Defensor del pueblo demanda acuerdo humanitario para la liberación de prisioneros de guerra
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 9 de Octubre, 2000. Col - El defensor del pueblo demanda un acuerdo humanitario para la
liberación de los prisioneros de guerra.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
EL DEFENSOR DEL PUEBLO EXIGE A FARC TRATO DIGNO A POLICÍAS Y SOLDADOS
EN CAUTIVERIO Y DEMANDA ACUERDO HUMANITARIO PARA SU LIBERACIÓN.
Comunicado de Prensa
En forma enérgica el Defensor del Pueblo, Eduardo Cifuentes Muñoz, reclamó de
las FARC, respeto y aplicación plena de las normas del derecho internacional
humanitario en relación con las circunstancias del cautiverio que fueron
conocidas hoy por la opinión pública, en las que permanecen los soldados y
policías privados de la libertad en poder de dicha agrupación subversiva.
Las dramáticas imágenes presentadas en algunos noticieros de televisión, en las
que se observa las condiciones de indignidad en que permanecen cautivos los
miembros de la Fuerza Pública, hacen evidente graves transgresiones a los
principios que constituyen el mínimo de humanidad aplicable en toda
circunstancia y que para el caso el Artículo 3 Común establece:
"Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los
miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas
puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra
causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin
distinción alguna de índole desfavorable...", prohibiendo en cualquier tiempo y
lugar respecto a estas mismas personas, "los atentados contra la vida y la
integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las
mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios", así como también
"los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes
y degradantes".
Adicionalmente, las FARC están incurriendo también en grave violación a las
garantías fundamentales contenidas en el Artículo 4 del Protocolo II que
establece el derecho que tienen estas personas privadas de la libertad, a que se
respeten su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas;
prohíben los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental
de estas personas o toda forma de pena corporal, los atentados contra la
dignidad personal, en especial los tratos humillantes y degradantes.
Desconocen también lo dispuesto en el Artículo 5 del mismo Protocolo, en
especial lo referente a los alimentos que les deben ser proporcionados, a las
garantías de salubridad e higiene y de protección contra los rigores del clima y
del conflicto armado.
Desconocen igualmente el derecho que les asiste a estas personas, a recibir
socorros individuales o colectivos, asistencia espiritual de religiosos, a
permanecer dignamente en cautiverio y a que ni su salud ni su integridad física
o mental sean puestas en peligro mediante cualquier acción u omisión
injustificada.
El Defensor del Pueblo rechaza la privación indefinida de la libertad de estos
colombianos, reclama respeto y tratamiento digno durante su cautiverio, y con
fundamento en lo dispuesto en el Artículo 3 Común, demanda la concreción de un
acuerdo humanitario que permita a estos colombianos retornar a la libertad y al
reencuentro con sus familias.
Santa Fe de Bogotá, D.C., 6 de octubre de 2000 - Com. # 536
ANDRÉS PASTRANA: "NUNCA HABRÁ INTERVENCIÓN MILITAR EXTRANJERA EN COLOMBIA"
Una de las principales características de Andrés Pastrana Arango es que es un
hombre madrugador. Por eso, no tiene ningún problema en empezar su agenda de
trabajo a las siete de la mañana y conceder las entrevistas a partir de esas
horas, antes de su Consejo de Ministros. Agenda que este año se le ha visto muy
recargada porque está, sin duda, en el momento clave de su gobierno. A dos años
de haber asumido como Presidente de Colombia, el proceso de paz con las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más antigua y numerosa
de América Latina, se encuentra estancado, a pesar de que el mandatario confía
en que las negociaciones llegarán a buen puerto.
A eso se agrega el comienzo de la implementación del Plan Colombia, que, apoyado
económicamente con más de US$ 1.500 millones por parte de Estados Unidos es el
más ambicioso proyecto de este país sudamericano para combatir a su principal
enemigo: el narcotráfico. Del proceso de paz, los temores que genera en América
Latina el Plan Colombia y del aún no aclarado
tráfico de armas que llegó a las FARC desde Perú -que, para muchos analistas,
fue el detonante de la
dimisión de Alberto Fujimori-, el mandatario colombiano habló con La Tercera en
su despacho del Palacio presidencial de Nariño.
Pastrana llegará esta noche a Chile a participar en la Conferencia de Líderes de
Centro que realiza la Organización Demócrata Cristiana de América (Odca) y a una
posterior visita de Estado en la que buscará apoyo y asistencia técnica para el
Plan Colombia.
- Usted lleva dos años en el gobierno y el avance en el proceso de pacificación
de Colombia ha sido escaso. Además, el Plan Colombia genera muchas dudas en
América Latina. ¿Qué tiene proyectado para los dos años que tiene de mandato,
tomando en cuenta que la situación está empeorando?.
- Soy optimista y creo que la situación va a mejorar en estos dos temas. En
cuanto a la paz aspiro a que podamos iniciar el diálogo con el Ejército de
Liberación Nacional (ELN), mientras que con las FARC ya hemos llegado a
acuerdos. Llevamos 40 años de conflicto armado y creo que estamos en un momento
en que la paz se va a consolidar y fortalecer. No sólo se habla de un cese al
fuego, si no de alcanzar un entendimiento.
-Pero usted le entregó la zona desmilitarizada a las FARC con la esperanza de
conseguir una paz que parece muy difícil de conseguir al punto que muchos ven
esta entrega como un grave error, porque, además, las FARC están en plan de
expansión.
- En primer término, no hay una entrega de la zona: nosotros seguimos ejerciendo
absoluto control sobre todo el territorio colombiano. Es una zona que hemos
negociado. Cada proceso tiene su huella y esta zona desmilitarizada es para
realizar un proceso en el que se está avanzando.
-Pero ¿hasta cuándo van a estar las FARC controlando esa zona?.
- Hasta que firmemos la paz, si se cumplen todos los requisitos. Pero está la
otra cara de la moneda.
Tenemos una agenda de negociación con las FARC que nunca habíamos tenido, una
mesa temática. Sólo basta comparar este proceso con el de Centroamérica, con
otros procesos de paz en el mundo. Yo pongo el ejemplo de Vietnam. Allí se
demoraron un año para definir la forma geográfica de la mesa. Nosotros hemos
avanzado mucho más, aunque se pida más.
-Después de todos los enfrentamientos de este año ¿cree que en la voluntad de
paz de las FARC?.
- Si no lo creyera, no estaría en este proceso.
-Sin embargo, la gente ve que hay una escalada imparable de enfrentamientos
entre la guerrilla y el ejército.
- Es verdad que la gente pide hechos de paz, porque la gente no entiende que el
gobierno esté negociando con las FARC y se esté atacando a la población civil y
a los niños. Eso genera desconfianza en el proceso y por eso lo hemos venido
insistiendo dentro de las FARC. Si logramos un cese de hostilidades y generar
negociaciones, le daremos fuerza al proceso y el país volverá a tener esa
confianza que en buena parte se ha perdido por las actuaciones de la
insurgencia.
-Hace muy poco surgió una encuesta de opinión relativa al proceso de paz donde
muchos colombianos pedían un "Fujimori" para combatir a la guerrilla. ¿Qué opina
de ocupar algunos métodos de los que Perú usó para derrotar a Sendero Luminoso y
el Mrta?.
- Es que lo fácil es hacer la guerra. Lo difícil es hacer la paz. Por eso hay
que hacer todos los esfuerzos y el país se está comprometido. A mí me eligieron
para hacer la paz. Es cierto que ha habido dificultades pero aquí hay paz o
guerra. En Colombia llevamos 40 años de guerra y, por primera vez, estamos en un
proceso serio de negociación. Está claro de que si no resulta, vamos a
retroceder a la guerra. Mi tarea es la solución política del conflicto. Y a ella
América Latina le ha dado su respaldo.
PLAN COLOMBIA
- Latinoamérica, con Brasil a la cabeza, no se ha mostrado muy entusiasta en
darle el apoyo al Plan Colombia.
- El propio Presidente Cardoso presentó la propuesta de la salida política al
conflicto.
-Pero separando el tema de la guerrilla del tema narcotráfico, en este último
aspecto existen muchos resquemores al Plan Colombia, en Chile y América Latina,
por la posible extensión del narcotráfico en la región ¿Qué responde a esas
dudas?.
- El Plan Colombia es un plan de paz y no de guerra. El 75 por ciento del Plan
Colombia es inversión social. El Plan es la primera política integral por
solucionar el tema del narcotráfico. Además estamos invirtiendo en las zonas más
pobres del país para evitar que el narcotráfico se expanda. Colombia nunca
produjo amapola ni cocaína. Nunca fue una tradición cultural ni religiosa de
nuestro país. Por las excelentes gestiones que se hicieron de erradicación de
cultivos en Perú y Bolivia, buena parte de esas plantaciones llegaron a
Colombia. Lo fácil es no hacer nada en el tema de la droga. Si no hubiéramos
hecho algo, habría una amenaza continental. Somos un país pobre y estamos
invirtiendo US$ 1.300 millones al año para que la droga no llegue a Estados
Unidos. Ellos nos van a dar esa cantidad en tres años. Nunca Colombia ha tenido
tan buenas relaciones con los vecinos y si trabajamos en proyectos binacionales
le quitaremos otra semilla al narcotráfico.
-¿Cómo ha visto la postura de Chile en torno al Plan Colombia?. ¿Usted espera
ayuda concreta del Presidente Lagos?.
- Ricardo Lagos permanentemente ha respaldado la política del Plan Colombia, la
política de paz. Chile nos ha dado respaldo en distintas cumbres y ha sido un
soporte fundamental. Sabemos que existe preocupación y por eso son nuestros
viajes en América Latina. Al primero que le interesa el fracaso del Plan es al
narcotráfico. En Colombia nadie se opone a combatir el narcotráfico ni a generar
inversión social. Entonces, nadie se puede oponer al Plan Colombia.
-Sin embargo, la preocupación en torno al Plan también implica que no se pueden
obviar actores como la guerrilla y los paramilitares.
- El narcotráfico son los financiadores de ellos. Pero la violencia en Colombia
no es por el Plan. Si hay violencia y desplazamientos es por culpa de la
guerrilla, el narcotráfico y el paramilitarismo. Por la preocupación que existe
sobre el Plan, vamos a conversar con los campesinos. En las plantaciones
familiares hay que ver cómo desarrollar alternativas que generen recursos para
sustituir cultivos y erradicar plantaciones.
-Pero en términos económicos, los agricultores no ganan lo mismo plantando papas
que coca. ¿Cómo espera convencerlos de cambiar cultivos?.
- Hablando con ellos. Hay que preguntarles si quieren que sus hijos sigan
vinculados al negocio de la droga. Le aseguro que todos me responden que no.
Pero tenemos que sustituir por cultivos rentables, no por cualquier cosa. De
acuerdo a las distintas regiones donde está localizada la droga estamos
desarrollando proyectos específicos. Con ellos mismos concertamos programas que
generen
recursos.
-Además está el asunto de que Colombia se ha llenado de asesores norteamericanos
y eso hace temer una fuerte intervención militar de Washington.
- La ayuda militar norteamericana va a llegar a batallones especializados
antinarcóticos, que se crearon en mi gobierno para evitar que la ayuda llegara
al Ejército regular. Este sigue combatiendo por su cuenta. 65 países del mundo
tienen asesores norteamericanos. Le puedo asegurar que mientras Andrés Pastrana
sea Presidente de Colombia nunca habrá una intervención extranjera
en el país.
-¿Ha trabajado con asesores chilenos en este y otros temas?.
- No específicamente. Estamos recogiendo experiencias y en eso nos pueden ayudar
desde Chile, por ejemplo, en el tema de las frutas.
-¿Piensa realmente que se ha fortalecido el Estado de derecho con los acuerdos
de paz y el Plan Colombia?.
- Claro. En el Plan Colombia hay grandes recursos para el fortalecimiento
institucional, la justicia, los derechos humanos... esperamos que haya paz al
entregar el gobierno.
[Fuente: José Carlos Perez, enviado especial a Bogotá del Diario La Tercera,
Santiago, Chile, 8oct00]
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