Paramilitares amenazan a desplazados albergados en el municipio de Tulúa

Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 7 de Septiembre, 2000. Col - Los paramilitares amenazan a desplazados forzosos albergados en el municipio de Tulúa. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Solidaridad Urgente.

LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL, AUTODEFENSAS UNIDAS, AMENAZA A POBLACIÓN DESPLAZADA ALBERGADA EN EL MUNICIPIO DE TULUA.

Las Organizaciones No gubernamentales de Derechos Humanos, sociales, sindicales, de género, juveniles, ambientalistas y comunitarias, de Colombia, denunciamos ante las autoridades municipales, regionales y nacionales y ante los gobiernos y los organismos de Derechos Humanos Internacionales, la amenaza proferida a través de un facsímil de las "Autodefensas Unidas de Colombia Bloque Calima" contra las comunidades de desplazados por la violencia refugiadas transitoriamente en el albergue del municipio de Tulúa, en el departamento del Valle del Cauca.

SITUACIÓN ACTUAL

El día 31 de Agosto pasado circuló en el casco urbano del Municipio de Tulúa, un panfleto firmado por "las Autodefensas Unidas de Colombia, Bloque Calima" se conmina a los desplazados a "regresar de forma inmediata sus parcelas", con el pretexto de están perturbando el orden y la tranquilidad del municipio. Paradójicamente el pasquín califica la asistencia humanitaria como "extorsión" y a los líderes de la comunidad como "agitadores al servicio de la guerrilla". Fija, además un plazo perentorio para que "desocupen" el 15 de septiembre, cumplido el cual "tomaremos acción militar".

Es extraña la coincidencia de ésta temerarias afirmaciones tanto con la posición de la Red de Solidaridad como con las declaraciones del secretario de Gobierno del municipio de Tulúa, a través de una emisora local, en las cuales afirma que "los desplazados deben devolverse a sus regiones de origen porque se están convirtiendo en un problema para la ciudad y el gobierno municipal ni el gobierno departamental tienen recursos para continuar atendiéndolos". En similares términos se refirió el secretario de gobierno del municipio de Buga en declaraciones radiales.

ANTECEDENTES:

Las acciones punitivas de las "Autodefensas Unidas de Colombia" iniciadas en el Valle del Cauca el 31 de Julio del año anterior, han dejado una estela de muerte y dolor entre las comunidades: mas de 280 hombres y mujeres asesinadas, una decena de desaparecidos y alrededor de 8000 desplazados, especialmente de las áreas rurales de Buga, Tuluá, San Pedro, Andalucía, Bugalagrande, Buenaventura, Caicedonia, Sevilla y Jamundí, entre otros. Como resultado de las incursiones de las "Autodefensa", las zonas rurales sufren el bloqueo de alimentos y medicinas, la interrupción de las actividades cotidianas que han traído como resultado el abandono de cientos de hectáreas productivas, cosechas y animales, lo que conlleva un incremento de la miseria entre la población. Paralelamente a éstas circunstancias, ocurre una masiva y sistemática violación de los derechos fundamentales y proliferan las infracciones al Derecho Internacional Humanitario.

Sin embargo, la atención, asistencia y protección, previstas para éstos casos en los principios de humanidad y refrendadas por las Leyes colombianas, ha sido por decir lo menos, precaria y deficiente. Las instituciones gubernamentales legalmente establecidas para ello, como la Red de Solidaridad Social, ICBF, los Ministerios de Salud, Educación, Interior y Defensa, y sus similares en los niveles departamental y local, se han negado sistemáticamente ha disponer los recursos suficientes para garantizar una asistencia efectiva a las necesidades más sentidas de estas poblaciones.

Tampoco el Gobierno muestra una actitud de apoyo a las propuestas e iniciativas presentadas por la población refugiada como posibles vías de solución, situación que hace evidente la falta de voluntad política para superar la crisis humanitaria que vive la región.

Por el contrario, funcionarios como Fernando Medellín, Gerente General de la Red de Solidaridad Social, así como de los secretarios de Gobierno de los municipios de Tulúa y Valle y el Comandante de la Policía de Tulúa, manifiestan a los cuatro vientos que no existe ningún recurso económico para garantizar la asistencia de los desplazados en los albergues, por lo cual todas las personas en esta condición pueden ser desalojadas y abandonadas a su suerte en cualquier momento. La alternativa es regresar a sus parcelas, sin ningún proyecto que les garantice la reconstrucción de su actividad productiva y lo peor, sin ninguna garantía de seguridad para la vida, pues como es claro, las causas que generaron el desplazamiento persisten y se incrementan, en medio de la más absoluta impunidad y con la colaboración aquiescencia y complicidad de los agentes estatales.

Es así como, por ejemplo, como garantía de "seguridad en el retorno" el Comandante de Policía del Municipio de Tulúa, Coronel Barajas, ha ofrecido a los desplazados "salvoconductos" firmados por él para que sean presentados a los paramilitares.

SOLICITUDES

Al Gobierno Nacional, departamental y municipal adoptar de manera inmediata las medidas necesarias tendientes a garantizar los derechos a la vida, la seguridad y la integridad personal de los hombres y mujeres que se encuentran refugiados en los albergues de Tuluá y Buga, acorde con los obligaciones contraídas en Convenios y Tratados.

A los Señores Ministro de Defensa y Director General de la Policía ordenar la adopción de todas las medidas y mecanismos que se consideren pertinentes para garantizar la vida, libertad y seguridad de la población refugiada.

Al Sr. Presidente de la República, Doctor Andrés Pastrana Arango, a poner en funcionamiento de una vez por todas el Centro de Coordinación de Lucha contra los Grupos de Autodefensa ilegales y demás grupos armados al margen de la Ley, según el Decreto 324 del 25 de febrero de 2000, instrumento que permite el desarrollo de acciones de represión y contención de estos grupos de Autodefensa.

A la Procuraduría General de la Nación y a la Fiscalía General de la Nación, adelantar las indagaciones pertinentes para individualizar y castigar a los autores de los crímenes contra la población civil del Valle del Cauca, en acciones verdaderas de lucha contra la impunidad.

Al Señor Presidente de la República, analizar las declaraciones temerarias de funcionarios como Fernando Medellín y los Secretarios de Gobierno de Buga y Tuluá, y aplicar con todo rigor la Directiva 07 de 1999, mediante la cual se ordena a todos los funcionarios públicos abstenerse de hacer falsas acusaciones que comprometan la seguridad de los líderes sociales y defensores de derechos humanos y respaldar su labor, en tanto constructores y elementos decisivos en el fortalecimiento del Estado social y democrático de derecho, proclamado por nuestra Carta Constitucional.

El Gobierno Nacional, municipal y departamental debe destinar de manera inmediata los recursos necesarios para garantizar la atención, asistencia y protección de la población desplazada, así como diseñar un programa de retorno digno y seguro.

A las organizaciones no Gubernamentales definir comisiones de acompañamiento permanente en los lugares de refugio de las comunidades y para garantizar el proceso de retorno.

A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Al Sr. Francis Deng, Representante del Secretario General de las Naciones Unidas para los Desplazados Internos interponer sus buenos oficios ante el Presidente de la república para que el Estado Colombiano cumpla con los Principios Rectores de los Desplazados Internos. Le solicitamos muy respetuosamente que se evalúe la posibilidad de nombrar un delegado suyo que acompañe de manera permanente los albergues donde se encuentran la población desplazada.

Al Sr. Kofy Annan, Secretario General de Naciones Unidas, a interponer sus buenos oficios para que el Señor Presidente, en su condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Militares, ordene la adopción de todas las medidas que se consideren necesarias para garantizar la protección de la vida, la seguridad y la integridad de la población hoy amenazada.

A la Señora Mary Robinson, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los a Derechos Humanos a exigir del Gobierno nacional y de las autoridades militares y policiales proteger y garantizar los derechos fundamentales de la población desplazada.

A Robert Goldman, Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, establecer una vigilancia permanente de la crisis humanitaria que vive el Valle del Cauca y específicamente la población desplazada por la violencia, para cuyas comunidades y líderes se está solicitando la adopción de medidas cautelares.

Al Congreso de los Estados Unidos a mantener estricta vigilancia del cumplimiento de los condicionamientos establecidos en la aprobación del paquete de Ayuda contemplado en el Plan Colombia en materia de respeto y promoción de los Derechos Humanos. Así mismo a exigir de las autoridades nacionales las medidas necesarias para su plena vigencia, particularmente en lo relacionado con el inminente riesgo para sus vidas de la población desplazada de Tulúa y Buga.

Al pueblo norteamericano exigir a su Gobierno

A Los Organismos Internacionales Humanitarios y cooperante extranjeros que laboran en suelo colombiano, Brigadas Internacionales de Paz, Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras, Comité Internacional de la Cruz Roja, entre muchos otros, a acompañar decididamente a las comunidades amenazadas en sus propios lugares de refugio y en el proceso de retorno voluntario en condiciones de dignidad y seguridad.

A los gobiernos de la Unión Europea comprometidos en la salida política negociada al conflicto social y armado que han expresado su decidido apoyo a las estrategias de inversión social y de respeto y prevalencia de los Derechos Humanos, a continuar exigiendo del Gobierno Nacional persecución y desmantelamiento de los grupos Paramilitares, como lo han venido exigiendo la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y prestigiosos organismos internacionales de Derechos Humanos.

Al Sr. Anders Kompas, Delegado en Colombia de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a Leila Lima, Delegada en nuestro país del ACNUR, a acompañar y expresar su respaldo a los reclamos de protección y atención integral de las comunidades desplazadas y de las organizaciones no gubernamentales tendientes a garantizar la vida y la integridad física de esta población.

A las organizaciones Humanitarias y de Derechos Humanos, a los gobiernos amigos y a las organizaciones sociales y de solidaridad a exigirle al gobierno nacional y a las autoridades civiles, militares y policiales, el respeto por los derechos Humanos, el desmonte de los grupos paramilitares y la plena vigencia de los derechos de la población desplazada.

Finalmente queremos reafirmar nuestra disposición de continuar trabajando mancomunadamente con las instituciones gubernamentales y los organismos de cooperación internacional, así como con los organismos humanitarios nacionales e internacionales, con el propósito de garantizar el retorno voluntario, digno y seguro, con garantías de inversión social que haga sostenible el regreso de las poblaciones victimas de la guerra a sus lugares habituales de residencia y trabajo en el departamento del Valle del Cauca..

SUSCRIBEN

Asociación Nacional de Ayuda Solidaria - ANDAS; Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos; Coordinación Nacional de Desplazados; Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo"; Unimotor; Comisión de Derecho Humanos y Paz de la USO; CREDHOS; Unión Sindical Obrera Seccional Bogota; Unión Sindical Obrera Nacional; Asociación Campesina del Valle del Rio Cimitarra -ACVC-; Red de Solidaridad Social con Colombia; Corporación Casa de la Juventud; Asamblea Nacional de Jóvenes por la Paz; Grupo Estudiantil de la Universidad Nacional "Cátedra Libre"; Asociación de Campesinos Asentados en Barrancabermeja; Humanidad Vigente; Reiniciar; Comité de Solidaridad con Presos Políticos -CSPP-; Asamblea Permanente por la Paz - USO ; Central Unitaria de Trabajadores -CUT-; Mesa Regional del Trabajo Permanente por la Paz del Magdalena Medio; Coordiación Popular Barrancabermeja; Corporación Mujer Familia y Comunidad; Departamento de Derechos Humanos de la CUT.

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