de la cual todos se sientan parte, es la verdad y la justicia. No hay otro tránsito posible. En la una mesa se negociaron los restos de los desaparecidos, ejecutados a quienes destriparon, cortaron con corvos, a cuchillazos, les arrancaron las uñas, las manos, a cambio de qué: ¿la paz, la transición, el futuro? Sobre el crimen y la matanza no se construye nada. El tercer gobierno de la Concertación asume una responsabilidad histórica por este acto.

Tales espúreas determinaciones encierran una señal para la justicia. El presidente de la Corte Suprema, Hernán Álvarez, aceptó la imposición. Después de conocida la declaración, dijo que era "una luz de esperanza en medio del túnel en que estábamos". Tal afirmación es señal de que se orienta a revocar el desafuero de Pinochet. Ese es uno de los objetivo de la Mesa de Diálogo, determinado por todo el poder político del sistema. En efecto, la Mesa de Diálogo surge como iniciativa en el momento en que estaban siendo sometidos a proceso 70 oficiales y Pinochet preso en Londres. Y hoy, cuando el sentimiento ciudadano está acompañando el accionar de los tribunales de justicia -todas las encuestas sobre el tema han señalado que el 70% de la población quiere justicia-, se impone la maniobra política del acuerdo de punto final. Es muy sintomática la alegría de la derecha y del pinochetismo, de fuera y dentro de la Concertación, frente al acuerdo y la aprobación de la Ley de Secreto Profesional.

BUSCAR OSAMENTAS Y PROTEGER A LOS ASESINOS

Es indudable que la nueva forma de punto final influirá en el destino de otros procesos. El objetivo de la Mesa de Diálogo es -como Pamela Pereira y los otros abogados de la Concertación lo han dicho- poner fin al tema de los DD.HH. Ahora, ¿cuál es su solución?: terminar con la figura del secuestro. Para asesinos y cómplices, ellos están muertos, y lo único que corresponde es la aplicación de la amnistía. Así, la tarea de la clase política, de las cúpulas castrenses y demás poderes fácticos es buscar osamentas, para sepultar la tesis del secuestro. Los ministros en visita tendrán una labor arqueológica. Van a recoger testimonios de sus propios asesinos, hora amparados amparados en el secreto profesional. No se tendrá ninguna posibilidad de conocer quiénes son esos criminales. Los jueces se va a dedicar a constatar (incluso existe la posibilidad que determinen también presunciones de muerte). Se hacen los entierros correspondientes, y no va a haber a quién investigar, porque no se va a saber la identidad de nadie.

El contenido de la declaración de la mesa está lleno de eufemismos y frases rebuscadas. Detrás de todo eso se esconde el punto final. No habrá justicia, y se satisfacen, además, los fines de los que han llamado a "la necesidad de mirar hacia el futuro". ¿Cómo se va a mirar hacia el futuro, poniendo término a la transición mediante una ley de punto final que consagra la impunidad? Es una vergüenza. El Chile del futuro, que se desea legar a las nuevas generaciones, exige que se esclarezcan los crímenes, se sancione a los culpables, no va ser realidad por la inconsecuencia de quienes traicionan a sus propios muertos.

El proyecto de ley sobre "secreto profesional" es la expresión política del gobierno de Lagos de aplicar la ley de amnistía. El localizar el paradero de los restos de detenidos desaparecidos, incluso se relativiza y se rebaja el rango de la exigencia. En efecto, es posible que la tesis del secuestro permanente se revierta y se aplique a todos los casos de detenidos desaparecidos, como se hizo hasta hace dos años. Lo más grave es que se revierta en los casos de homicidio calificado, ejecuciones políticas, en que los cuerpos fueron entregados. Con la nueva ley Lagos, se anula la tesis del secuestro y se establece la impunidad total. En efecto, con el acuerdo y la ley Lagos del secreto profesional se reduce el tema de los DD.HH a la aparición de osamentas. No se habla de los ejecutados, de los presos políticos, de la tortura. No sólo se restringen las exigencias al rango mínimo. Hay, también, siniestras maniobras de personeros de la mesa, como es el caso de la abogada Pamela Pereira (PS), de manipular a familiares que están fuera de la Agrupación para mostrarlos como legitimadores de las falaces conclusiones de punto final. Eso demuestra que no tiene límite la mentira sincronizada de los negociadores y defensores de la impunidad. Además, es de enorme gravedad que se reduzca el tema de las violaciones de los DD.HH., porque en dictadura se cometieron crímenes que no fueron sólo desapariciones. Hubo ejecuciones, trato inhumano a los presos políticos, detenciones ilegales, allanamientos, exilio, exoneraciones, etc.

AL IGUAL QUE EN DICTADURA

Después de tantos años, se inaugura un monumento al Presidente Salvador Allende, frente al edificio donde entregó su vida por fidelidad, valor y amor al pueblo. Es un hecho digno de destacar y valorar, aunque el acto haya sido empañado por la actitud excluyente que dejó fuera tanto al PC como a ex ministros del Gobierno Popular. Así se retrocede a tiempos de la dictadura. Allende y sus más consecuentes partidarios fueron permanentemente denigrados (Plan Z , Libro Blanco, bandos militares, montajes televisivos, etc.. Durante 17 años de dictadura se hizo la más falaz y grotesca tergiversación de la historia y de la figura de Allende. En el presente, con el acuerdo de la llamada mesa de diálogo y el discurso del Presidente Lagos se pretendió nuevamente imponer una visión grotesca de lo sucedido a contar del 11 de septiembre. En efecto, por una parte, se niega el carácter del golpe militar y se lo reduce a "hechos del 11 de septiembre". Pero son millones los seres humanos que recuerdan que fue en es fecha, cuando las FF.AA, mediante una conspiración financiada desde EE.UU., consumaron el golpe de Estado contra un gobierno constitucional.

Sin embargo, Lagos pretende que "no hay historia oficial", con lo cual intenta negar la capacidad de conocer, analizar y concluir sobre hechos reales: el genocidio iniciado con el golpe militar del 73. Esta censura de la realidad histórica trata de ocultar las resoluciones de organismos internacionales, las 16 condenas a la dictadura por la Asamblea General de la ONU. Lagos niega lo sucedido en Chile: un golpe militar, sucedido por genocidio, terrorismo de Estado, tortura, secuestro que conforman crímenes de lesa humanidad. En cambio, establecer que fue "la espiral de violencia de los años 60" la que creó las condiciones para el golpe militar es una falacia que sólo pretende justificar que la dictadura era inevitable por la "espiral" de violencia. Además, Lagos afirma que el "extravío" de todos llevó "al hecho" del 11 de septiembre y, por lo tanto, que el gobierno de Allende fue parte de ese "extravío". O sea, que Pinochet tenía razón. Ante esa mentira callan los renovados de hoy, integrantes del gobierno del gobierno de Allende en el ayer. Una gran mentira e hipocresía para blanquear a los golpistas y criminales Por eso han aprobado una ley que impone el llamado "secreto profesional", asunto que debilita la vía jurídica, protege a los culpables y fortalece la ley de amnistía impuesta por Pinochet. El gobierno y el parlamento, salvo muy honrosas excepciones, asumen toda la responsabilidad de este paso antidemocrático.

Pese a las maniobras publicitarias, el gobierno no pudo dejar totalmente al margen de la inauguración del monumento a quienes continúan defendiendo las ideas que postuló Allende ni tampoco logró imponer la nueva imagen a los responsables de las violaciones a los DD.HH, que la Mesa de Diálogo y la Ley Lagos han diseñado para los criminales. Los intentos del gobierno y de Isabel Allende por minimizar la protesta ocurridas en el transcurso de la inauguración del monumento a Allende y la exclusión de los dirigentes del PC, han fracasado. Las manifestaciones, de no sólo comunistas, fueron de rechazo a los negociados y a su ley del secreto profesional, como también por las falacias que sobre Allende que expresaron los oradores a excepción de José Bono ( presidente de la Junta de Castilla de la Mancha), que homenajeó a Víctor Jara, Neruda, Orlando Letelier y Prats, aseverando que Alllende "es ejemplo, es valladar de coraje, de dignidad, en el que se estrellan todos los políticos corruptos del mundo. En Allende se estrellan todos los golpistas con uniforme o sin él, que invocan vergonzosamente la patria para enriquecerse a costa de sus compatriotas". En efecto, los discursos, que nadie escuchó por las pifias, se centraron en el "nuevo clima de reconciliación" alcanzado tras los acuerdos de la mesa, especialmente en los discursos de Ricardo Núñez (presidente del PS), que pidió perdón por los "errores" de la Unidad Popular, y de Lagos que insistió en que la justicia la ven sólo los tribunales, sin hacer alusión a "los mensajes" de la mesa de diálogo, de su ley de secreto y de los parlamentarios del oficialismo y de la derecha para asegurar la impunidad a los criminales. Mientras que la hija de Allende, Isabel, recordó a su padre como un "idealista" y afirmó que los "errores" de su gobierno, "influyeron sin duda en el golpe de Estado". Con razón, el reciente fallecido Mario Palestro afirmó en una oportunidad que ella nunca había sido socialista y sí contraria al gobierno de la Unidad Popular.

Pero continúa desarrollándose la lucha contra la impunidad. Miles de correos electrónicos desde todo el mundo, han desatado la solidaridad internacional, mientras en Chile diversas acciones de rechazo a la ley de impunidad comienzan a realizarse. En tribunales, en tanto, siguen acumulándose querellas contra el dictador, mientras sigue avanzando el Caso Prats, con la presencia de la jueza Argentina María Servini de Cubría en los interrogatorios a Raúl y Jorge Iturriaga Neumann y José Zará, al que también concurrió en forma "voluntaria" Sergio Arellano Stark. Finalmente, se han iniciado los alegatos por el desafuero de Pinochet en la Corte Suprema. La relatora de Pleno, Gloria Ana Chevesich, da cuenta del expediente del proceso. La relación podría durar uno o dos días, y acto seguido comenzarán los alegatos, y que de seguir los propios lineamientos de la Corte Suprema sobre la ley de amnistía y el secuestro permanente deberían concluir con la ratificación del desafuero, siempre que la justicia no toma en cuenta los "mensajes" del gobierno y los militares, obviando la interpretación actual de las leyes y desconociendo los tratados internacionales que ha firmado Chile. Si triunfa la impunidad y los intentos por torcer la historia reciente de Chile, es seguro es que, junto a los familiares de las víctimas, seguirá la lucha de los consecuentes sectores populares para imponer sanciones a los asesinos del período dictatorial y a todos sus cómplices.

From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.ramon@numerica.it
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