Ponencia de Elias Letelier-Ruz en el Encuentro Antiimperialista
Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 22 de Julio, 2000. Encuentro Antiimperialista: Ponencia de Elias Letelier-Ruz
A seguir se reproduce la introducción de la ponencia de Elías Letelier-Ruz
al Encuentro Antiimperialista "No a la Globalización! De Seattle a S.
Vicente, Avanza la Rebelión Contra el Imperio de la Injusticia!", que se
desarrollará en Assisi (Italia), del 30 de Julio al 6 de Agosto. Vale la
pena sobrayar que este escrito formará parte del material publicado en las
actas del Encuentro.
"Seguridad Política y Seguridad Estratégica"
Por Elías Letelier-Ruz
1. Introducción a la historia del movimiento obrero en Chile
A. Palabras preliminares
Al tener que referirme a los cambios que nos han impuesto las
comunicaciones actuales, considero imprescindible citar las proezas que
otros seres humanos realizaron, en otros tiempos, para que nos sirvan de
modelo de lucha y organización. Sin ser historiador, pese que mi poesía es
un instrumento de la historia, me veo en la obligación de hacer una breve
reseña sobre un aspecto del movimiento obrero en Chile, haciendo un
paralelo entre el desafío que constituyó la prensa para este movimiento, y
lo que es para nosotros la Internet. Creo que es fundamental detenerse ante
los mecanismos que estos trabajadores crearon para defender sus intereses y
conquistar un mundo mejor, especialmente hoy, cuando la izquierda sufre una
fuerte depresión ideológica.
B. La creación
Las expresiones del arte no son patrimonios de una sociedad económica, ni
de una organización política que cree saber el camino de la verdad, aunque
aquellos que interpreten el sentir social, sean producto de esa misma
realidad. El arte es una expresión natural o cognoscitiva que se manifiesta
en los diferentes estadios donde labora, vive y recrea el ser humano. Desde
la actitud espontánea al tararear una melodía, a la necesidad de expresar
los estados mentales de la realidad, a través de formas estéticas que
demandan la elaboración de complejas psicoestructuras para poder describir
o retratar el mundo circundante, son expresiones naturales que celebran la
libertad del ser humano.
Todas estas expresiones viven bajo el asedio y se ven condicionadas por el
dinero, ya sea mediante modelos de pensar, vestir, caminar, cantar, pintar
y escribir, o las otras tantas formas de recrear el mundo inmediato. El
objetivo es condicionar al ser humano a cierto estado y modelo de vida que
obedezca a las necesidades de un patrón económico específico, negándole su
libertad y derecho a soñar.
C. El despertar de los trabajadores
Lo modelos de explotación establecen marcados hábitos de conducta y formas
de vivir que se transforman en tipos culturales, llevando al explotado a
sumirse en un naturaleza de mercancías que lo enajena de su propia
identidad, transformándolo en esclavo de un modelo que lo sume y consume
como un mero carburante de producción.
Para salir de la miseria que imponen los grandes humanistas propietarios de
los recursos y medios de producción, el trabajador se organiza entre los
trabajadores y juntos, sueñan y elaboran mecanismos de defensa que les
permita defender sus intereses de explotados. No es extraño que durante la
gestación del movimiento obrero en Chile, la lucha se diera en torno a
establecer cambios culturales, no negándolos, sino que remplazando las
oprobiosas expresiones impuestas por el capital, por otras que obedecieran
a las necesidades de los trabajadores. Para ello, después de las grandes
luchas orales, los trabajadores establecieron organizaciones mutualistas
que tenían como fin promover un nivel de estructura que les permitiera una
mejor defensa de la libertad.
Es así, que después de muchos intentos de organización, con el perfil de
organización mutualista, se crea en el año 1909, la Federación Obrera de
Chile (F. O. Ch). Se adhieren a esta nueva institución las Uniones gremiales
que representan a los diversos sectores en que laboran los trabajadores.
Los marítimos, los ferroviarios, los mineros, etc., se encuentran
representados en la Federación Obrera de Chile
"La gran fuerza que anhelamos desarrollar no es para violentar y aplastar a
nadie, es a mi juicio para crear la nueva sociedad que ha de libertar a
capitalistas y obreros de la esclavitud del régimen en que viven, no
aplastando a una clase, sino construyendo con su actividad, su fuerza, su
inteligencia, elementos constructivos de la nueva sociedad libre... " [Luis
Emilio Recabarren. El Pensamiento de Recabarren. Santiago, ed. Austral,
1971. II, Pág. 117]
Es en el norte de Chile, donde se encontraban los grandes yacimientos de
nitrato y minerales. Allí, después de la Guerra del Pacífico, se abrieron
grandes centros industriales, formándose densas poblaciones obreras,
mientras que en el centro del país, la industria manufacturera, producto
de la explotación en el norte, comenzaba a adquirir un despegue económico.
Fueron importantes los primeros niveles de organización de los obreros.
Aquí se reconocen como hermanos de clase y dedican a intercambiar
informaciones que les permiten conocer lo que sucede en otros recintos
laborales. Los obreros realizaban actividades de carácter colectivo donde
se introducían textos recitados, pequeñas obras de teatro, cantos populares
y otras expresiones. Estas manifestaciones denunciaban el maltrato que
recibían, como también el placer de descubrirse unidos, en una misma lucha
por la libertad. Los trabajadores despertaban así, una conciencia como
necesidad de identificación y que se imitaba en otros centros de labor.
"La educación, cada vez más desarrollada y más completa irá elevando la
cultura de los individuos y de la sociedad, contribuirá, mientras más
avancemos, hacia el porvenir a dotar a cada individuo y, cada sociedad de
una perfecta noción del derecho de la libertad" [Oc. Tomo I, pág 70]
La transmisión oral había llegado a su limite, se tenía que avanzar bajo un
modelo inequívoco y que no desvirtuara el pensamiento que alimentaban los
nuevos requerimientos de cambio de los trabajadores. Aquí, la necesidad de
comunicación impuso el primer cambio cultural a los obreros, quienes ya se
preparaban para asumir los desafíos de la nueva empresa. Si bien, el
primer cambio cultural lo establecen cuando se deciden a actuar en defensa
de sus intereses, en nuestro caso, tal acción se realiza cuando rompen con
la trasmisión oral y adquieren medios de prensa.
Durante todo este proceso, ya existía el espionaje organizado. Los patrones
se encargaban de monitorear el movimiento de las masas obreras,
intercambiando información por favoritismos. Esto llevó muchos intentos de
organización a que fallaran en su gestación y que los que incitaban a estos
niveles de desafío fueran perseguidos. La persecución variaba desde una
mera reprimenda laboral a una golpiza en la oscuridad; desde la perdida del
trabajo y el despojo de los pequeños vienes, a la muerte accidental o el
tiro a mansalva. Es importante destacar que las policías privadas de estas
empresas constituían una amenaza directa para los trabajadores.
En la medida que avanzaba el desarrollo orgánico de los obreros, quienes
creaban redes orales que se extendían a través del desierto, llegando con
cierto retardo a cubrir todo el país, se vieron enfrentados al soplonaje
que les minaba considerablemente el desarrollo.
El espionaje que realizan las compañías y el Estado, impusieron a los
obreros complejas astucias y niveles operativos que los llevaron a crear
mecanismos de defensa adecuados para tal fin. Era normal que en una
sociedad de extrema pobreza existieran los soplones, pues estos consuetas
de los Jefes, desesperados ante el sufrimiento, sólo ven esta salida a la
miseria que viven. Pero fue el estudio y reconocimiento de esta
manifestación anti-obrera lo que llevó a establecer niveles de
clandestinidad que transformaron en sombras entre las sombras los primeros
pasos de la lucha obrera. Todo no fue fácil, ante las demandas organizadas
con carácter general, el Estado, bajo la presión del capital, respondió
masacrando a grandes masas obreras, incluyendo las mujeres y los niños.
D. La prensa obrera
El estado de conciencia de la masa obrera fue adquiriendo un nivel técnico
que los empujo a aprender el manejo de los medios de comunicación. Pero, no
bastaba con crear medios de información, sino que también fue necesario que
los trabajadores crearan programas de alfabetización, los cuales estaban
compuestos por otros trabajadores que, después de las largas jornadas de
trabajo, se reunían con los analfabetos para que aprendieran a leer y
pudieran comprender mejor a otros obreros que, en otras parte de la tierra
se batían por defender los mismos derechos.
La imprenta obrera fue un valioso instrumento que cambió los métodos de
lucha de los trabajadores. Aquí se fue mostrando en forma didáctica la
explotación y al mismo tiempo, dando las posibilidades de organización que
permitieron al trabajador tomar iniciativas que invitaban a recrear su
realidad, creándose un fuerte contingente de intelectuales obreros, que
después se transformarían en el pilar ideológico del país.
"La prensa es un arma poderosa y los socialistas tienen un gran cariño por
la prensa y gastan gran actividad para su progreso. Desde las columnas de
la prensa el socialismo hace notar gráficamente los absurdos y defectos
monstruosos que existen todavía en el día de hoy amparados por la sociedad
burguesa y adoptados como costumbres. " [Oc. Tomo I, pág. 72]
El Estado, preocupado por la conciencia que adquirían los trabajadores,
actuó con inmediata y firme decisión: Clausuraban las imprentas obreras,
perseguían a sus redactores, y en muchos casos, cuando los obreros
descubrían que la autoridad vendría a requisar sus valiosos instrumentos de
liberación, desarmaban las pequeñas imprentas y cada obrero se llevaba una
pieza para esconderla en su casa. Después que los aparatos inquisidores se
retiraban, ellos volvían a instalar las máquinas, en otros lugares, para
continuar con la necesidad de defender sus derechos y poder llegar a todos
los trabajadores.
"Procuraremos obtener todo los que aspiramos por la fuerza de la razón,
pero, si los oídos de los dirigentes se quedan sordos, haremos sentir
entonces el efecto que produce la razón de fuerza, sin vacilaciones y al
precio que las circunstancias lo requieran" [El Trabajo. Tocopilla, 18
de julio 1903]
Para establecer la creación de medios de prensa obrera, los trabajadores
alcanzaron a reunir grandes sumas de dinero, mediante actividades en
beneficio al desarrollo del trabajo comunicacional.
"La prensa nace a la vida del periodismo obrero con el propósito de
analizar..., la emancipación de las clases oprimidas... No ha habido un
solo diario que haya dicho o que haya sabido interpretar nuestros
propósitos con las alturas de mira... " [La Democracia, Santiago 14 de
diciembre 1900]
No tiene importancia tratar de analizar las tendencias ideológicas que se
fraguaban al calor de la emancipación de la clase trabajadora, lo
importante es que estas constituían un despertar y como todos los
despertares, imponía direcciones ideologías en todos los sentidos, pero lo
más importantes, es que todas tenían una misma preocupación.
"Queremos que todos contribuyan, en las diversas aspiraciones de cada cual,
a dar cima con los propósitos que nos son comunes. El deber de la prensa
obrera supone rebatir ideas del adversario o del enemigo. " [La Democracia,
Santiago 7 de abril 1901]
E. Formación de cuadros políticos
Unas de las preocupaciones que se planteaban en la labor de defensa de sus
necesidades, fue el compromiso de defender esos derechos, poniendo fin a
las actitudes voluntariosas, las cuales, por su género, se transformaban en
expresiones impredecibles que no permitían establecer programas de trabajos
adecuados a la necesidad. Por otro lado, tales expresiones de voluntad
espontánea, eran una expresión carente de conciencia social por cuanto
negaban el compromiso real del obrero para con la lucha que se gestaba.
Insistían en instruir al trabajador, quien llegaba a establecer una
conciencia que revitalizaba a las organizaciones obreras.
Tuvieron que enfrentar muchas batallas y este fenómeno ha sido
acuciosamente estudiado por los responsables de esta área de estudio,
llevándolos a establecer interesantes teorías sobre la vida de los obreros,
y que no dejan de sorprender.
Al referirnos al movimiento obrero en Chile, sin dudas que nos encontramos
frente a un gran evento histórico, que constituye un legado trascendental
en la vida política y desarrollo social de los chilenos, especialmente
cuando este movimiento se sostuvo bajo un carácter autodidacta y cambió
para siempre la geografía política de Chile.
Uno de los aspectos fundamentales de la formación del movimiento obrero en
Chile, es que estaba compuesto por obreros y no por una elite obrerista o
intelectuales que asumían posturas obreristas, Fueron los obreros quienes
dieron identidad a su organización y para ellos crearon los medios
adecuados que les permitiera establecer un mecanismo de denuncia y defensa
de sus intereses.
Cuando se habla de educación y formación de los trabajadores en Chile, no
se puede omitir la más importante figura de los trabajadores, a un hombre
creado por ellos y que dedicó sus sueños en torno a defender al obrero de
su tiempo, don Luis Emilio Recabarren. Había que educarse, para eso crearon
las sociedades mutualistas; había que crear instancias superiores de
organización, para esos se crearon los gremios y el sindicalismo; había que
defenderse, para eso crearon las huelgas organizadas como arma de lucha;
había que establecer transformaciones sociales, para eso crearon el
cooperativismo, el que fue una gran instancia revolucionaria con el
objetivo que apuntaba a socavar desde el interior del sistema las
estructuras económicas y políticas.
"Y no fui sabio,
ni Mesías,
ni el padre de Chile,
ni el padre de la lucha,
sino,
una urna obrera
que buscó respuesta en voz alta,
y puso nombre a cada sollozo.
Y pienso, finalmente,
ahora que he muerto,
que alguna vez un niño,
vestido de niño,
con risa de niño,
me amará;
sin temor
a que la luz desaparezca
en medio de su canto. " (*)
(*) [Letelier-Ruz, Elias. Symphony: Recabarren Saluda a la flecha. Dorion,
Quebec: Ed. The Muses' Company 1988 English\Castellan edition, trans. Ken
Norris]
Don Luis Emilio Recabarren, guía de la conciencia nacional de Chile, supo
instituir, junto a los trabajadores, una heroica lucha de liberación de los
explotados chilenos, la que terminó por politizar la conciencia laboral, en
un modelo de lucha a recrear, guardando ante estos nuevos desafíos, la
estricta identidad de grupo y nación.
F. El concepto tecnológico como modelo
Si tenemos que hacer un alto para poder comprender lo que hoy acontece con
las comunicaciones, sin dudas que debemos recular, calmar las pasiones y
mirar la historia de la humanidad para buscar ejemplos que puedan servirnos
de modelos que podamos adaptar a nuestra realidad.
El siglo XX se inicia con la imprenta, sin bien la imprenta data de los
tiempos de Gutenberg. esta, era propiedad de la burguesía y hasta la fecha
sólo obedecía a esas necesidades. El mismo siglo concluye con la revolución
tecnológica de la Internet, pero al igual que la imprenta, en su inicio es
de dominio exclusivo de la burguesía y las clases pobres acomodadas, salvo
raras acepciones. Este es un siglo que establece un medio de comunicación
que aísla, al acentuar las diferencias de clases, equivale al rol del
teléfono en los años cincuenta.
El fenómeno, concebido bajo el nombre de Internet, fue con el fin de
permitir al comercio la creación de un mercado globalizado y el control
sobre los pobres menos pobres. Toda esta actividad, se desarrolla mediante
una dependencia económica, ahora, no con los salarios miserables, sino que
a través del crédito. El trabajador actual se transforma en esclavo de las
compañías de crédito y tiene que trabajar para pagar los grandes intereses
que estas compañías imponen. Curiosamente, desde finales del siglo XIX,
este modelo, sin Internet, se había creado en las oficinas salitreras,
donde al trabajador se le pagaba con vales de mercancía que tenía que
canjear en los almacenes que eran propiedad de las mismas compañías
(pulperías). Estos vales, "Economía es Riqueza", no alcanzaban a cubrir las
necesidades del obrero, quien también tenía que pagar otros productos que
recibía a crédito durante el mes de trabajo, para poder subsistir. En
conclusión, los obreros pertenecían a las compañías y no podían abandonar
sus sitios laborales hasta que no pagaran sus deudas.
Hoy, al igual que en los viejos tiempos de las salitreras, el trabajador
pobre y el menos pobre han perdido la libertad y transformado en propiedad
de los bancos, los que también son propiedad de las transnacionales.
La Internet ofrece las mismas garantías a los trabajadores del mundo, pero
solo a aquellos que pueden comprar un aparato de computación que les
permita entrar al mercado, estableciéndose así, que comprar un computador
implica poseer una situación con cierta solvencia económica, transformando
al que compra, en un potencial cliente que terminará siervo de las
multinacionales.
Los recursos económicos de un trabajador no permiten el acceso a la compra
de un computador, como tampoco incurrir en los gastos de comunicaciones que
implican, pero, para más desgracia, tampoco posee el acceso al conocimiento
que le permita desarrollar una conciencia en torno al empleo y manejo de
estos equipos de comunicaciones y trabajo. El acceso a la Internet en los
países pobres es un lujo muy oneroso.
La imprenta del 1900, se componía de maquinaria que imponían al trabajador
el aprendizaje de metalurgia, electricidad, química; se tenía que conocer
las características y principios de la tinta, las texturas y calidades del
papel; había que realizar instalaciones eléctricas que alimentaran a las
prensas y regularan los voltajes adecuados para su funcionamiento, como
también, había que hacer funcionar la Linotipia, la cual creaba líneas
completas de tipografía para agilizar la fabricación de los artículos.
Aquí, en el crisol se fundían los metales, se aliaban y lentamente se iba
deletreando las aspiraciones de los desposeídos. La Linotipia fue para la
imprenta, lo que hoy es el proveedor de redes para el computador doméstico.
Hoy nos vemos enfrentados a una tecnología que nos obliga a estudiar los
diferentes lenguajes que se han desarrollado para tales fines. Desde la
rudimentaria creación de documentos en formato HTML a los lenguajes y
sub-lenguajes Perl, C, C++, AppleScript, Python, Tcl, Unix Shell, Visual
Basic, java, etc. sin tomar en consideración los múltiples programas que
permiten ejecutar las funciones básicas de los ordenadores.
A diferencia de la imprenta, donde se asocia una imagen a un objeto, la
nueva tecnología posee un nivel de abstracción multidimencional que
dificulta el aprendizaje. No es posible explicar a un ser humano el
funcionamiento de la Internet y menos, que es un ordenador, sin que la
persona se encuentre frente al cuerpo en estudio y pueda experimentar los
niveles de funcionamiento.
Lo que sucede con el devenir del movimiento obrero en Chile, se lo dejo a
los historiadores, pues mi preocupación actual es citar un modelo de
heroicidad que, estoy seguro, es un ejemplo a imitar por todos los seres
humanos libres de pensamiento y honestos de la tierra.
Al hacer un recuento de lo que se le debe al movimiento obrero en Chile, o
a los sostenedores de los diversos partidos de tendencia marxista, sin
lugar a dudas que nuestras conclusiones han de ser destinadas a aplaudir
todo lo que en han ganado los trabajadores para su bienestar.
[continua]....
From: Comité Internacionalista Arco Iris ale.Ramón@numerica.it
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