Senador explica su voto contra el acuerdo de la Mesa de Diálogo
Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 15 de Julio, 2000. Chl - Senador democratacristiano explica su voto contrario al acuerdo de
la Mesa de Diálogo.
Equipo Nizkor. Derechos Human Rights. Serpaj Europa.
Información.
SENADOR DEMOCRATACRISTIANO EXPLICA PORQUÉ VOTÓ EN CONTRA DE LA LEY DE SECRETO
PROFESIONAL DERIVADA DE LA MESA DE DIÁLOGO.
Lo denunció el senador oficialista Jorge Lavandero Dijo que la dictadura
exhumó los restos de otros 800 secuestrados, y que los escondieron Las FF. AA.
acaban de comprometerse a entregar información.
El senador democratacristiano Jorge Lavandero denunció ayer que los detenidos
desaparecidos que dejó la dictadura de Pinochet no son 1. 200, como lo estableció
el informe oficial confeccionado en 1991 por la Comisión Rettig, sino más de dos
mil y que el 60% de ellos fue arrojado al mar y otro alto porcentaje exhumado en
1988 para impedir la ubicación de sus restos.
La información le habría sido entregada por dos ex agentes de los servicios
secretos y de inteligencia del régimen militar en el curso de una investigación
que la Comisión de Derechos Humanos del Senado -que él presidió- realizó hace
dos años.
Las exhumaciones de cerca de 800 restos de desaparecidos las habrían llevado a
cabo los mismos autores de esos entierros clandestinos en 1988, casi dos años
antes de que los militares entregaran el poder. Los oficiales que habrían dado
las órdenes para las ejecuciones y entierros desconocerían por tanto el destino
final de los restos de las víctimas.
Lavandero hizo la denuncia al justificar el por qué votó en contra de la ley que
establece el secreto o la reserva de su identidad para quienes proporcionen
información sobre el paradero de los desaparecidos, y que fue el resultado del
compromiso adquirido por las Fuerzas Armadas en la "Mesa de Diálogo". Esa
instancia, integrada por representantes de las Fuerzas Armadas y abogados
emblemáticos de derechos humanos, entregó un acuerdo en el que por primera vez
desde el fin de la dictadura hace diez años los militares reconocieron la
existencia de los detenidos
desaparecidos y se comprometieron ante el país a entregar la ubicación de sus
restos en un período de seis meses. El plazo comenzó a correr hace una semana,
cuando fue publicada en el
Diario Oficial la ley que consagra el secreto para quienes proporcionen la
información.
La denuncia de Lavandero arroja nuevas dudas sobre el éxito que podrán tener las
Fuerzas Armadas en el compromiso adquirido y que conlleva el riesgo de su
credibilidad y honor institucional. Para Lavandero, si los desaparecidos son más
de dos mil sería "impresentable que tras la aprobación de la ley del secreto
profesional se encontraran sólo cien o doscientos cuerpos".
Las dos revelaciones de Lavandero, sobre el lanzamiento de cuerpos al mar y
exhumaciones ilegales, no son nuevas. En 1984, Andrés Valenzuela, agente de los
servicios secretos y miembro de la Fuerza Aérea, denunció a esta corresponsal:
"En 1975, uno de los helicópteros que participó en esto llegó a la Base Aérea de
Colina y sacaron en mi presencia a cerca de 15 detenidos. Era un helicóptero de
la FACH, pero en ese tiempo trabajábamos en conjunto con el Servicio de
Inteligencia del Ejército. Lo que se dijo al regreso del aparato era que los
habían lanzado al mar,
tengo entendido que frente a San Antonio. Incluso después, uno de los agentes
que participó, ''Fifo'' (Adolfo Palma Ramírez), me contó que los detenidos no
iban muertos, sólo drogados, porque uno de ellos había despertado y habían
tenido que pegarle un garrotazo. Antes de lanzarlos al mar, tres comandos del
ejército que participaron de la operación, les abrían el estómago con
sus corvos para que no flotaran y se hundieran".
Una nueva denuncia al respecto la hizo el hijo del general Manuel Contreras, ex
jefe de la DINA, el principal organismo represor de Pinochet, actualmente preso
en Punta Peuco por su participación en el asesinato del ex canciller de Allende,
Orlando Letelier. "Mamito", como le dicen al hijo de Contreras, dijo que según
la información que le había entregado su padre, alrededor de mil cadáveres de
detenidos desaparecidos habían sido desenterrados de sus fosas clandestinas y
tirados al mar "para borrar todo rastro de los crímenes cometidos por el régimen
militar".
La acción se habría ejecutado en 1990, poco después que asumió el poder Patricio
Aylwin, ante el temor de que con la recuperación de la democracia los familiares
de las víctimas y el gobierno
reabrieran los juicios de detenidos desaparecidos. La acción se habría hecho en
fosas cavadas en el interior de recintos militares.
Poco después fue un oficial en retiro, Olaguier Benavente, el que entregó nuevos
antecedentes. En junio de 1999 éste reveló que el oficial Antonio Palomo, uno de
sus subalternos en Cauquenes y quien llegó a ser el piloto favorito de Pinochet
en todos sus desplazamientos, le confesó haber participado en el lanzamiento al
mar y sobre las altas cumbres cordilleranas cuerpos de detenidos desaparecidos.
Dijo además que Palomo le explicó que éste era uno de los secretos mejor
guardados hasta ahora por los ex agentes de los servicios secretos.
Los dichos de Benavente impactaron por tratarse éste de un represor. Fue el
responsable del fusilamiento en septiembre de 1973 del intendente de Talca, un
destacado militante socialista. Y
Palomo, un oficial de alto rango, ya que llegó a ser el jefe del Comando de
Aviación del Ejército en 1983 y agregado militar en Francia en 1986. Su retiro
de las filas quedó registrado en 1990.
[Fuente: MONICA GONZALEZ. Santiago. Especial para Diario Clarín, Buenos Aires,
Argentina, 14jul00]
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