Carta abierta a los países del grupo de apoyo a la Paz en Colombia

Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Colombia, a 20 de Junio, 2000. Col - Carta abierta a los países del grupo de apoyo a la Paz en Colombia. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información.

CARTA ABIERTA A LOS PAÍSES DEL GRUPO DE APOYO A LA PAZ EN COLOMBIA

Saludamos el interés de la comunidad internacional por solucionar la grave crisis que atraviesa Colombia. Creemos que ella, y en particular las asociaciones de países como la Unión Europea, tienen un papel importante que cumplir, mucho más allá de la ayuda humanitaria que no resuelve las causas de la violencia y del exilio que golpean a millones de colombianos.

De manera inusitada en el ámbito internacional, el Gobierno colombiano pide apoyo financiero para un plan, presentado como plan de paz y llamado "Plan Colombia", pero elaborado unilateralmente sin la participación de las contrapartes en las negociaciones de paz. Tampoco fueron involucrados en su concepción las organizaciones sociales que luchan pacíficamente por la democratización de Colombia, en particular los sindicatos, el movimiento campesino, indígena, y de derechos humanos.

Acceder a esta demanda, significaría sentar un precedente nefasto en cuanto a apoyo a procesos de paz, y no dudamos que este " Plan " elaborado conjuntamente entre el Gobierno de Colombia y sectores militaristas de los Estados Unidos será claramente rechazado por la Unión europea y otros países de la comunidad internacional luego de conocidas sus diferentes versiones, entre otras razones, porque:

- Es ineficiente y contraproducente como solución al problema del narcotráfico, porque apunta golpear ante todo al pequeño cultivador de droga, que se verá obligado a huir a otras regiones, extendiendo así el problema a otras zonas y países. En cambio el plan no toca a los verdaderos beneficiados del narcotráfico que están en las grandes ciudades, alojados en mansiones o en los mejores hoteles, y cuyo dinero se mantiene seguro en los bancos del Norte.

- Es ineficiente y contraproducente en cuanto a garantizar la seguridad de la región, porque su aplicación intensificaría el conflicto armado, por el amalgama que sus autores hacen entre narcotráfico y guerrilla; los bombardeos y fumigaciones previstas causarían además graves problemas humanos y ecológicos de incalculables consecuencias.

- Elude el problema de los derechos humanos, desconociendo que el paramilitarismo, juntamente con el narcotráfico son reconocidos como actores fundamentales en la extensión y profundización de la violencia que opera libremente en gran parte del Norte de Colombia. No hay duda que si se aplica el Plan Colombia, los paramilitares podrán extender su radio de acción a nuevas regiones del país.

- No enfrenta los problemas sociales que son la causa esencial del crecimiento de las organizaciones guerrilleras, y pretende por el contrario seguir con nuevas medidas de ajustes estructurales y acelerar las privatizaciones que agravaran aún más la situación de los más pobres;

Invitamos a los países interesados en promover la paz en Colombia, a inspirarse para ello en lo mejor de su tradición democrática y de concertación social. Invitamos en particular a la Unión europea, a seguir una política propia, apoyándose en los objetivos de democratización y ayuda al desarrollo que fundamenta su política exterior en la letra del Tratado de la Unión, y no asociarse a una aventura guerrerista que responde a otros intereses estratégicos y económicos.

En particular:

Es necesario que la Unión europea y otros países perseveren en los esfuerzos de sustitución de cultivos para pequeños cultivadores de droga, evalúen sus resultados con los interesados, y profundicen y completen estas políticas, en vez de legitimar que se les bombardee o se les envenene con productos químicos o de biotecnología;

- Pensamos que es imprescindible intensificar el esfuerzo internacional de control de capitales provenientes del tráfico de droga que circula en el sistema financiero internacional.

- En forma repetida en estos últimos años, los campesinos colombianos se han movilizado masivamente y han firmado acuerdos con el gobierno de Colombia, por ejemplo en las regiones del Putumayo, del Caquetá, del Macizo colombiano, de Arauca, del Sur de Bolívar, del Cauca. Estos acuerdos no han sido cumplidos, y al contrario los líderes de estas movilizaciones han sido a menudo víctimas de desaparición forzada o asesinato. Sin embargo, estos acuerdos concertados constituyen una materia prima esencial para la comunidad internacional para completar los programas de sustitución de cultivos, y para construir la paz.

- No habrá una paz duradera en Colombia, donde 57% de la población vive en la pobreza absoluta, si no se detienen las políticas de ajustes estructurales y de privatizaciones indiscriminadas y si no se efectúan las necesarias reformas sociales. En el campo, dónde la taza de pobreza absoluta es de 80%, no habrá paz duradera sin reforma agraria y consolidación de los territorios indígenas, que reviertan la política de concentración acelerada de la propiedad de la tierra causada por la acción de los grupos paramilitares, el dinero del narcotráfico y la especulación.

- Urge que los países del Norte piensen en acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales que favorezcan la paz y no la inestabilidad y la miseria en países como Colombia. La apertura comercial indiscriminada ha golpeado duramente la estructura agraria del país, y aún las facilidades comerciales otorgadas a Colombia por la Unión europea al principio de los años '90 (SPG) para luchar contra el narcotráfico debe ser evaluada con el fín de determinar si ha beneficiado a los pequeños campesinos, o si ha favorecido modelos agrícolas que excluyen a grupos vulnerables pero esenciales, para la seguridad alimentaria de Colombia, como son los campesinos y los indígenas..

- Observamos que los megaproyectos económicos, en particular energéticos y mineros, son una de las mayores causas por los cuales los campesinos y los indígenas están siendo expulsados a sangre y fuego por grupos paramilitares. Pedimos en forma urgente que los gobiernos del norte ejerzan un control sobre sus empresas transnacionales e incidan sobre el gobierno colombiano para que ejerza el control que le corresponde. Es el caso por ejemplo: de la Occidental Company que desconoce derechos ancestrales de los U'was y también de la B.P., que ha llevado a cabo una política represiva contra los campesinos de la región y la organización sindical.

- En materia de derechos humanos, nos preocupa y nos indigna la timidez de la reacción internacional, aún cuando recientemente, después de muchos otros, dos informes norteamericanos, uno no-gubernamental (Human Rights Watch) y otro oficial (State Department) reconocen que los grupos paramilitares, capaces de las peores atrocidades, coordinan sus acciones con miembros del ejército de Colombia. Pedimos con urgencia una posición más firme para obligar el Gobierno colombiano a aplicar, como mínimo, las reiteradas recomendaciones de la Alta comisionada para los Derechos Humanos, en particular en lo que se refiere al desmantelamiento de los grupos paramilitares y la lucha contra la impunidad.

- Estimamos que los países amigos del proceso de paz pueden jugar un papel esencial en la vigilancia del proceso de paz en cuanto a garantías para el ejercicio de la oposición política, y la reducción de la corrupción que mina la democracia colombiana.

- Finalmente nos alerta las nuevas políticas restrictivas de los países del Norte en cuanto a acogida y asilo de personas amenazadas por su labor a favor de la paz y de la lucha por la libertad. Pensamos que una acción pública contra el racismo y a la xenofobia pasa por una actitud abierta y clara de acogida, y como mínimo, el cumplimiento de los acuerdos internacionales suscriptos.

Saludamos de antemano los esfuerzos que realicen para que se acorte esta larga noche que atraviesa Colombia, y que faciliten y acerquen el logro de una paz duradera, con avances significativos en materia de justicia social y democratización.

Atentamente,

Lista de primeras organizaciones firmantes:

ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA - ONIC, Colombia; ASOCIACIÓN NACIONAL DE CAMPESINOS-UNIDAD Y RECONSTRUCCIÓN (ANUC-UR), Colombia; FEDERACIÓN NACIONAL SINDICAL UNITARIA AGRARIA - FENSUAGRO, Colombia; MESA REGIONAL DE TRABAJO PERMANENTE POR LA PAZ DEL MAGDALENA MEDIO, Colombia; FEDERACIÓN AGROMINERA DEL SUR DE BOLÍVAR -FEDEAGROMISBOL, Colombia; SINTRATELEFONOS, Colombia; CENSAT-AGUA VIVA, Colombia; FRIENDS OF THE EARTH, Colombia; SERPAJ-EUROPA, Bruselas; COLOMBIAN REFUGEE ASSOCIATION - CORAS, United-Kingdom; COMITÉ POUR LE RESPECT DES DROITS HUMAINS "DANIEL GILLARD", Belgium; EQUIPO NIZKOR, España; COMITATO SOLIDARIETA COLOMBIA " GIACOMO TURRA", Italia; ASSOCIATION DE REFUGIES D'AMERIQUE LATINE - ARLAC, Belgium; COMITÉ COLOMBIE DE L'AFAL-Lyon, France; COLECTIVO POR COLOMBIA DE PARIS, France; FOODFIRST INFORMATION AND ACTION NETWORK - FIAN-Belgium;

From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
Más información - Further information - Plus d'information