Paramilitares atacan a población visitada por la Misión Campesina Internacional
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 25 de Julio, 2000. Col - Paramilitares atacan a población civil visitada
por la Misión Campesina Internacional.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Solidaridad Urgente.
POBLACIÓN VISITADA POR LA MISIÓN CAMPESINA INTERNACIONAL ES ATACADA POR
PARAMILITARES
Queremos llamar a su reacción urgente ante la situación de violencia que
padecen las Comunidades Campesinas en Resistencia del Sur de Bolívar, quienes
desde el sábado en las horas de la mañana, fueron objeto de una feroz ataque
paramilitar en el corregimiento Vallecito del municipio de Simiti.
Para su información, estas comunidades campesinas, desde principio de este año
han sido perseguidas y cercadas por el paramilitarismo, para lo cual, cientos
de familias han debido subir hasta las montañas de la Serranía de San Lucas para
proteger la vida de sus hijos. En un permanente deambular lograron por poco
tiempo situarse en Vallecito y desde allí, llamar a la solidaridad internacional
para evitar ser expulsados definitivamente de su región.
Recientemente, cuando realizamos la Misión campesina Internacional, Una
delegación integrada por el Diputado Joaquim Miranda, presidente de la Comisión
de Cooperación y desarrollo delo parlamento Europeo, José Manuel de las Heras,
secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y
Ganaderos- COAG de España y un periodista francés, visitaron esta región el 8
de julio y pudieron constatar la situación de alto riesgo que enfrentan estas
comunidades del Sur de Bolívar. Estas preocupaciones fueron expresadas al
gobierno colombiano quien al parecer no ha atendido el pedido urgente de
proteger y dar ayuda humanitaria a las comunidades campesinas del sur de
Bolívar.
Sabemos que desde el 14 de Julio del 2000 en la vereda El Paraíso los
paramilitares asesinaron a los campesinos TEOFILO TORRES de 45 años de edad y a
su hijo DARÍO TORRES y saquearon las viviendas de los campesinos lo que
provoco un desplazamiento de más de 250 familias hacia Vallecito. Desde
entonces, los paramilitares bloquearon las vías de acceso a Vallecito impidiendo
la entrada de cualquier tipo de alimentos y medicina. Se sabe que desde
entonces, las comunidades padecen de hambre y hay un alto grado de
deshitratación que afecta fundamentalmente a los niños y niñas.
Desde el sábado después del ataque paramilitar a Vallecito, mas de 350 familias
están huyendo por las montañas sin ningún tipo de proteccion. Según denuncias
de la población aledaña, hay sobrevuelo de aviones de guerra que amenazan con
bombardear a la población. Según las organizaciones colombianas, el ataque
paramilitar ha sido apoyado por tropas de la Quinta Brigada del Ejército
Nacional. Por su parte ante la demanda de ayuda de las organizaciones sociales
colombianas, hay un total hermetismo y no existe ninguna acción de combatir
estos grupos y de intentar proteger a la población civil. Los organismos
internacionales como la ACNUR y el CICR tampoco responden a la emergencia.
Nos alarma la actitud de pasiva y activa complicidad del gobierno colombiano;
mientras tanto desde hoy 24 de julio en Ginebra, Suiza, se iniciaron las
conversaciones entre delegados de la guerrilla ELN, representantes de la
sociedad civil colombiana y el gobierno colombiano, tendientes a establecer los
mecanismos de iniciación de las conversaciones de paz; todos recordamos el
acuerdo reciente que el gobierno colombiano suscribió con esta organización
insurgente de garantizar tres
municipios del Sur de Bolívar para iniciar este proceso de paz; estos municipios
son San pablo, Cantagallo y Yondo.
Posteriormente, el paramilitarismo inicio una fuerte ofensiva militar para
impedir la realización de este proceso de paz que ha cobrado alrededor de 500
campesinos asesinados y mas de 30.000 campesinos expulsados de sus tierras. Lo
que el parmailitarismo y las fuerzas militares quieren proteger en la región es
la producción de cocaína que se sabe es una región de gran producción de hoja de
coca y procesamiento de la droga y garantizar que una multinacional canadiense
explote la veta de oro mas grande de AMÉRICA latina que se encuentra en esta
región del sur de Bolívar y que tradicionalmente los campesinos han explotado de
manera artesanal solo para suplir sus nececidades. Es este el trasfondo de esta
ofensiva paramilitar en su afán de expulsar las comunidades campesinas de la
región.
Consideramos que el gobierno colombiano tiene un doble lenguaje y un doble juego
frente al tema de la paz. Hoy esta sentado en Ginebra aparentemente para
iniciar un nuevo proceso de paz, mientras tanto la población campesina que nada
tiene que ver con el conflicto armado, es acorralada, masacrada y expulsada a
deambular sin rumbo por la selva.
Por favor, rogamos llamar telefónicamente y enviar faxes al gobierno colombiano
y expresar su exigencia de:
- Protección inmediata de la población campesina de Vallecito y brindar ayuda
humanitaria de emergencia.
- Adelantar acciones de control y persecución de las agrupaciones paramilitares
que mantienen el terror y el cercamiento de la
región.
- Investigar las autoridades civiles y militares que por acción u omisión
permiten la actividad y presencia de estos grupos paramilitares.
Bruselas, 24 de julio de 1999
FUNDAMENTACIÓN DEL EQUIPO NIZKOR
Los paramilitares están efectuando un exterminio planificado de población civil.
1) Según el Estatuto del Tribunal Internacional de Nuremberg y las sentencias
posteriores reafirmadas por el Tribunal ad doc de la Ex Yugoslavia en julio de
1999 en el caso TADIC, la responsabilidad de los comandantes militares y
dirigentes civiles que controlan la zona donde actuaron los paramilitares son
responsables de no impedir la actuación de los paramilitares con las mismas
responsabilidades penales individuales que si hubieran dirigido las operaciones
en la zona de su comando.
Los comandantes de la zonas militares que son responsables en la cadena de
mando de la que dependen los batallones y los jefes de los batallones son
responsables de no impedir la actuación de las organizaciones criminales que
componen los grupos paramilitares, no es suficiente las alegaciones de
subordinación territorial ante la comisión de delitos de esta naturaleza. Estas
responsabilidades deben ser depuradas ante un tribunal bajo el criterio de que
"no sólo deben saber, sino que están obligados a saber" lo que ocurre en sus
zonas de comando, como ha reafirmado en sentencia de 3 de marzo de 1999, en el
caso TIHOMIR BLASKIC, el Tribunal Penal Internacional de la Ex Yugoslavia. En
este caso el general que comanda la V Brigada del Ejército de Colombia.
2) La actuación de los paramilitares en Colombia recoge un patrón de
instrumentación de operaciones militares encubiertas que hacen responsables a
los cuerpos militares y al estado mayor del ejército de Colombia de crímenes de
guerra, secuestros, desapariciones forzosas y demás delitos constituidos en la
figura de crímenes graves contra la humanidad. Estos delitos ni prescriben, ni
son amnistiables tal cual ha dictaminado la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en los informes que afectan al Batallón Atlacatl en El Salvador. Lo
mismo ocurriría si sus responsabilidades fueran depuradas con los parámetros
utilizados por los Tribunales Penales Internacionales y la doctrina actual sobre
el Derecho Internacional Humanitario.
3) Los paramilitares deben saber que según los convenios de Ginebra los
mercenarios no tendrán derecho al estatuto de combatiente o de prisionero de
guerra y que además serán juzgados por ser integrantes de una organización.
4) Es evidente que se están utilizando forma de exterminio de población civil
que siguen perfiles de modelos de análisis y control social con la utilización
de técnicas de simulación por ordenador que determinan las listas de personas
que son "nodos" de activismo civil político, social y cultural y que son: a)
son fijadas como blanco; b) son amenazadas como forma de determinación del blanco
a las unidades paramilitares; c) son despejadas las áreas geográficas de
actuación paramilitar en zonas rurales o fijadas zonas de cobertura de seguridad
en zonas urbanas; d) son otorgadas facilidades de comunicaciones y coordinación
y finalmente se determina el momento de la ejecución.
Estos hechos son constitutivos de la figura de organización criminal y
planificación sistemática de exterminación de población civil. Según la Comisión
Colombiana de Juristas, durante 998 de un total de 1656 incidentes registrados
el 81, 8 por ciento fueron cometidos por paramilitares y por las fuerzas de
seguridad del estado. Entre 1994 y 1998 las violaciones graves de paramilitares
y militares se han más que doblado.
5) El exterminio es un crimen contra la humanidad, y por lo tanto punible bajo
el Derecho Internacional. El exterminio es reconocido como crimen contra la
humanidad en el artículo 6(c) del Estatuto de Nuremberg; artículo II(1) (c) de
la Ley Núm. 10 del Consejo Aliado de Control, órgano supremo de los aliados en
Alemania, ocupada después de la II G.M.; artículo 5(c) del Estatuto de Tokio y
Principio IV(c) de los Principios de Nuremberg. Se incluyó también en los
estatutos de los tribunales penales internacionales para la Antigua Yugoslavia
(artículo 5) y Ruanda (artículo 3), así como en el Proyecto de Código de
Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad [1954: artículo 2, párr.
11 y 1996: artículo 18(b)].
Madrid, 24 de julio de 2000
MAS INFORMACIÓN EN BRUSELAS:
Belen Torres y Frédéric Thomas
Secretaría Operativa de Misión Internacional Campesina a Colombia
Maison de la Paix - 35, Rue Van Elewijck - B- 1050 Bruxelles
Tel: fax: (0032-2) 648.51.18 - E-mail: misioncol@skynet.be
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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