Diciembre y el Proceso de Paz
Carta al Presidente de Colombia Andrés Pastrana Arango
Letter to President of Colombia Andrés Pastrana Arango


Tlahui-Politic 10 II/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. USA, a 5 de Diciembre, 2000. El 7 de Diciembre y el Proceso de Paz. In English follows - North Americans: please email or fax your representatives and ask them to sign on to this letter to Colombian President Andrés Pastrana. They should fax their signed copies to the Center for International Policy, (202) 232-3440. Since President Pastrana has to make his decision by Thursday, there isn't much time, so please fax or email your congressmen today!

4 de diciembre del 2000

Doctor Andrés Pastrana Arango
Presidente de Colombia
Palacio de Nariño
Carrera 8 No. 7-26
Santa Fe de Bogotá, Colombia

Estimado Sr. Presidente:

Nos dirigimos a usted con gran preocupación por el futuro del proceso de paz colombiano. Hace poco más de dos años usted, con gran valentía, decidió tomar los pasos necesarios para comenzar un proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Uno de esos pasos fue retirar las Fuerzas Armadas Colombianas de cinco municipios del sur de Colombia, creando así un territorio neutral que sería utilizado para llevar a cabo los diálogos. Cada seis meses usted debe renovar la vigencia de esta zona, y el 7 de diciembre usted debe tomar la decisión de prorrogarla una vez más.

Nosotros entendemos que esta decisión no será fácil. Las negociaciones se encuentran en un momento difícil ya que el pasado 14 de noviembre las FARC decidieron de manera unilateral "congelar" el proceso de paz. Así mismo existen presiones para que no se extienda la prórroga, aunque el no extenderla seguramente daría fin al proceso con las FARC. Esperamos que, por encima de estas presiones, usted le dé la oportunidad al proceso de paz y tome la decisión de extender el despeje por un plazo de seis meses más. Respaldamos las declaraciones hechas el 29 de noviembre por el Consejo Nacional de Paz, "Consideramos necesaria la prórroga de la zona de distensión como mecanismo idóneo para la continuación de los diálogos y negociaciones de paz."

Entendemos que en este momento existe un llamado muy fuerte de varios sectores de la sociedad colombiana, demandando que el despeje no sea extendido. Otra fuente de presión ha sido las declaraciones recientes de algunos oficiales del gobierno estadounidense, expresando claramente su posición con respecto a la extensión de la zona. Durante su visita a Colombia el 20 de noviembre el Director de la Oficina Nacional para el Control de Drogas, el Gen. Barry McCaffrey, dijo que la creación de esta zona había sido un "un error ingenuo por parte del gobierno." Unos días más tarde el Subsecretario de Estado Thomas Pickering declaró que "No es posible defender la existencia del despeje cuando no se está llevando a cabo ningún tipo de negociación."

De la misma manera entendemos la extrema dificultad de esta situación debido al comportamiento de las FARC en la zona y la falta de voluntad que han demostrado en adelantar el proceso de paz. Sabemos lo importante que es contar con una entidad de monitoreo en la zona, y compartimos sus inquietudes al respecto. Nos afligen de igual manera los numerosos reportes de abusos que allí se cometen. Nos encontramos bastante decepcionados con la decisión unilateral de las FARC de congelar las negociaciones y pedimos que esta decisión sea revocada de manera inmediata.

También nos unimos con usted para hacerle un llamado a las FARC para que levanten el paro armado en el departamento del Putumayo, ya que se está creando una grave crisis humanitaria. Instamos al gobierno y a los actores armados para que demuestren un nuevo compromiso hacia la paz negociada con un acuerdo humanitario que excluya a los civiles no combatientes del conflicto. Así mismo llamamos al gobierno para que siga tomando acciones concretas que acaben con el patrón de complicidad ya documentado entre los militares de bajo rango y los grupos paramilitares.

Existe la posibilidad de que las negociaciones continúen "congeladas" el 7 de diciembre. Aunque esto suceda, renovar la zona una opción que tiene sus propios riesgos es una mejor alternativa, ya que el no hacerlo traería consigo el fin del proceso de paz. Esto resultaría desastroso en un momento que, como usted bien lo dijo el 29 de noviembre, " el tema del cese al fuego aún esta en la mesa de diálogo."

A pesar de que las negociaciones formales han llegado a un impase, la zona ha sido escenario de contactos informales entre representantes del gobierno y líderes de las FARC. El 26 de noviembre y el 1 de diciembre se reunieron en la zona el Alto Comisionado para la Paz, Camilo Gómez, y el líder de las FARC, Manuel Marulanda. En un momento como el actual, estas reuniones no oficiales en donde se discuten una variedad de temas como el cese al fuego y el intercambio de prisioneros son tan importantes como las negociaciones mismas. Estas no serían posibles sin la existencia del despeje. No renovar esta zona llevaría a Colombia a la situación de hace tres años, cuando estas reuniones eran hazañas monumentales que ocurrían de manera esporádica.

Resolver conflictos especialmente uno tan largo y en donde la lucha ha sido tan amarga no es una tarea fácil. Las negociaciones seguramente durarán varios años. Como todos los procesos de paz, el que usted comenzó hace poco más de dos años será turbulento y estará marcado por momentos difíciles. Sin embargo, como varios analistas han concluido, una paz negociada resultaría mucho menos traumática que un escalamiento de la guerra.

Al establecer el despeje usted pronunció, "Por la paz me la juego toda." Esperamos con toda sinceridad que sus políticas aún sean guiadas por este principio. Tenga la certeza que tanto usted como su gobierno contarán con todo nuestro apoyo si continúa tomando los riesgos que la paz exige, y decida renovar la zona del despeje por un plazo de seis meses más.

Sinceramente,

Sally Lilienthal, Presidente, Ploughshares Fund, San Francisco, California. Profesora Cynthia McClintock, George Washington University, Washington, D.C. Profesor Kenneth E. Sharpe, Swarthmore College, Swarthmore, Pennsylvania. George Vickers, Director, Washington Office on Latin America, Washington, D.C. Robert E. White, Presidente, Center for International Policy, Washington, D.C. William D. Delahunt, Miembro del Congreso, Estado de Massachussets. Sam Farr, Miembro del Congreso, Estado de California. Cynthia A. McKinney, Miembro del Congreso, Estado de Georgia. John Joseph Moakley, Miembro del Congreso, Estado de Massachussets. Janice D. Schakowsky, Miembro del Congreso, Estado de Illinois.

Doctor Andrés Pastrana Arango
President of Colombia
Palacio de Nariño
Carrera 8 No. 7-26
Santa Fe de Bogotá, Colombia

Dear President Pastrana:

We write to you out of concern for the future of the peace process in Colombia. More than two years ago you took bold steps to activate a peace process with the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC), your country's largest guerrilla group. One of those steps was the removal of security forces from five municipalities in southern Colombia (an area known as the "clearance zone," or despeje), to serve as neutral ground for peace talks. The despeje must be renewed every six months; the next deadline is December 7.

We recognize that this will be a difficult choice. The talks are in a particularly difficult moment, given the FARC's unilateral November 14 decision to "freeze" the process. You are facing pressures not to renew the zone a step that would effectively end the talks. It is our hope that, despite these pressures, you will give the peace process a chance to continue by extending the despeje for another six months. We echo the November 29 declaration of the National Peace Council, an official forum incorporating representatives of the Colombian government and all sectors of Colombian society: "We consider necessary the extension of the zone as an ideal mechanism for the continuation of the dialogues and peace negotiations."

We understand that Colombians' calls to end the despeje are more forceful now than they were during previous renewal deadlines. Pressures to close the despeje have also come from U.S. government representatives' recent public statements. While in Colombia on November 20, White House Office of National Drug Control Policy Director Gen. Barry McCaffrey called the zone's creation "a naive mistake on the part of the government." A few days later Undersecretary of State Thomas Pickering declared, "It is not possible to defend the existence of the despeje when there are no negotiations."

We realize that further pressures arise from the FARC's behavior in the zone and its failure to demonstrate a willingness to move the process forward. We share your disappointment with the lack of a monitoring presence in the zone, and with recurring reports of abuses. We also share your disappointment with the guerrillas' unilateral decision to freeze the talks, and we call on the FARC to reverse its decision without delay. We join you in urging the FARC to call off its 70-day-old blockade of the southern department of Putumayo, which is causing a severe humanitarian crisis in that region, and to respect standards of international humanitarian law throughout the country. At the same time, we urge you to take further concrete actions to end the reported continuing pattern of lower-ranking military officers' aiding and abetting of paramilitary groups.

The possibility remains that the talks will still be frozen on December 7. Even if that happens, renewing the zone while not a satisfying option is far better than the alternative, which would end the peace process altogether. It would particularly be a shame to call off the talks while, as you pointed out on November 29, "the issue of a cease fire remains on the table."

Though formal negotiations have been at a standstill since mid-November, the zone is still the site of meetings between government officials and FARC leaders. On November 26 and December 1, despite the "freeze," High Commissioner for Peace Camilo Gómez and FARC leader Manuel Marulanda met in the zone for several hours. At this stage, such unofficial meetings which allow for discussions of issues ranging from cease-fires to prisoner exchanges are at least as important as the talks themselves. They would be impossible, however, if the despeje did not exist. Failing to renew the zone would take Colombia back to where it was three years ago, when such meetings were highly infrequent and very difficult to arrange.

Resolving conflicts especially those as long and bitterly fought as Colombia's is never easy. The talks are certain to take several more years. Like all peace processes, the one you began two years ago will be disorderly and punctuated by many difficult moments. But it is vastly better than plunging back into a full-scale war that virtually all observers agree cannot be won.

When you first agreed to establish the despeje, you said, "For peace I will risk everything." It is our hope that you are still guided by this principle. Be assured that you will have our support if you continue to take the risks that peace demands by renewing the despeje zone for another six months.

Sincerely,

Sally Lilienthal, President, Ploughshares Fund, San Francisco, California. Professor Cynthia McClintock, George Washington University, Washington, D.C. Professor Kenneth E. Sharpe, Swarthmore College, Swarthmore, Pennsylvania. George Vickers, Director, Washington Office on Latin America, Washington, D.C. Robert E. White, President, Center for International Policy, Washington, D.C. William D. Delahunt, Member of Congress, State of Massachusetts. Sam Farr, Member of Congress, State of California. Cynthia A. McKinney, Member of Congress, State of Georgia. John Joseph Moakley, Member of Congress, State of Massachusetts. Janice D. Schakowsky, Member of Congress, State of Illinois.

Adam Isacson
Senior Associate, Demilitarization Program
Center for International Policy
1755 Massachusetts Ave NW, Suite 312
Washington DC 20036
+202-232-3317 fax 232-3440
isacson@ciponline.org
http://www.ciponline.org/demilita.htm

From: Paul Wolf paulwolf@icdc.com
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