I. Informe Hinchey: Las actividades de la CIA en Chile
Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Chile, a 6 de Octubre, 2000. Chl/Usa - 1/3 Traducción al español del Informe Hinchey sobre las actividades de la CIA en Chile.
Equipo Nizkor. Derechos Human Rights. Serpaj Europa.
Información 1/3.
NUEVO DOCUMENTO EDITADO POR EL EQUIPO NIZKOR
INFORME HINCHEY SOBRE LAS ACTIVIDADES DE LA CIA EN CHILE.
http://www.derechos.org/nizkor/Chile/doc/hinchey-e.html
Informe Hinchey.
ASUNTO: Actividades de la CIA en Chile.
18 de septiembre de 2000.
RESUMEN DE LAS FUENTES/METODOLOGÍA.
En respuesta a la Sección 311 de la Ley de Autorización en Materia de
Inteligencia (Intelligence Authorization Act) para el Año Fiscal 2000 (de aquí
en adelante "Enmienda Hinchey"), la Comunidad de Inteligencia (CI), dirigida por
el Consejo Nacional de Inteligencia, revisó una serie de archivos relevantes de
la CIA de ese período, básicamente a partir de recientes búsquedas documentales;
estudió gran número de informes del Congreso concernientes a las actividades en
Chile en los años 60 y 70; leyó las memorias de figuras clave, incluidas las de
Richard Nixon y Henry Kissinger; revisó el archivo histórico oral de la CIA que
se encuentra en el Centro de Estudios de Inteligencia; y, consultó a
funcionarios de inteligencia en retiro que estuvieron directamente involucrados.
Esta amplia base de información otorga una gran fiabilidad a nuestras respuestas
a las tres preguntas que se transcriben más abajo. Sin embargo, el cuerpo del
informe ofrece un detalle mucho mayor en lo que constituye un esfuerzo para
contar la historia de la intervención de la CIA y ubica las respuestas en su
adecuado contexto histórico. La Comisión Electa para el Estudio de Operaciones
Gubernamentales concernientes a Actividades de Inteligencia , la Comisión
Church, llevó a cabo en 1975 una minuciosa revisión de documentación y
entrevistas, elaborando un informe que constituye todavía un análisis
comprensivo de las actividades de la CIA en Chile en el período comprendido
entre 1963 y 1973.
La respuesta de la CIA a la Enmienda Hinchey ha de verse como un esfuerzo de
buena fe de responder de forma no clasificada a las tres preguntas y no como la
historia definitiva de las actividades de los Estados Unidos en Chile a lo largo
de los 30 últimos años.
RESUMEN DE LAS RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS.
1. P. Todas las actividades de funcionarios, agentes y empleados de todos los
elementos de la Comunidad de Inteligencia respecto del asesinato del Presidente
Salvador Allende en septiembre de 1973.
R. No hallamos información alguna -tampoco lo hizo la Comisión Church- en el
sentido de que la CIA o la Comunidad de Inteligencia estuvieran involucradas en
la muerte del Presidente chileno Salvador Allende. Se cree que se suicidó a
medida que los dirigentes del golpe le cercaban. El mayor esfuerzo de la CIA
contra Allende se produjo antes, en 1970, en el fracasado intento de bloquear su
elección y ascenso a la presidencia. Con todo, la ya larga hostilidad de la
administración USA contra Allende y su anterior estímulo a un golpe militar en
su contra, eran bien conocidos por los conspiradores golpistas, quienes
eventualmente actuarían por su cuenta para expulsarle.
2. P. Todas las actividades de funcionarios, agentes encubiertos y empleados de
todos los elementos de la Comunidad de Inteligencia respecto del ascenso del
General Augusto Pinochet a la presidencia de la República de Chile.
R. La CIA apoyó activamente a la Junta Militar tras el derrocamiento de Allende
pero no ayudó a Pinochet a asumir la presidencia. De hecho, muchos funcionarios
de la CIA compartían amplias reservas albergadas en los Estados Unidos respecto
de la enconada persecución del poder por parte de Pinochet.
3. P. Todas las actividades de funcionarios, agentes encubiertos y empleados de
todos los elementos de la Comunidad de Inteligencia respecto de las violaciones
de los derechos humanos cometidas por oficiales o agentes del ex Presidente
Pinochet.
R. Muchos de los oficiales de Pinochet estuvieron involucrados en abusos
sistemáticos y generalizados a los derechos humanos tras la caída de Allende.
Algunos de éstos fueron informantes o agentes de la CIA o del ejército de los
Estados Unidos. La CI siguió instrucciones de informar de tales abusos y
advirtió a sus agentes chilenos contra este tipo de conducta. Las normas más
estrictas de la actualidad en lo que a informes se refiere no estaban en vigor
en aquel entonces, y, si lo hubieran estado, suponemos que muchos agentes
hubieran sido despedidos.
DEBATE.
En los años '60 y a principios de los '70, la CIA llevó a cabo proyectos
específicos de actividades encubiertas en Chile como parte de la política del
Gobierno de los Estados Unidos para intentar influir en los acontecimientos de
Chile. Aquellos aquí reconocidos aparecen descritos más abajo. El objetivo
arrollador -firmemente anclado en la política de este período- era desacreditar
a los líderes políticos marxistas leninistas, especialmente al Dr. Salvador
Allende, y fortalecer y animar a sus oponentes civiles y militares para que les
impidieran llegar al poder.
Panorama de las actividades encubiertas.
Bajo la dirección de la Casa Blanca y los comités de coordinación de política
inter agencias, la CIA llevó a cabo las actividades encubiertas descritas más
abajo. Consistieron en esfuerzos propagandísticos sostenidos, incluyendo el
apoyo financiero a los mayores medios de comunicación, en contra de Allende y
otros marxistas. Los proyectos de acción política brindaron apoyo a los partidos
políticos elegidos para tal fin antes y después de las elecciones de 1964 y tras
la elección de Allende en 1970.
En abril de 1962, el "Grupo Especial del Panel 5412" ("5412 Panel Special
Group") -un cuerpo del subgabinete encargado de revisar las propuestas de
acciones encubiertas- aprobó una propuesta para llevar a cabo un programa de
ayuda financiera encubierta al Partido Demócrata Cristiano (PDC) en sustento de
la candidatura presidencial de Eduardo Frei en 1964.
Asimismo, en 1962, la CIA comenzó a prestar apoyo a un grupo de acción cívica
que desarrolló diversas actividades de propaganda, incluyendo la distribución de
pósters y panfletos.
En diciembre de 1963, el Grupo 5412 acordó una ayuda económica en un único pago
al Frente Democrático, una coalición de tres partidos que agrupaba de moderados
hasta conservadores, en apoyo a la campaña presidencial del Frente.
En abril de 1964, el Grupo 5412 aprobó un programa de acción política y
propagandística para las entonces próximas elecciones presidenciales de
septiembre de 1964. En mayo de 1964, tras la disolución del Frente Democrático,
la "Comisión 303", sucesora del Grupo 5412, acordó brindar al Partido Radical
ayuda encubierta adicional.
En febrero de 1965, la Comisión 303 aprobó una propuesta para otorgar apoyo
encubierto a los candidatos, seleccionados a tales efectos, a las venideras
elecciones al Congreso.
En 1967 la CIA estableció un mecanismo de propaganda para colocar cuñas en radio
y medios de comunicación.
En julio de 1968, la Comisión 303 aprobó un programa de acción política en apoyo
de candidatos moderados, individuales, que concurrían a las elecciones
legislativas de 1969.
Como resultado de las actividades de propaganda del año 1968, en 1969 la
"Comisión 40" (sucesora de la Comisión 303), aprobó el establecimiento de un
taller de propaganda.
En la campaña para las elecciones presidenciales de 1970, la Comisión 40 ordenó
a la CIA que llevara a cabo "operaciones de sabotaje" para impedir la victoria
de Allende.
Como parte de la estrategia conocida como "Plan de Acción I" y dirigida a
impedir que Allende tomara posesión de su cargo tras las elecciones del 4 de
septiembre, la CIA pretendió influir en la votación que había de hacerse en el
Congreso por requerimiento constitucional, ya que Allende no ganó las elecciones
por mayoría absoluta.
En el marco de la estrategia conocida como "Plan de Acción II", a la CIA se le
ordenó buscar el modo de promover un golpe que impidiera a Allende tomar
posesión del cargo (ver exposición más abajo).
Mientras Allende estaba en la presidencia, la Comisión 40 aprobó la
reorientación de las operaciones del "Plan de Acción I", lo cual, combinado con
un renovado esfuerzo para apoyar al PDC en 1971 y un proyecto para suministrar
ayuda al Partido Nacional y al Partido Radical Democrático en 1972, se tradujo
en la inyección de millones de dólares para fortalecer los partidos políticos de
oposición. La CIA también suministró ayuda a grupos militantes de extrema
derecha para debilitar al Presidente y generar una atmósfera de tensión.
Apoyo al Golpe de 1970.
Bajo el "Plan de Acción II" de la estrategia, la CIA buscaba promover un golpe
que impidiera a Allende tomar posesión del cargo después de que éste obtuviera
la mayoría en las elecciones del 4 de septiembre y antes de que el Congreso
chileno ratificara su victoria, requisito éste derivado de la Constitución al no
haber obtenido una mayoría absoluta. La CIA trabajó con tres grupos diferentes
de conspiradores. Los tres grupos dejaron claro que cualquier golpe requeriría
el secuestro del Comandante del Ejército, Rene Schneider, quien era de la firme
opinión de que la Constitución requería que el Ejército permitiera a Allende
asumir el poder. La CIA estuvo de acuerdo con esta aseveración. Si bien la CIA
suministró armas a uno de los grupos, no hemos hallado información en el sentido
de que la intención de los conspiradores o de la CIA fuera la de asesinar al
General. En un momento posterior se suprimieron los contactos con uno de los
grupos de conspiradores debido a sus tendencias extremistas. La CIA suministró
gas lacrimógeno, subametralladoras y munición al segundo de los grupos. El
tercer grupo intentó secuestrar a Schneider, hiriéndole de muerte en el ataque.
La CIA había animado a este grupo, con anterioridad, a dar un golpe, pero retiró
su apoyo cuatro días antes del ataque porque, conforme a la evaluación hecha por
la Agencia, el grupo no llevaría a cabo la empresa exitosamente.
Conocimiento de la conspiración para el golpe de 1973.
Aunque la CIA no instigó el golpe que terminó con el Gobierno de Allende el 11
de septiembre de 1973, estaba al corriente de la maquinación del mismo por parte
de los militares, tenía relaciones para recabar información de inteligencia con
algunos de los conspiradores, y dado que la CIA no desalentó la toma del poder
por los golpistas y había instigado un golpe en 1970, apareció probablemente
como que lo toleraba.
No había manera de que nadie, incluyendo la CIA, pudiera haber sabido que
Allende rechazaría la oferta de los golpistas de sacarle sano y salvo del país y
de que, en cambio -con el Palacio de la Moneda en llamas y bajo el fuego de los
tanques y el bombardeo de la aviación- optaría por quitarse la vida.
Conocimiento de las violaciones a los derechos humanos.
Los funcionarios de la CIA estaban al corriente e informaron a analistas y
políticos en 1973 que el General Pinochet y las fuerzas que terminaron con el
Gobierno de Allende estaban llevando a cabo una dura campaña en los meses que
siguieron al golpe contra militantes de izquierdas y todos aquellos tenidos por
enemigos políticos. Las actividades de algunos servicios de seguridad hacían
prever un esfuerzo a largo plazo para suprimir a los oponentes. En enero de
1974, a los funcionarios de la CIA y personal a su servicio se les encargó
rendir informes sobre las violaciones de los derechos humanos a manos del
Gobierno chileno.
Nexo con los servicios de seguridad chilenos.
La CIA tenía vínculos relacionales en Chile con el propósito principal de
asegurar la colaboración a la hora de recabar información de inteligencia sobre
blancos externos. La CIA ofreció asesoría a estos servicios en organización
interna y entrenamiento en el combate contra la subversión y el terrorismo desde
el extranjero, no en el combate contra los oponentes internos al Gobierno. La
CIA utilizó también este vínculo para advertir a estos servicios en relación con
los abusos a los derechos humanos en Chile. La comunidad política y la CIA
reconocieron que estas relaciones abrieron la puerta a la posible identificación
de la CIA con las operaciones internas de los servicios de enlace que llevaban
aparejados abusos a los derechos humanos, pero concluyeron que el contacto era
necesario para la misión de la CIA.
Propaganda en apoyo al Régimen de Pinochet.
Tras el golpe de septiembre de 1973, la CIA suspendió la financiación para
nuevas operaciones encubiertas pero continuó con algunos proyectos de propaganda
ya en marcha, incluyendo ayuda para los medios de comunicación comprometidos con
generar una imagen positiva de la Junta Militar. Individuos chilenos que habían
colaborado con la CIA pero que no actuaban bajo la dirección de la misma
contribuyeron a la preparación del "Libro Blanco", un documento con el que se
buscaba justificar el derrocamiento de Allende. Contenía la alegación de que los
militantes de izquierdas tenían un plan secreto, el "Plan Z", para asesinar al
alto mando en los meses anteriores al golpe, cosa que la CIA creyó ser
probablemente una desinformación proveniente de la Junta.
Conocimiento de la "Operación Cóndor".
En el año posterior al golpe, la CIA y otras agencias del Gobierno de los Estado
Unidos estaban al tanto de la existencia de una cooperación bilateral entre los
servicios de inteligencia de la región para el seguimiento de actividades de, y,
al menos en varios casos, asesinar a, oponentes políticos. Esta cooperación
sería la precursora de la Operación Cóndor, un acuerdo establecido en 1975 para
el intercambio de inteligencia entre Chile, Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay.
(Cont. msje. 2/3)
[Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo
Nizkor].
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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