Entrevista con el preso vasco Antton López Ruiz interlocutor de ETA

Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. España, a 20 de Abril, 2000. EUSKADI: ETXERA Número 26. 18 de abril 2000, www.freespeech.org/presoak. De: etxerabuletina@hotmail.com etxerabuletina@hotmail.com

"Para llamar la atención sobre la realidad que vivimos, para situar en su lugar nuestros problemas, y para que la sociedad pueda tomar parte en nuestras reivindicaciones mediante su apoyo, es por lo que estamos realizando la huelga de hambre indefinida."

"Para personas indefensas que habitamos en el corazón del estado opresor el arma más utilizada, la que más solidaridad desprende, y la que más dignifica, es la huelga de hambre. Y si el momento político es importante le damos una relevancia que desprenda esa importancia, por eso la hacemos indefinida."

"En la cárcel es donde más cuenta te das que además de militantes somos personas, y que a ambas cosas hay que darles su espacio, su comprensión y su respeto. El amalgama entre el militante y la persona crean al revolucionario."

Entrevista con preso vasco interlocutor de ETA

Entrevista realizada por la revista Herria Eginez a "Kubati", preso político vasco miembro de la interlocución de la organización armada ETA:

Antton López Ruiz 'KUBATI'

"Por el bien de toda la sociedad vasca, hagamos todos un esfuerzo para alcanzar la democracia en Euskal Herria"

Preso en las cárceles españolas desde hace doce años, Antton López Ruiz "Kubati" ha respondido a nuestras preguntas desde la cárcel de Algeciras. Durante estos años ha conocido bien lo que es la dispersión, aunque su militancia en Euskadi Ta Askatasuna se remonta a algunas décadas atrás, y ésta le ha llevado también a vivir en otras situaciones, como la clandestinidad. Nombrado interlocutor de ETA en Octubre del año pasado, nos muestra su punto de vista sobre la actual coyuntura política, en una entrevista realizada antes de que la organización armada actuara en Madrid.

LA HUELGA DE HAMBRE que llevan a cabo los presos políticos vascos ha sido, sin duda, una de los aspectos en los que hemos profundizado durante la entrevista, aunque el análisis principal se centra en el proceso político puesto en marcha en Euskal Herria. Kubati analiza el camino recorrido hasta ahora, la situación actual y el futuro. Su mensaje a la sociedad vasca es bien claro.

HERRIA EGINEZ.- Los presos políticos estáis en huelga de hambre por el proceso, exigiendo poder tomar parte en éste. ¿En este momento en el que Euskadi Ta Askatasuna ha decidido dar por finalizada la tregua, el proceso no está en peligro?

ANTTON LÓPEZ RUIZ.- Nadie puede poner en duda que nos encontramos en una situación delicada que sólo el devenir de los acontecimientos irá definiendo. Los presos tenemos muy claro que queremos participar con todas nuestras fuerzas en el proceso de solución de un conflicto que nos enfrenta históricamente; al fin y al cabo, somos una de las partes más comprometida. Por desgracia, el modelo de solución que se intentó llevar adelante a partir del compromiso con los partidos nacionalistas vascos no ha podido ser, por las razones que la organización armada expresaba. Pero personalmente creo que es el modelo el que se ha roto, y no el proceso. De esta última frase se podrían hacer varias lecturas, la que nosotros hacemos es que el proceso continúa y luchamos para tomar parte directa en el mismo.

H.E.- ¿El fin de la tregua supone volver a la situación anterior a septiembre del 98?

A.L.R.- Entiendo que es una etapa superada, a pesar de que volver a ella sería el sueño de los reaccionarios españolistas. Veo muy difícil que se reproduzcan las mismas claves políticas que se daban entonces. En política todo tiene unos plazos y es la misma situación la que fuerza a los partidos a moverse. Hemos superado el plazo que se dieron para derrotar al Colectivo de Presos Políticos Vascos; se ha superado el plazo que el Pacto de Ajuria Enea se dio para derrotar a la Izquierda Abertzale; a pesar del empecinamiento de Mayor Oreja hace tiempo que se ha superado el plazo para derrotar a ETA. La lectura correcta de estos acontecimientos haría ver a cualquier partido que actúe dentro de una lógica basada en los análisis políticos, que los estadios de represión y de fuerza están agotados y que la solución es el diálogo y los acuerdos con contenidos políticos. Hoy en día la situación está mucho más clarificada que en el 98. Queramos o no, se han producido desencuentros dentro de las fuerzas que formaban el Pacto de Ajuria Enea difíciles de solventar a corto plazo. Por el contrario, se han producido encuentros entre las fuerzas abertzales que a medio plazo pueden ser muy beneficiosos para Euskal Herria. Es difícil que se vuelva a la situación del 98, aunque la política no sea una ciencia exacta tiene su lógica y ésta nos indica que el paso dado por ETA en el 98 fue el comienzo de un camino sin retorno, a pesar de la rotura de la tregua. La lógica que nos lleva a esa reflexión es la constatación de que el marco político actual está agotado. Y ésta no es una apreciación en exclusiva de ETA y la Izquierda Abertzale.

H.E.- Algunos representantes políticos han subrayado que ETA va a dejar definitivamente las armas...

ETA, por el contrario, es una organización política que hace lucha armada, si no están de acuerdo con su accionar son libres de no llegar a acuerdos con ella. Pero derivar la responsabilidad exclusiva de ETA a una fuerza política determinada es querer distorsionar un hecho concreto; es más, creo que en estos momentos sería un punto grave de desencuentro.

A.L.R.- Bueno, no hace falta ser Rappel para determinar que ETA va a dejar algún día las armas. Indudablemente, el día que lo haga será porque las razones que nos obligaron a utilizarlas han desaparecido. Pero quisiera dejar claro que en un contencioso como el que nos ocupa se da unas razones histórico-estratégicas y unas situaciones político-tácticas. La lucha armada no puede ser un elemento estratégico por sí solo, aunque históricamente siempre ha sido un modelo de actuación al que han recurrido los insurgentes de la tierra para hacer valer sus derechos. Luego mirándolo desde el punto de vista histórico-estratégico la lucha armada no es un elemento insustituible, siempre será válida cuando las situaciones lo requieran.

En cuanto al segundo punto del análisis, es decir, en las situaciones político-tácticas, es el mismo marxismo el que nos indica que las formas de lucha estarán en función de la situación histórica concreta. Es posible que haya fases en las que no sea necesaria la lucha armada, aun sin haber llegado a culminar nuestros objetivos. Esto no quiere decir que se renuncie a un método válido de lucha definitivamente, sino que hay una situación política táctica concreta que aconseja otro tipo de lucha. Si las condiciones para iniciar un proceso de lucha armada volvieran a aparecer podrá ser ETA u otra organización quien la podría llevar a cabo.

H.E.- "La clave del proceso iniciado el 18 de septiembre no era qué harían nuestros enemigos de siempre, sino ver hasta qué punto habían cambiado de actitud los que habían actuado hasta entonces a favor de un marco agotado", decía el comunicado de la organización en noviembre del año pasado. ¿Crees que esa actitud que se menciona no ha cambiado?

A.L.R.- Establecería dos perspectivas distintas para responder a esta pregunta. En la primera perspectiva analizaría el comportamiento de estos partidos en relación con los compromisos adquiridos con ETA. Fijándonos en ellos no cabe ninguna duda de lo expresado por mi Organización en su comunicado del 28 de Noviembre cuando daba por finiquitada la tregua; es decir, no cumplieron con todo lo acordado. Desde la segunda perspectiva, diría que la actitud no se debe medir exclusivamente con relación a estos acuerdos. Es indudable que tanto el PNV, como EA, han cambiado su actitud beligerante hacia la Izquierda Abertzale, a las familias de los presos, e incluso a los responsables políticos para apreciar un cambio sustantivo de actitud en relación a épocas anteriores. Entonces diría que la actitud de trato ha cambiado, y también ha cambiado su actitud sobre el enfoque de resolución del conflicto, ahora sólo falta que cambie su actitud operativa y de definición. De todas manera, todavía nos queda por comprobar cuál será su comportamiento si se produjera la ekintza.

H.E.- Euskadi Ta Askatasuna mencionaba ya en agosto el impasse en el que se veía el proceso. ¿Cuáles son las claves para superarlo, si las hay?

A.L.R.- Estoy completamente seguro de que PNV y EA no tuvieron el valor necesario de cumplir con los acuerdos a los que llegaron con ETA. Esto junto con la influencia de otro tipo de acontecimientos dieron a ETA la lectura de que o se rompía la tregua para resituar las verdaderas posiciones del conflicto, o corríamos el riesgo de ser engullidos por el propio impasse. Luego, desde una perspectiva que tiene su punto de partida en los acuerdos a los que se llegó con el PNV y EA, la actitud de ETA es impecable, porque estos acuerdos no se cumplieron. Ahora bien, la pregunta que yo me hago es la siguiente: ¿Supimos situar el núcleo de los acuerdos dentro de las coordenadas que nos marcaban tanto la trayectoria como la característica de clase del PNV y EA? Quizás no tuvimos suficientemente en cuenta que nuestra cosmología y la del PNV es distinta debido a varios factores, pero sobre todo a uno muy importante, que es la pertenencia a distintas clases sociales. Si llegamos a acuerdos con el PNV deberíamos saber de antemano que su lógica es la del partido competitivo cuya actividad principal e insustituible es la de conseguir la responsabilidad de gobierno. Para ello, estructura todas sus estrategias en torno a la búsqueda del voto. Esta manera de entender la política es insustituible para ellos. Es como si a la Izquierda Abertzale le dijeran que debiera repudiar a ETA. Para llegar a acuerdos con ellos es imprescindible tener en cuenta estas cuestiones, porque si no lo hacemos fallaremos en nuestros intentos. Esta es una de las claves. Otra podría ser la exigencia de sinceridad de planteamientos a las partes, pues existe una desconfianza estructural hacia el PNV dada su trayectoria. Y para finalizar, diría que las fuerzas políticas abertzales y nacionalistas deberían establecer un método de trabajo mediante el cual se llegase a un acuerdo marco unificado en clave de soberanía, que recogiera el espíritu de la Alternativa Democrática por una parte, y estableciera los ritmos que secularmente acompañan al PNV y EA por otra. Todo esto encuadrado en una filosofía: diálogo y esfuerzo por el entendimiento. Tengo muy claro que la soberanía no podremos conseguirla por separado, luego cuanto antes nos entendamos mejor. El enemigo es muy fuerte.

H.E.- ¿Qué es lo que ha ganado Euskal Herria, a tu entender, desde septiembre de 1998?

A.L.R.- Para mí lo más destacable es que se ha superado, al menos durante el tiempo de la tregua, una situación de desencuentro entre la familia abertzale y nacionalista que comenzó con la famosa manifestación de "las palomas" y que se agudizó con la participación en el Pacto de Ajuria Enea. Este aunar fuerzas en pro de un objetivo común ha puesto terriblemente nervioso al "establishment" español. El famoso eslogan que se cita en muchas manifestaciones estatales dirigido a la policía de "tengo un primo en Bilbao que os tiene acojonaos" esta vez ha sobrepasado el ámbito de las comisarías y cuartelillos para instalarse en los despachos más lujosos. Creo que este ha sido el gran activo que nos ha dejado el camino andado desde septiembre del 98 hasta ahora. Esperemos que la ruptura de la tregua no empañe de manera determinante este incipiente camino de entendimiento.

H.E.- ¿Cómo responderías a esas voces que subrayan que la actividad armada de ETA es incompatible con la unidad de acción entre las fuerzas abertzales?

A.L.R.- Pues les diría lo que ETA les ha dicho muchas veces, que ofrezcan alternativas serias y responsables, y no habría lugar para la lucha armada. Pero que tenga presente todo el mundo que sin ese tipo de alternativas continuaremos con nuestra lucha. De todas maneras les pediría que no fueran tan soberbios con nosotros y tan benevolentes y comprensibles con quienes rozan o comparten sentimientos y complicidades con los "galosos", con quienes torturan, con quienes no cumplen con la ley penitenciaria, con quienes cometen abusos sexuales en los cuartelillos, con los Eduardo Serra de turno, con quienes gritan "constitución y cierra España", con los garantes del art. 8 de la constitución, y sobre todo con quienes niegan la palabra a Euskal Herria. Les diría también que deben comenzar a mirar a EH como organización política con identidad propia y no como apéndice de ETA. Que lo que haga ETA es responsabilidad exclusiva de ETA y de nadie más. La unidad de acción abertzale y nacionalista se constituye a partir de fuerzas políticas y sociales al uso, que tienen unos rasgos de actuación comunes. ETA, por el contrario, es una organización política que hace lucha armada, si no están de acuerdo con su accionar son libres de no llegar a acuerdos con ella. Pero derivar la responsabilidad exclusiva de ETA a una fuerza política determinada es querer distorsionar un hecho concreto; es más, creo que en estos momentos sería un punto grave de desencuentro.

H.E.- ETA mencionaba en su comunicado que España y Francia han continuado con su dominio, ocupación y ataques represivos durante este año. ¿En qué sentido no ha sido suficiente la respuesta a estos ataques?

A.L.R.- Nosotros pusimos toda la voluntad en el alto el fuego y en el camino que se abría. También pusimos nuestras esperanzas, pero aderezadas con un fuerte componente de escepticismo, debido a anteriores experiencias. Negociar con los españoles es chalanear en una feria de mercado, lo que dicen aquí no aparece allí. Ello es así porque no muestran voluntad de solucionar el conflicto. Les pasa como a Marruecos con el referéndum del Sahara. No me extraña que el rey de España le llamase hermano mayor a Hasan II y hermano pequeño a su hijo Muhammad. Sabíamos que íbamos a encontrar dificultades en el proyecto debido a sus ataques, pero al mismo tiempo pensábamos que la mejor manera de responder era construyendo Euskal Herria. Se establecieron unos acuerdos y cada parte asumió sus responsabilidades. ETA en ningún momento cayó en provocaciones, se asumió, no sin dolor, el asesinato de Geresta y el exterminio de Esteban, se asumieron las detenciones y todo tipo de tropelías, se pasaron por encima insultos y comportamientos fuera de lugar en un proceso de negociación. Todo eso no fue bastante para que ETA perdiera los nervios. Fue el no cumplir con los acuerdos lo que supuso el final del alto el fuego. Es en ese sentido en el que creo que la respuesta fue suficiente.

H.E.- La propuesta de elegir un parlamento constituyente soberano en unas elecciones a celebrar conjuntamente en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa ha sido catalogada, entre otras cosas, de irreal.

A.L.R.- Responderé a esta pregunta con una frase de Séneca: "No es el hecho de que las cosas nos parezcan inaccesibles, la razón de que no nos atrevamos; es el hecho de no atrevernos la causa de que nos parezcan inaccesibles". Así y todo habría que estudiar las razones por las cuales se considera irreal esta propuesta, quizás lograrán convencernos de que es así. Pero en lo que a mí concierne, sólo he podido leer y escuchar la calificación de irreal, a nadie le he oído definir o concretar esa irrealidad.

H.E.- ¿Crees posible algún otro modo de superar el actual marco? ¿Cómo valoras la propuesta que ha hecho el PNV?

A.L.R.- Nosotros hemos presentado un modelo, una fórmula, para superar el marco de actuación político actual. Pero todos nuestros modelos y fórmulas parten de una matriz: la Alternativa Democrática. A partir de esta matriz se pueden moldear nuevos modelos, pero su síntesis no deberá alejarse del compromiso de dar la palabra a Euskal Herria. Creo que esto es importante tenerlo en cuenta. Es decir, nuestro proyecto central no descansa ni en los métodos ni en los instrumentos, descansa en la filosofía y la práctica que desarrolla una teoría política en concreto, y esa teoría es la que está forjada bajo la Alternativa Democrática. Por lo tanto, esta teoría puede generar tantos modelos como desee la Izquierda Abertzale, siempre que se respete su función táctica.

En cuanto a la propuesta del PNV, decir que todavía no ha llegado a mis manos, he escuchado y leído algo a través de los medios de comunicación, pero no puedo hacerle ningún tipo de crítica seria porque no la conozco en profundidad. Parece que está hecha a su medida. Esto es lógico, pero me gustaría saber si su aprobación se debe más a la necesidad política de presentar a la sociedad programas virtuales alternativos al Estatuto, dado su agotamiento, o si realmente es una ponencia de espíritu y de desarrollo táctico sincero. El problema que se tiene con el PNV es el de la credibilidad. Si este partido diera muestras de que tanto la Territorialidad como la Autodeterminación son objetivos a los que se va a dedicar de manera resolutiva, la crítica que se le hace en referencia a que parte del marco actual podría quedar en un segundo plano. A mi entender no debería ser razón suficiente para desecharla, porque la historia está llena de ejemplos revolucionarios cuyo punto de partida han sido las instituciones y el marco opresor. Para mí el problema del PNV no es de dónde parte, sino a dónde está dispuesto a llegar. Y esto sí que lo deberíamos tener claro.

H.E.- Durante estos meses ETA ha demostrado su disposición de dialogar con el Gobierno español y ha denunciado la actitud de éste. ¿Hasta qué punto ha influenciado la actitud de los gobiernos español y francés la ruptura de la tregua, pese a que ésta no iba dirigida a ellos?

A.L.R.- En un conflicto como el que nos acontece no podemos dejar de lado la globalidad del mismo. Y cuando hablamos de globalidad estamos hablando de muchas partes que participan del mismo conflicto, dígase, España, Francia, servicios secretos, núcleos económicos, instituciones, fuerzas armadas, etc. Todos los factores que están implicados en esa globalidad que denominamos conflicto intervienen de una manera u otra cada vez que se genera un movimiento. El alto el fuego indefinido fue un movimiento cualitativo, y a tenor de esto respondieron las otras partes del conflicto. La actitud de estos gobiernos ha sido determinante para que el modelo acordado con PNV y EA no prosperará. El comportamiento de los partidos españolistas no sólo ha influido en el PNV y EA, sino que hubieran influido en cualquier otro partido parlamentario al uso europeo. Para mí son los españoles los inductores y autores materiales de acojonar a los partidos nacionalistas vascos, cuestión ésta que provocó el incumplimiento de los compromisos. Ellos conocían muy bien sus puntos débiles y los explotaron a tope. Nunca pensaron PNV y EA que iban a ser tratados así, y al no estar acostumbrados a la lucha cuerpo a cuerpo, a los insultos y a las descalificaciones, pues cedieron terreno. El estar tanto tiempo supeditados a gobiernos españoles les ha hecho perder perspectiva y en ocasiones como éstas no distinguen a los lobos de los corderos.

H.E.- Como mencionábamos al principio, también -y sobre todo- los presos políticos vascos han mostrado su compromiso para con el proceso político. ¿Qué importancia tiene el actual momento político vuestra iniciativa?

A.L.R.- La huelga de hambre que está llevando adelante el Colectivo de Presos Políticos Vascos tiene como función primordial situar en el lugar adecuado sus problemas. Durante el alto el fuego, el aparato de propaganda de Mayor Oreja, que abarca a todo el ámbito mediático estatal, salvo contadas excepciones que todos conocemos, se ha encargado de dar una imagen sobre la situación de los presos que no era la real. Aquí dentro no se han notado prácticamente los efectos de la tregua. Los acercamientos han sido más virtuales que otra cosa y en cuanto al régimen de vida, apenas ha variado. ¿Se puede tomar en serio la actitud del Gobierno cuando en catorce meses no han sido capaces ni de quitarnos las intervenciones de comunicaciones? Nosotros queremos tomar parte en un proceso de solución al conflicto, para ello se tienen que dar unos pasos determinados que comienzan en Presoak Euskal Herrira y terminará con la amnistía. Para llamar la atención sobre la realidad que vivimos, para situar en su lugar nuestros problemas, y para que la sociedad pueda tomar parte en nuestras reivindicaciones mediante su apoyo, es por lo que estamos realizando la huelga de hambre indefinida.

H.E.- La reclamación de status político de los presos, la exigencia de vuestra excarcelación, ha supuesto un cambio, un salto en lo que se refiere a anteriores reivindicaciones. ¿Por qué ahora y no hace un año?

A.L.R.- Esta nueva fase se venía discutiendo desde hace tiempo dentro del Colectivo y no está ligada directamente con la tregua, aunque sí con el proceso. Dado que la reivindicación del acercamiento está prácticamente asumida por la mayoría social vasca, nosotros tenemos que poner encima de la mesa los restantes problemas que nos acucian y que nos imposibilitan tomar parte directa en el proyecto. Esto no quiere decir que se deba entrar en una contradicción entre objetivos. A nosotros nos parece estupendo que se siga reivindicando nuestra repatriación, y es un objetivo a lograr todavía. Pero nuestra entrada en prisión ha sido por motivos políticos y queremos poner en el centro del debate los motivos mediante su reivindicación. Más ahora, que el Gobierno nos ha otorgado de facto el reconocimiento de presos políticos al haber condicionado la solución de nuestros problemas a la marcha política del proceso. Lo que pedimos en estos momentos es que ese reconocimiento de facto se convierta en operativo y, por lo tanto, en oficial.

H.E.- ¿La amnistía es el punto de partida o de llegada de un proceso democrático?

A.L.R.- La amnistía es el reconocimiento de que personas que han estado en la cárcel no deberían haber estado si hubiera habido cauces adecuados para resolver problemas políticos. Normalmente con las amnistías políticas se producen también procesos constituyentes. Esto para algunos será un punto de llegada y para otros un punto de partida, depende del enfoque. Pero todos estaremos de acuerdo en que el elemento principal es el efecto que produce la amnistía. Es un efecto regenerador, lleno de esperanza, cargado de ilusión, psicológicamente revitalizante y sobre todo estabilizador. Para quienes así la sienten, indudablemente será un punto de partida.

H.E.- ¿Por qué una herramienta de lucha como la huelga de hambre indefinida? ¿Supone que la sociedad vasca no ha hecho lo suficiente?

A.L.R.- No se puede decir que la sociedad vasca no haya hecho lo suficiente, es nuestro deber entender en qué parámetros se mueve la sociedad del bienestar, y el enemigo que se tiene enfrente. Pero si nosotros le queremos pedir a esta sociedad que nos ayude a resolver nuestros problemas, y esa ayuda les va a suponer un coste, nosotros tenemos que demostrarle que también daremos algo que nos cuesta. En definitiva, se trata de establecer una sintonía.

Para la elección del método tomamos como referencia la situación en la que nos encontramos y la importancia del momento político. Para personas indefensas que habitamos en el corazón del estado opresor el arma más utilizada, la que más solidaridad desprende, y la que más dignifica, es la huelga de hambre. Y si el momento político es importante le damos una relevancia que desprenda esa importancia, por eso la hacemos indefinida.

H.E.- En este momento en el que el Colectivo de Presos Políticos Vascos reclama su status político la función de la Mintzakidetza queda más clara que nunca ¿Crees que ha sido tomada en cuenta como debiera?

A.L.R.- En un proceso político caracterizado por su larga duración, van apareciendo necesidades que hay que ir solventando creando los instrumentos adecuados. Ante la necesidad que sentíamos los pres@s de solucionar nuestros problemas y de participar de manera directa en el proceso, vimos la conveniencia de nombrar un grupo de compañer@s que asumiera la labor de representación e interlocución política ante el Gobierno, partidos políticos, movimientos sociales, etc. El Gobierno se ha negado por activa y por pasiva en reconocer a estos compañer@s y ha puesto todas las trabas a su alcance para que el resto de fuerzas políticas no puedan ponerse en contacto con ell@s. Esto no quiere decir que la Mintzakidetza haya perdido su función, al contrario, es el Gobierno el que quiere hacer creer eso. Será el desarrollo del propio conflicto, sus necesidades de solución, quien hará operativa a la Mintzakidetza. Hay que estar preparados para ese momento e ir elaborando nuestras alternativas.

H.E.- En un artículo sobre el proceso evolutivo del militante que escribiste para una publicación mencionabas "que la etapa del mako es un complemento, casi diría necesario, para la formación del militante". ¿Cómo se es militante en la cárcel? ¿Cómo diferenciarías esta etapa de las anteriores, en cuanto a modo de lucha?

A.L:R.- Me sigo identificando con ese pensamiento. Un militante que haya pasado por el mako, está formado para analizar las situaciones desde un prisma más global, diría que más completo. Entre otras cosas, porque intervienen factores endógenos que no sabíamos que existieran en nuestro interior, factores que ahora conocemos y controlamos, que analizamos y utilizamos. Un militante que tenga sus años de mako cambia la radicalidad ficticia, por la firmeza de carácter. La radicalidad es vencida en numerosas ocasiones por la acción del enemigo. La firmeza de carácter nunca, porque está basada en la conjunción de dos factores: experiencia personal en situaciones límite, y seguridad en las convicciones. Ambos factores dotan al militante de un conocimiento profundo de su ser, y esto hace que cuando toma una decisión tenga la seguridad de que la llevará hasta las últimas consecuencias. La cárcel otorga madurez política, y enseña a diferenciar lo principal de lo secundario. Si algo nos ha enseñado la dispersión es a conocer nuestra capacidad y limitación individual ante el enemigo. En la cárcel es donde más cuenta te das que además de militantes somos personas, y que a ambas cosas hay que darles su espacio, su comprensión y su respeto. El amalgama entre el militante y la persona crean al revolucionario.

En cuanto al modo de lucha es totalmente diferente, claro, pero si algo tuviera que destacar lo haría en el sentido de que estando preso hay que tener confianza en el proceso, en los que están fuera, porque aquí dentro no podemos tener todos los datos que deseáramos para entender al completo las situaciones. Y no podemos tener esos datos por seguridad, lo que implica que debamos confiar en la gente de fuera como antes confiaron en nosotros cuando nos encontrábamos en libertad.

H.E.- En estos momentos en que, mediante vuestra huelga de hambre, lucháis por el proceso político, ¿qué mensaje darías a la sociedad vasca?

A.L.R.- Bueno, lanzaría dos mensajes, dado que hay una sociedad vasca con opiniones distintas. A la sociedad defensora de la Declaración de Lizarra-Garazi, mayoritaria, le diría que exigiera a las fuerzas políticas que se apartaran de los intereses particulares para volcarse en la solución del conflicto en clave de soberanía y de respeto a la palabra. Que tome parte activa en el conflicto influenciando a reforzar Lizarra-Garazi y Udalbiltza. Y que los presos siempre hemos depositado nuestra confianza en ella. No dudamos ni por un momento que será el pueblo quien nos sacará de las prisiones, para participar en el proyecto.

A la otra sociedad, a la que vota a los partidos españolistas, decirle que queremos que compartan con nosotros inquietudes y deseos, espacio y compromisos. Que les consideramos, porque lo son, ciudadanos vascos con todo derecho. Pero que deben entender que nosotros también tenemos derecho a poder exponer nuestro modelo político para Euskal Herria, y que ese derecho lo tenemos secuestrado por la clase política y los poderes fácticos españoles. Que esta es una tierra en la que podremos vivir todos en paz, si se respetan todos los proyectos políticos, también el de la independencia. Este es un proceso que debe solucionarse de manera democrática y cuanto antes, porque de lo contrario su influjo nos abarcará a todos, porque seremos responsables de lo que suceda. Que no olviden que los que no quieren ver hoy en día la realidad de lo que sucede en Euskal Herria, mañana pueden tener un hijo o una hija en la cárcel. Eso ha pasado en muchas familias y ha sido cuando se han dado cuenta de la realidad.

Por el bien de toda la sociedad vasca, hagamos todos un esfuerzo para alcanzar la democracia en Euskal Herria.

La persona, el militante, el revolucionario

Nació hace 46 años en Elorrio y lleva los últimos doce años en prisión, después de que fuera detenido en 1987 por formar parte de ETA. Durante su estancia en las cárceles españolas ha conocido Alcalá, Herrera, Puerto I, Badajoz, Murcia, Almería, Castellón, Valdemoro, Burgos, Teruel, Salto del Negro y Algeciras, en la que lleva ya más de cuatro años. La dispersión, pues, no es ni mucho menos desconocida para Kubati. Militante de Euskadi Ta Askatasuna desde mediados de la década de los 70, Antton López Ruiz vivió años en la clandestinidad antes de ser detenido.

Los años de cárcel no le han dejado olvidar, ni mucho menos, lo que son sus pasiones: la montaña (...y buscar setas en ella...) y la cocina (ha llegado a nuestros oídos que es un gran cocinero...). También es un lector apasionado, igual que aficionado al deporte (al futbol, sobre todo), para lo cual encuentra tiempo cuando puede mientras termina sus estudios de Ciencias Sociales (también es licenciado en Ciencias Políticas).

Aparte de estudiante, cocinero, montañero y un largo etcétera Antton López Ruiz es hoy en día interlocutor de Euskadi Ta Askatasuna, para lo que fue nombrado el 24 de octubre de 1999. El mismo día en que conoció su nombramiento otra noticia enormemente ilusionante para él llegó a sus oídos, comunicando por teléfono con su compañera Gotzone: dentro de pocos meses serán padres de un hijo.

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