I. Encuentro Internacional sobre la paz y derechos humanos de Costa Rica
Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 20 de octubre, 2000. Col - 1/2 Actualización sobre el encuentro
Internacional sobre la paz y derechos humanos de Costa Rica.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
SIN ACUERDOS FINALIZÓ CUMBRE DE PAZ EN COSTA RICA
Con un "urgente" llamado para un acuerdo humanitario de aplicación inmediata
finalizó en Costa Rica la Conferencia internacional sobre la paz en Colombia
luego de tres días de debate.
El texto final suscrito por el ministro de Desarrollo, Augusto Ramírez Ocampo;
Jorge Rojas, portavoz de Paz Colombia, agrupación convocante, y Ramiro Vargas,
comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), reitera "la adhesión y
compromiso con la solución política y negociada del conflicto armado". El
comunicado también expresa su respaldo a los "procesos que se adelantan" con el
ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la más importante
fuerza rebelde del país, que no acudió a la Conferencia en San José.
El texto también deja constancia de "la existencia de disensos", que tienen que
ver con las distintas visiones sobre derechos humanos, narcotráfico, el
componente "militar" de la ayuda estadounidense al Plan Colombia, la cooperación
internacional y la erradicación de cultivos ilícitos, entre otras cuestiones.
Los firmantes destacan la "construcción de consensos y la existencia de disensos
en este ejercicio democrático", y asumen el compromiso de estudiar los informes
de relatoría y continuar con el análisis de los temas.
Los delegados emitieron una declaración conjunta pero ante la falta de consenso
en relación con el Plan Colombia, el Gobierno, Paz Colombia y el ELN decidieron
divulgar también una declaración por separado.
Las distintas visiones de lo que significa el Plan Colombia, del Gobierno para
luchar contra el narcotráfico, y en particular el respaldo económico
estadounidense por valor 1.300 millones de dólares, alejó las posiciones.
"Rechazamos toda estrategia militarista como salida al conflicto que, como el
Plan Colombia, sólo significa el agravamiento de la dramática situación de
derechos humanos y del derecho internacional humanitario", señala Paz Colombia
en su declaración.
Los desacuerdos se extendieron a las políticas de erradicación de cultivos de
coca, que, para el Gobierno, ayudarán a resolver el problema del narcotráfico
pero, según los grupos sociales, lo agrava.
Las discrepancias también se manifestaron al interpretar los orígenes del
conflicto y el agravamiento que significa la anticipación del narcotráfico en
la guerra.
El Ejecutivo colombiano en su declaración afirma que "no renuncia al compromiso
de eliminar" el narcotráfico con la responsabilidad compartida de la comunidad
internacional.
En referencia al Plan Colombia, la declaración gubernamental afirma que "sus
programas y la mayor parte de sus recursos se enmarcan en una perspectiva
social".
Añade que el Gobierno privilegia "la puesta en marcha de programas de desarrollo
alternativo rentable y sostenible".
El ELN en su declaración rechaza la iniciativa gubernamental, y sostiene que la
"erradicación de cultivos debe ser producto de la sustitución concertada con las
comunidades campesinas e indígenas".
Frente a la exigencia de unos mínimos humanitarios que detengan la degradación
del conflicto, el ELN dice que "asume la responsabilidad que le compete", pero
no duda en señalar que el Estado es el "principal promotor de la profundización
de esta crisis al escalonar la guerra e impulsar el paramilitarismo".
En el inicio de la Conferencia, la más numerosa celebrada en América Latina por
sectores civiles en el marco de un proceso de búsqueda de acuerdos de paz, la
agrupación Paz Colombia, que organizó el foro, planteó una "pausa" de cien días
de las operaciones ofensivas de los actores militares. También propuso una
moratoria en los componentes militares y del incremento de la confrontación, y
que se ponga todo el énfasis en la solución negociada.
En esta Conferencia Internacional por la Paz en Colombia participación más de
400 delegados del Gobierno, la guerrilla del ELN, obispos, empresarios,
campesinos, indígenas, organizaciones humanitarias y diplomáticos, así como
altos cargos de otros 37 países.
[Fuente: Diario El Tiempo, Bogotá, Colombia 19oct00]
ESTADOS UNIDOS NO LOGRÓ RESPALDO AL PLAN COLOMBIA, PERO INSTALÓ LA IDEA DE
QUE EL NARCOTRÁFICO PUEDE SER IGUAL A LA GUERRILLA.
EE.UU. no consiguió en esta reunión su objetivo máximo: un apoyo expreso al Plan
Colombia no figurará en la declaración final del IV Encuentro de ministros de
Defensa de las Américas, que concluye hoy. Pero el secretario de Defensa
estadounidense, William Cohen, no se fue con las manos vacías, ya que su prédica
introdujo un cambio sutil en el pensamiento de los gobiernos americanos.
En su viaje de pocas horas a esta ciudad Cohen logró un objetivo: introducir en
las mentes militares hemisféricas, aún entre las más remisas, la idea de que "el
narcotráfico puede ser igual a la guerrilla". Cohen fue enfático durante su
breve estadía en la reunión: "Espero que (los países americanos) llevemos el
espíritu de cooperación ante los desafíos que enfrenta hoy nuestra nación amiga
Colombia, donde el tráfico de drogas, la insurgencia y las fuerzas paramilitares
ponen en juego la estabilidad de una de las más antiguas democracias del
continente". En la versión escrita de su discurso, Cohen señaló: "EE.UU. está
preocupado con el desborde de los problemas colombianos hacia los estados
vecinos, un fenómeno que ha ido creciendo en los años recientes. Y pensamos que
empeorará si no hacemos nada. Trabajando juntos, esperamos ayudar a Colombia en
su necesidad de prevenir que sus problemas trasciendan las fronteras hacia sus
vecinos".
Este último párrafo no fue pronunciado frente a los ministros de Defensa. Según
diría Cohen posteriormente, ocurrió por un olvido. Pero ya en el avión que lo
conduciría de vuelta a Washington
autorizó a los periodistas a utilizarlo como si hubiera sido pronunciado:
"Suscribo la frase", dijo.
Lo que está en juego es que si el narcotráfico era un problema de represión
policial, ahora trasciende ese espacio y se proyecta como una cuestión que
incumbe a los ministerios de Defensa y, por consiguiente, puede eventualmente
involucrar a las fuerzas armadas.
Quien lo explicó de un modo inconfundible fue el ministro de Defensa argentino,
Ricardo López Murphy, al señalar que "cuando el narcotráfico aliado a la
guerrilla construye un submarino, como
ocurrió en Colombia, eso deja de ser una cuestión policial e involucra a la
seguridad nacional".
Pero la nueva visión no implica, hasta el momento, un cambio en las respuestas
de los países ante el Plan Colombia, esa mezcla de ayuda militar y social al
gobierno de Andrés Pastrana, que por ahora involucra en exclusividad a EE.UU.,
que aportará US$ 1.300 millones sobre un fondo total de US$ 7.000 destinado
oficialmente a combatir al narcotráfico.
Todo esto se observa en las reuniones que suceden en el Hotel Tropical Manaus,
donde se realiza la reunión. Aquí hay media docena de guardias militares por
cada uno de los 5 corredores por piso, que miden en promedio 120 metros de
largo. Afuera, cientos de miembros de las fuerzas de seguridad garantizan la
inaccesibilidad del lugar. De hecho, el hotel se convirtió en un bastión. Fue
por eso que el estadounidense Cohen se animó a viajar y presidir las reuniones
de los ministros. Y también eso explica que la idea original de hacer el
encuentro en Río de Janeiro fuera abandonada por Brasil.
Hasta ayer, cuatro ministros consultados por Clarín descartaron cualquier ayuda
militar a Colombia. Recitaron el mismo argumento: "El Plan Colombia es de los
colombianos. Apoyamos los esfuerzos
pacificadores y de preservación de las instituciones democráticas realizadas por
el presidente Andrés Pastrana. Pero no participaremos con otra ayuda que no sea
técnica". A saber, información sobre cómo cambiar las plantaciones de coca por
otros cultivos legales, y cosas por el estilo.
Desde ese punto de vista, se reprodujo el mismo esquema que ya se había
observado en la cumbre de presidentes de América del Sur a fines de agosto en
Brasilia. Pero lo que se insinúa, como señaló en reserva un observador
latinoamericano, es una estrategia de EE.UU. de inducir a los latinoamericanos a
ver el problema de Colombia como una cuestión de defensa y no sólo de combate
policial al narcotráfico.
"El narcotráfico afecta al continente. Es un fenómeno pervertido que provoca
sedición, lavado de dinero y disociación, desde la enorme capacidad que tiene
para mellar las estructuras del Estado", admitió López Murphy, dándole una nueva
dimensión al problema. Aún así, limitó la disposición argentina a ayudar a
Colombia a meras cuestiones técnicas tales como una ayuda del Instituto Nacional
de Tecnología Agropecuaria. En iguales términos se expidieron el chileno, Mario
Fernández Baeza; el venezolano, Ismael Hurtado Sucre; y el ecuatoriano, Hugo
Aguirre.
[Fuente: Por ELEONORA GOSMAN. Enviada especial en MANAOS del diario Clarín de
Buenos Aires, Argentina, 19oct00]
DOCUMENTO DE LAS FARC-EP AL ENCUENTRO DE COSTA RICA
Señoras y señores PAZ COLOMBIA, personalidades, amigas y amigos.
Atento saludo.
Razones de carácter político, impiden nuestra presencia física en este encuentro
convocado por ustedes. Gracias por invitarnos. El señor Presidente de la
República ha ordenado a sus embajadas una perversa campaña represiva contra Las
FARC-EP, en el exterior. Nosotros aunque que mantenemos incuestionable voluntad
política de buscar la paz, no estamos dispuestos a correr innecesarios riesgos
para nuestras delegaciones y facilitarle éxitos a la inteligencia del Estado
colombiano.
Además, bajo ninguna circunstancia aceptamos reunirnos con voceros del
paramilitarismo representado allí, en personas ampliamente conocidas por el
pueblo. Sin embargo, valoramos altamente cada esfuerzo que se haga por el logro
de la convivencia civilizada entre los colombianos. Sabemos que se realiza este
encuentro pensando en contribuir a la paz con más espacios de discusión sobre
los temas políticos, económicos y sociales que sustentan el conflicto interno de
los colombianos.
Sobre el particular hacemos los siguientes comentarios unos conocidos por
ustedes y otros de menor conocimiento, en la idea de ilustrar y hacer un mínimo
aporte al encuentro convocado por PAZ COLOMBIA.
Como es de amplio conocimiento en Colombia y en el exterior, desde el pasado 9
de febrero de 1999, se oficializaron los diálogos en busca de la paz con
justicia social, entre el Gobierno del doctor Pastrana y las FARC-EP, en San
Vicente del Caguán. Diálogos que han exigido de las partes, trabajo intenso,
paciencia y perseverancia para mantenerlos y llegar a la elaboración de la
Agenda Común hacia la Nueva Colombia, con 12 grandes temas de contenido
político, económico, social,
estructural, cultural y de relaciones exteriores, para la construcción del
nuevo Estado Pluralista, Patriótico y Democrático donde quepamos todos.
Igualmente, se constituyó el Comité Temático Nacional, representativo de las
dos partes y con el
encargo de servir de vínculo directo entre la Mesa de los Diálogos y
Negociación, con los distintos sectores: políticos, económicos y sociales. Único
mecanismo de participación ciudadana, en toda la historia de Colombia mediante
el cual se están expresando los más variados sectores sociales con destacadas y
enriquecedoras propuestas para dar solución a la problemática nacional y así
conseguir la paz, a través de las Audiencias Públicas.
Durante el pasado mes de febrero la Mesa Nacional de los Diálogos y la
Negociación atendiendo una invitación que ya le habían hecho a las FARC-EP, los
empresarios Suecos, determina hacer la gira que permitió visitar Suecia,
Noruega, Suiza, España, Italia, Francia y el Estado del Vaticano. Se hizo con la
finalidad de explicar el estado de los diálogos, las posibilidades y
dificultades propias de una confrontación política, económica y social, que ya
supera los 36 años. Los resultados de la gira fueron exitosos para el presente y
futuro de los diálogos, encontramos receptividad y comprensión en todos los
anfitriones, quienes expresaron su deseo de apoyar el proceso de diálogos,
sabiendo que se trata de un conflicto interno a resolver entre los colombianos,
sin injerencias ni presiones externas. Para corresponder a las atenciones
recibidas durante el recorrido, la Mesa invitó a los gobiernos y pueblos que
brindaron su apoyo, a visitar San Vicente del Caguán, sede principal de los
diálogos.
Al regreso de Europa y luego de valorar los resultados del fructífero recorrido,
la Mesa decide realizar la Primera Audiencia Pública Internacional, para lo cual
invita a todos los países de Europa, al Estado del Vaticano, a las Naciones
Unidas, a los Estados Unidos, México, Brasil, Costa Rica, Venezuela y Japón.
Igualmente, solicitamos a España y Noruega cumplir el papel de facilitadores
para la realización de dicha Audiencia. De los invitados acudieron todos, menos
Estados Unidos. Contra la realización de esta Audiencia los enemigos de los
diálogos fabricaron absurdos y burdos montajes con cargo a las FARC-EP, como el
cobarde y repudiable collar-bomba contra la señora de Chiquinquirá. Conocida
la noticia sobre el abominable crimen, perpetrado por la inteligencia militar
contra el proceso de diálogos y su buen desarrollo, el señor Presidente y sus
más cercanos colaboradores de forma irresponsable difundieron la noticia
sindicando a las FARC-EP de ser la autora de ese hecho. Lo hicieron para tener
una disculpa de cancelar la realización de la Audiencia. No calcularon los
graves efectos que esta determinación unilateral del Presidente, iba a tener
contra los diálogos por negarse a cumplir un acuerdo firmado por las partes en
la Mesa, poniendo en entre dicho la seriedad y confianza en la política de paz
del gobierno.
El daño lo hicieron, lo que no consiguieron fue convencer a la comunidad
internacional de la validez de su disculpa de cancelar por su cuenta y riesgo
la de la Audiencia. Y, de todas maneras a pesar del desgano gubernamental se
realizó la histórica Audiencia los días 29 y 30 de junio pasado.
La audiencia contó con la presencia de delegaciones de 21 países, el Estado del
Vaticano y las Naciones Unidas; una nutrida presencia de la prensa nacional e
internacional y de numerosas delegaciones de campesinos productores de hoja de
coca de todas las regiones del país, donde existen estos cultivos. El acto
permitió que durante dos días consecutivos escucharan de viva voz al Comandante
en Jefe de las FARC-EP, explicar su propuesta sobre sustitución de cultivos
ilícitos en el municipio de Cartagena del Chairá. Se trata de una propuesta de
amplio contenido social, económico y político, con el propósito de contribuir
con el prestigio y experiencia de la organización Guerrillera a la solución de
un grave problema eminentemente económico y social, que no admite el uso de la
fuerza. No obstante y a pesar de la trascendencia de la propuesta, el Gobierno
colombiano no dio respuesta.
No lo hizo porque su prioridad es garantizar los millones de dólares para
financiar el denominado Plan Colombia, su nuevo plan de guerra contra el pueblo
trabajador y la dignidad nacional de los colombianos, ejecutado al amparo del
combate al narcotráfico. Ignorando deliberadamente que las organizaciones
revolucionarias por principio comparten la necesidad de luchar radicalmente
contra el flagelo del narcotráfico en todas sus formas y es falso que la
guerrilla colombiana pierda capacidad económica o de acción política como
resultado del combate al narcotráfico. Las FARC-EP ha creado con serias
dificultades en sus 36 años de vida revolucionaria, distintas formas de
financiar su actividad política y como es pueblo en armas vive de los recursos
que le brinda el mismo pueblo.
Lo que no dicen los agentes de la CIA, la DEA ni los títeres más caracterizados
del gobierno del doctor Pastrana, es que su llamado Plan Colombia es otro
engaño a los colombianos y a la comunidad internacional. Se trata de una bien
diseñada estrategia de guerra para afianzar una mayor presencia de Estados
Unidos en América del Sur, con la cual busca distintos objetivos:
Primero, con la fachada de luchar contra el narcotráfico aumenta la asesoría y
presencia de sus tropas en Colombia y mejora la capacidad operativa de la Fuerza
Pública colombiana, la que seguirá accionando bajo las órdenes de los Generales
gringos en cumplimiento de sus planes hegemónicos.
Segundo, lo anterior les permite mantener el control directo de la región
amazónica, lugar donde existe uno de los mayores yacimientos de petróleo en el
Putumayo y el mayor laboratorio de agua y oxígeno del mundo, con ingentes
riquezas en flora, fauna y pesca.
Tercero, con la complacencia de los gobernantes afines a sus intereses,
convierte el dólar en moneda oficial y única, en los países de la región; ya
lo hizo en Ecuador.
Cuarto, logrados los objetivos económicos le permite debilitar al Brasil al
golpear el Merco Sur, al tiempo que cierra puertas de entrada a los capitales
europeos, limitando el valor adquisitivo del Euro.
Quinto, para el logro del macabro plan hegemónico, el principal obstáculo es
Cuba socialista, Venezuela bolivariana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, lideradas por las FARC-EP. Por ello, el plan apunta muy en particular
contra el gobierno de Chávez y la combatividad de la guerrilla colombiana.
Sexto, la clase política colombiana con la complicidad del Gobierno actual, es
la punta de lanza de la estrategia gringa, donde están jugando destacado papel
el Secretario General de la OEA, Cesar Gaviria Trujillo, entre otros personajes
al servicio de los intereses del imperio gringo.
Las consideraciones anteriores explican por sí solas, el poco interés del
Gobierno y la clase gobernante colombiana en los resultados de los diálogos para
la paz y el silencio a las propuestas contrarias, a la estrategia de guerra
contemplada en el mal llamado Plan Colombia. Están seguros de poder continuar
aplicando con todo el rigor de las recetas las políticas del Fondo Monetario y
de la Banca Mundial, en desarrollo de las políticas neoliberales del Sistema
capitalista, sin importarles la angustia, el hambre y la miseria de millones de
compatriotas.
Mientras los enemigos comunes de los pueblos arman y ponen en práctica su
estrategia de guerra contra nuestro pueblo, las FARC-EP reiteran su invariable
compromiso de luchar al lado de los pobres y excluidos, con las armas y las
banderas en alto por la paz con justicia social y la segunda y definitiva
independencia, en defensa de la soberanía nacional de Colombia.
Atentamente,
Comisión de Diálogos para la Paz de las FARC-EP
Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Simón Trinidad, Carlos Antonio Lozada, Andrés Paris.
Los Pozos, Villa Nueva Colombia, 17 de 0ctubre de 2000
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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