Por el Plan Colombia, aumenta la inseguridad en la frontera con Putumayo
Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Ecuador, a 1 de Noviembre, 2000. Ecu/Col - Aumenta la inseguridad en la zona fronteriza con Putumayo
debido a la aplicación del Plan Colombia.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human* Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign).
Información.
ASESINAN A UN REFUGIADO COLOMBIANO EN EL PUENTE FRONTERIZO INTERNACIONAL
SOBRE EL RÍO SAN MIGUEL
De fuentes allegadas al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados, ACNUR, se supo que la semana pasada fue asesinado un hombre
inidentificado, de aproximadamente 35 años de edad, que había obtenido el
certificado provisional que lo acreditaba como refugiado en el Ecuador.
De acuerdo con personas que pidieron no ser identificadas, el ciudadano
colombiano, sin conocerse las razones, se encontraba al lado del puente
internacional sobre el río San Miguel que separa a los dos países. De manera
intempestiva varios sujetos no identificados y fuertemente armados, habrían
estado tras la pista del ahora occiso. Cuando éste se dio cuenta corrió con la
intención de cruzar el puente, pero las balas lo alcanzaron, matándolo de
contado, antes de que lograra traspasar la infraestructura de cemento.
Este sería el primer caso de un posible ajusticiamiento a una persona que se
encontraba en Ecuador en calidad de refugiada. Este hecho ha motivado que
aproximadamente 20 refugiados que tiene hasta el momento el ACNUR en la zona,
soliciten el traslado inmediato al interior del país, por temor a que se dé una
persecución en su contra.
Lo que no supieron explicar los miembros de la iglesia y del ACNUR son las
razones por las cuales este hombre estaba en territorio colombiano si ya había
conseguido el certificado provisional que lo acreditaba como refugiado,
documento en que se detalla "la voluntad de no regresar a su país de origen por
sentir fundados temores de persecución".
Hasta el cierre de esta edición, varios refugiados buscaban conocer cuáles son
sus derechos y obligaciones en territorio ecuatoriano, para exigir si es del
caso les brinden seguridad policial y militar, que hasta el momento no existe,
así como les den las facilidades para trasladarse a localidades como Santo
Domingo de los Colorados y Guayaquil.
[Lago Agrio, Diario La Hora, Ecuador, 31oct00]
LA GUERRA CIVIL PUEDE TRASLADARSE A LA REGIÓN FRONTERIZA CON ECUADOR.
Soldados colombianos hacen una pausa en los entrenamientos cerca de un poblado
en la región del Putumayo, para informar que los guerrilleros están en los
alrededores. En Canacas y sus contornos las únicas señales de la guerra las
constituyen la actitud desconfiada de sus habitantes y la cantidad de puertas
clausuradas con candados.
Escasamente hay movimiento hacia Puerto Asís. Los demás caminos están
abandonados, pues las FARC han dicho que matarán a quienes los transiten y las
fuerzas militares sospechan que estén minados, de manera que las tropas que
pretenden retomar el control se mueven por la selva y en helicópteros. "Usted
cree que aquí no pasa nada, pero de pronto escucha los disparos de los combates
y la gente pasa corriendo y no vuelve", dijo una tendera.
El ejército estima en 50 el número de los guerrilleros que han muerto al
enfrentarse con sus tropas durante los últimos días. De los paramilitares no
tiene datos exactos.
Los habitantes de la región dicen que los paramilitares y las FARC se están
moviendo, cada cual por su lado, para librar una batalla por el dominio de
Puerto Asís. Germán Maldonado, cosechero de coca, dice que el abandono masivo
de los campos no obedece simplemente a las amenazas de los paramilitares o de
las FARC, sino a la certidumbre de que los combates más feroces todavía no han
ocurrido.
La guerra actual comenzó a gestarse el nueve de enero del año pasado, cuando un
piquete de paramilitares irrumpió en la población de El Tigre, fusiló a 26
personas, desapareció a 14 e incendió las viviendas. Dos meses después, el 18 de
marzo, los paramilitares asesinaron a 32 personas en el caserío de El Placer. En
mayo fusilaron a otros nueve aldeanos en esta población de Canacas.
En junio, las FARC en represalia fusilaron a cerca de 10 personas cerca de
Orito, por considerar que eran simpatizantes de los paramilitares. En noviembre
los paramilitares volvieron con más fuerza contra El Placer: en el transcurso de
24 horas fusilaron a 29 personas y siguieron, a sangre y fuego, una ruta que
pasó por La Dorada, Las Brisas, El Empalme y El Vergel.
Las FARC, por su parte, trajeron armamento nuevo que compraron en Ecuador y Perú
(se cree que una parte corresponde a los 10.000 fusiles soviéticos que les
vendió el ex jefe de la policía secreta peruana Vladimiro Montesinos),
reorganizaron sus frentes y se acomodaron estratégicamente en los pueblos por
donde habían pasado los paramilitares. Es frecuente escuchar la versión de que
las FARC tienen armas, municiones y alimentos para resistir hasta febrero o
marzo, sin recibir refuerzos.
Una fuente militar explicó que, durante todo este año, comerciantes ecuatorianos
de la vecina provincia de Sucumbíos han hecho pequeñas fortunas vendiendo a las
guerrillas y a los paramilitares alimentos, medicinas, botas y armamentos del
ejército de ese país. Un funcionario de Naciones Unidas reveló que guerrilleros
y paramilitares suelen encontrarse cara a cara en el caserío de Nueva Loja (Lago
Agrio), adonde acuden a conseguir provisiones. Ya circulan versiones sobre un
virtual ataque a esa población ecuatoriana.
Hace pocos días un grupo de las FARC atacó el poblado de El Puente, en el límite
con Ecuador, y lo recorrieron hasta encontrar al colombiano Sandro Muñoz
Solarte, de 22 años, y lo fusilaron por ser, supuestamente, un paramilitar.
Alfonso Moncada, cosechero de coca, sostiene que tanto los paramilitares como
los guerrilleros están comprando tierras del lado ecuatoriano, pues necesitan
instalar bases de apoyo para resistir la guerra.
Los narcotraficantes, de acuerdo con una fuente de Naciones Unidas, también
están adquiriendo fincas en Ecuador para sustituir una parte de la producción de
coca ya afectada por la guerra, y que se resentirá más con las acciones del Plan
Colombia.
[Fuente: Diario El Nuevo Herald, Miami, USA, 31oct00]
MILITARES ECUATORIANOS DICEN CONOCER LA PRESENCIA DE MERCENARIOS
SUBCONTRATADOS EN LAS OPERACIONES DEL PLAN COLOMBIA.
iii) NUEVA LOJA, Ecuador, oct.18 (IPS): Autoridades y habitantes de la capital
de la provincia de Sucumbíos, norte de Ecuador, temen que narcotraficantes y
paramilitares colombianos hayan cruzado la frontera para instalarse en la zona.
El alerta surgió luego de que la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH)
asegurara que según testimonios de residentes de esta zona, las derechistas
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y traficantes de drogas habrían comenzado
a comprar tierras en la Amazonia ecuatoriana para trasladar los cultivos de
coca.
Para confirmar esa aseveración, el Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del
Plan Colombia en Ecuador, que aglutina a grupos humanitarios, sociales y
ambientalistas, pidió al gobierno, a los mandos militares y al Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) que realicen un estudio catastral en la
frontera entre ambos países.
El informe de la APDH fue avalado por campesinos colombianos obligados a
abandonar su área de residencia por el comienzo de fumigaciones contra
plantaciones ilegales y el recrudecimiento de los combates en Putumayo entre las
insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército y
las AUC.
Pedro, un campesino que pidió refugio en Ecuador, afirmó a IPS que guerrilleros
de las FARC le dijeron a un grupo de personas desplazadas del sur colombiano que
si venían a Ecuador no se quedaran en Sucumbíos, porque ''es zona paramilitar''.
''Uno de los comandantes nos dijo que tratáramos de irnos a otra parte, mejor a
la Sierra, porque aquí (en Sucumbíos) están los 'paracos' y en poco tiempo, si
esto sigue así, será lugar de combates'', comentó Pedro, quien dijo que los
paramilitares lo habían expulsado junto con la familia de su finca en Putumayo.
Las autoridades municipales de Nueva Loja también manejan la información de que
las AUC quieren instalarse en Sucumbíos para cortar un posible repliegue de la
guerrilla y sus líneas de abastecimiento. Una fuente de las FARC en Putumayo
aseguró a IPS que miembros de la comandancia de ese grupo intentaron contactarse
con el gobierno ecuatoriano a través de su cancillería, pero la reunión no se
concretó. El objetivo era entregar ''información reservada'' sobre la actuación
de grupos paramilitares en la Amazonia de Ecuador. ''Lamentablemente parece que
las autoridades ecuatorianas primero aceptaron la reunión y después cambiaron de
opinión, con lo cual no se les pudo informar'', comentó la fuente.
Agregó que paramilitares con apoyo de la CIA (Agencia Central de Inteligencia
estadounidense) y ''mercenarios internacionales'' podrían realizar ''acciones
provocativas'' en Ecuador para culpar a las FARC y lograr así que los países
fronterizos de Colombia no acepten a esa guerrilla como fuerza beligerante. En
esa misma dirección apunta otra información, según la cual diversas personas que
tendrían datos sobre la presencia de paramilitares en este país estarían siendo
amenazadas de muerte, mientras lugareños señalan la actuación de sicarios.
El asesinato de dos niños de la calle perpetrado el 20 de agosto en Nueva Loja
con un tiro en la nuca y otro en el pecho sería parte de la misma historia. Los
médicos que recogieron los cuerpos, hicieron la autopsia y los enterraron, tras
hacer la denuncia correspondiente, fueron amenazados de muerte y recibieron un
mensaje de que estaban en la mira de los paramilitares, dijeron las fuentes.
Estas advertencias salen a luz una semana después de que 40 hombres fuertemente
armados secuestraron un helicóptero que transportaba funcionarios extranjeros de
la compañía petrolera hispano-argentina Repsol-YPF, radicada en la provincia de
Orellana, vecina de Sucumbíos y a 100 kilómetros de la frontera. El helicóptero
fue encontrado un día después en territorio colombiano sin los pasajeros, aunque
los dos tripulantes de nacionalidad francesa aparecieron en forma sorpresiva el
lunes en Quito luego de haberse fugado de sus raptores, según informaron
portavoces del gobierno.
El vicepresidente y actual presidente en ejercicio de Ecuador, Pedro Pinto, en
un principio atribuyó el secuestro a las FARC, porque el grupo se había
presentado ''ejecutando una acción en rechazo de la participación ecuatoriana en
el Plan Colombia'', programa antidrogas de Bogotá. Pero el comandante Joaquín
Gómez, jefe del bloque sur de las FARC, principal guerrilla colombiana, aseguró
que nada tenían que ver con el secuestro y confirmó la decisión de ese grupo de
no intervenir militarmente en los países vecinos. Horas más tarde de que Gómez
hiciera las declaraciones, fuentes del propio gobierno ecuatoriano deslindaron
la responsabilidad de la guerrilla, tras lo cual surgió la versión de que el
hecho habría sido protagonizado por delincuentes comunes, paramilitares o
mercenarios internacionales.
Un informante militar ecuatoriano que prefirió mantener el anonimato aseguró a
IPS que ya estarían actuando en Colombia mercenarios expertos en guerra de alta
tecnología, como ''los que montaron el aparato de comunicaciones para
inteligencia en Croacia y apoyaron a ese país en su conflicto con Serbia''. ''No
son tipo Rambo, aunque algo de eso tengan. Son soldados especializados en alta
tecnología, muchos de los cuales se pueden contratar en empresas de seguridad
internacionales que ofrecen su servicio por Internet", explicó la fuente.
Agregó que ese tipo de "paramilitares postmodernos" tienen la capacidad de
rastrear objetivos para secuestrar o atacar helicópteros o campamentos
guerrilleros, y además ejecutar la acción. ''Hace algunos meses tuve contacto
con uno de ellos, de 27 años, que había trabajado en la guerra de Yugoslavia. Es
italiano y me decía que ahora iban a requerir los servicios de gente
especializada como él para el Plan Colombia, con buena paga", comentó el
informante.
Sin embargo, el militar ecuatoriano se inclina a pensar que el secuestro del
helicóptero de la firma petrolera podría haber sido realizado por paramilitares
colombianos. Este hecho, además de poner en duda el refuerzo militar de la
frontera ecuatoriana, trajo a la mente uno similar que se produjo en septiembre
del año pasado en Sucumbíos. En esa oportunidad fueron 12 los extranjeros
tomados de rehén y también se habló de una posible participación de la guerrilla
en el hecho, pero luego se confirmó que los autores eran delincuentes comunes.
El control militar ecuatoriano en la zona fronteriza con Colombia aumentó en las
últimas semanas, incluyendo los pueblos ubicados junto al río San Miguel como
General Farfán, a 40 minutos de Nueva Loja, y Puerto El Carmen, a seis horas de
esta capital provincial. El gobierno también prohibió la venta de gasolina,
cemento y tanques de gas a colombianos, y se habilitó sólo la entrega de un
tanque por familia a los ecuatorianos.
La gasolina y el cemento se pueden utilizar para procesar la cocaína y los
tanques de gas se usan como bombas para atacar objetivos militares.
El comandante del grupo de fuerzas especiales número 24 Rayo, teniente coronel
Felipe Burbano, hizo en septiembre un llamado a la tranquilidad, y precisó que
"la frontera con Colombia está resguardada con personal especializado en selva y
en técnicas y tácticas de contrainsurgencia". Agregó que en la línea de
frontera hay puestos avanzados de combate y destacamentos que realizan
operativos de control y seguridad fronteriza, y vigilan los pozos petroleros y
oleoductos en la zona. El 26 de septiembre, dos días antes de que los
presidentes Gustavo Noboa, de Ecuador, y Andrés Pastrana, de Colombia,
habilitaran un puente sobre el río San Miguel, el ejército ecuatoriano detuvo un
cargamento de municiones y explosivos que supuestamente se iban a utilizar para
volar el puente.
En el operativo fueron detenidas cinco ecuatorianos y colombianos integrantes de
''un grupo subversivo colombiano'' que opera en la zona, según el comandante de
la policía, Mario Cevallos. Sin embargo, fuentes militares ecuatorianas
señalaron que la operación fue un posible ''montaje paramilitar para involucrar
a la guerrilla''.
[Fuente: Agencia IPS por Kintto Lucas, Ecuador, 18oct00]
MÁS INFORMACIÓN SOBRE ESTA ZONA:
Grupo Civil de Monitoreo de los impactos del Plan Colombia en Ecuador
Acción Ecológica, APDH, CDH, COSDHI, CSMM, FDA, FIAAM, REDHER, REDHS-CEOSL
Alexis Ponce (APDH Ecuador)
From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
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