La impunidad de la masacre de Río Negro recuerda violencia de multinacionales

Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Guatemala, a 27 de Mayo, 2000. Gtm - La impunidad de la masacre de Río Negro recuerda la violencia provocada por las multinacionales. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información.

LA LUCHA DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE GUATEMALA CONTRA LA IMPUNIDAD.

LA MASACRE QUE NO DESAPARECE

La noche del 13 de marzo de 1982, algo terrible ocurrió en una pequeña comunidad del centro de Guatemala, llamada Río Negro.

Para escapar de unos soldados enfurecidos y de patrullas de defensa civil, 24 personas de Río Negro se escondieron en la selva. Al amanecer, de repente oyeron un ruido en el pueblo, seguido de gritos de mujeres - sus esposas - y de disparos. Después, silencio.

Temerosos y desesperados, los hombres esperaron antes de aventurarse a volver al pueblo. Carlos Chen Osorio, uno de los hombres, recuerda el extraño silencio y el olor de café que seguía saliendo de las cocinas, pero no había señal de ningún ser humano. Después vieron las ropas rotas. Era un indicador que les conducía a dos zanjas que estaban en la sierra detrás del pueblo. Allí hallaron los cuerpos de 117 mujeres y niños. La mujer embarazada de Carlos y dos hijos estaban entre ellos.

Jesús Tecu de 10 años estaba entre los supervivientes del la masacre del 13 de marzo. La semana pasada, hablando desde su casa en Guatemala, le dijo a Peter Lippman, del Proyecto de Defensa, cómo había ocurrido la masacre.

Treinta soldados y hombres armados del vecino pueblo de Xococ, que habían formado una patrulla civil para luchar contra los insurgentes de izquierda, habían llegado a Río Negro buscando a las guerrillas.

Al no encontrar ningún hombre, sacaron a las mujeres y a los niños de sus chozas y les subieron a la sierra detrás del pueblo. Se pararon en una cresta en lo alto del pueblo, pusieron música y forzaron a las mujeres a bailar antes de golpearlas.

Después continuaron hasta lo alto de la sierra, donde dividieron a las mujeres y a los niños en grupos. Separaron a Jesús Tecu de su madre, quien le había pedido que cuidase de su hermano pequeño. Estrangularon y pegaron a las mujeres hasta matarlas. Ataron a 107 niños y les aplastaron contra las rocas mientras que Jesús y otros 17 jóvenes permanecían tumbados en el suelo. Sólo Jesús sobrevivió a la masacre porque uno de los asesinos decidió llevárselo como criado, pero no pudo salvar a su hermanito. Su captor mató al niño con un machete antes de llevarse a Jesús a su casa.

Dieciocho años después, las repercusiones de este acto salvaje se siguen extendiendo, como ondas en un estanque. La semana que viene (????), llegarán a Washington DC, donde durante una semana protestarán contra la política del Banco Mundial. Cómo ha ocurrido esto y qué significa constituyen el objeto de esta nueva serie de ON THE RECORD.

LOS CAMPOS DE LA MUERTE DE GUATEMALA

La masacre del 13 de marzo de 1982 fue una de los cinco asesinatos en masa que ocurrieron en la comunidad de Río Grande entre 1980 y 1982. Con todo, 444 de los 791 habitantes de la comunidad fueron asesinados. Todos eran indígenas de Maya-Achi, uno de los 22 grupos lingüísticos mayas de Guatemala.

En el momento de las masacres de Río Negro, la zona central de Guatemala era uno de los grandes campos de la muerte de la Guerra Fría. La violencia en Guatemala empezó en 1960, seis años después de que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense dirigiera un golpe de estado para derrocar al gobierno reformista de Jacobo Arbenz. Fuera de Guatemala se describió la guerra como una lucha contra los insurgentes izquierdistas. Pero de hecho se trató de una campaña para militarizar a la sociedad entera, intimidar a la población indígena, expropiar más tierras y entregar los recursos a una diminuta clase rica. Actualmente, el 3 % de la población posee más del 65 % de la tierra cultivable.

Al final de la década de los 70, el Gobierno de Guatemala había llegado a ser conocidísimo por la represión. El gobierno estadounidense del Presidente Carter suspendió la ayuda militar en 1977, pero Sudáfrica, Taiwan e Israel continuaron proporcionando al régimen armas y entrenamiento. El General Lucas García fue elegido presidente en 1978, en unas elecciones descaradamente fraudulentas. Se condenó al gobierno continuamente por sus enormes abusos ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. Los informes de las Naciones Unidas pintaron un cuadro especialmente desolador de la crueldad contra los indígenas, que vivían en las tierras altas del centro.

Una de esas comunidades indígenas, conocida como Río Negro, vivía a las orillas del río Chixoy (también conocido como río Negro), en el departamento de Baja Verapaz. El valle ha sido habitado por los Mayas desde la época maya (300 aC al 900 aC) y fue la sede de muchos enterramientos ceremoniales.

La tierra era la fuente del sustento para sus habitantes, a la vez que un vínculo con su pasado y su cultura mayas. La Comunidad de Río Negro poseyó 1.440 hectáreas de tierra, de las cuales a penas la mitad eran de propiedad privada. El resto era utilizado por la comunidad entera para pastos y leña.

Carlos Chen y los otros cultivaban el valle, pescaban en el río y criaban vacas en las montañas. Las mujeres hacían trabajos de artesanía con hojas de palmera, que vendían en le mercado cercano a la ciudad de Rabinal. El viaje duraba 8 horas a pie. Carlos la describe como una vida dura, pero buena.

LA PRESA

A mediados de la década de los 70, Guatemala se encontraba en medio de una gran crisis de energía. Más de la mitad de las ganancias del país debidas a la exportación estaban destinadas a importar petróleo para producir electricidad. Los apagones eran frecuentes. En febrero de 1975, al intentar producir energía, el Instituto Nacional de Electricidad propiedad del estado (INDE) desveló un plan para construir una presa sobre el río Negro e inundar 31 millas del valle.

Los fondos iniciales para la presa vinieron del Banco de Desarrollo Inter-Americano (105 millones de dólares) y de ayuda de Italia. La compañía italiana Cogefar iba a destacarse en la construcción.

Las primeras calles para el proyecto de Chixoy se cortaron en 1976, pero ese mismo año un gran terremoto retrasó el plan y forzó que se hiciera una revisión al descubrirse que en el lugar de la presa había una falla sísmica. Incluso así, INDE consiguió un gran préstamo del Banco Mundial (72 millones de dólares) en 1978.

Los preparativos para la presa estaban en marcha. INDE midió el terreno que iba a ser inundado y decidió conceder entre 2 y 3 hectáreas de tierra a 150 familias de Río Negro.

La naturaleza precisa de este plan de indemnización sigue siendo controvertida. Desde la perspectiva de la comunidad, se desarrolló sin consultar a los afectados. Los jefes de INDE fueron a Río Negro en helicóptero y comunicaron a sus habitantes que sus tierras iban a ser inundadas. Tendrían que marcharse.

La llegada del helicóptero del INDE es un hecho significativo en el folklore de Río Negro. Carlos Chen recuerda como algunos habitantes quisieron quemarlo, pero prevaleció la calma. Los habitantes nombraron un comité que negociase con el equipo del INDE y llegaron a un acuerdo provisional sobre un lugar para ubicar a las familias. Un lugar conocido como Pacus, próximo a Rabinal. Según los supervivientes de cemento, INDE también acordó por escrito suministrar ocho componentes, incluyendo terreno y casas prefabricadas de cemento. La construcción comenzó en Pacux.

Carlos Chen fue uno de los que aceptó el plan de las familias. Sólo 20 estaban dispuestas a aceptar la oferta. Estas familias se mudaron a Pacux. Según Carlos, después de construir unas casas con bloques de CENIZA, los constructores de INDE empezaron a emplear madera, violando claramente el acuerdo escrito. Disgustadas, las 20 familias se volvieron a su tierra tradicional.

Ninguna de las dos partes quiso ceder. Los habitantes rehusaron dejar sus tierras y algunas familias incluso empezaron a construir casas en la parte alta del valle. INDE fue inflexible. Cogefar, la compañía constructora, siguió con la construcción PRELIMINAR.

INDE contrató un equipo arqueológico francés para retirar los objetos sagrados mayas de sus lugares ceremoniales antes de inundarlos. Los enfadados habitantes lo vieron como una profanación y empezaron a sacar objetos para guardarlos, con lo que fueron acusados de robo por los franceses. Hasta este momento, nadie ha informado a la comunidad de donde están guardados los objetos obtenidos por los franceses. Se cree que han sido robados o vendidos.

EMPIEZA LA VIOLENCIA

El 4 de marzo de 1980, el odio latente estalló en violencia. Dos jóvenes de la comunidad fueron acusados de robar alubias de la cantina de Cogefar y fueron arrestados por dos soldados que habían sido empleados como guardias de seguridad y un policía. Los dos hombres fueron atados y llevados al centro del pueblo. Por el camino, el trío arrestó a otro habitante y le ataron con su lazo.

Su llegada interrumpió una conversación acalorada de la comunidad en la iglesia del pueblo sobre la presa y el desalojo. Se intercambiaron palabras fuertes y piedras. Los tres hombres de seguridad abrieron fuego y mataron a seis habitantes. En el tumulto que siguió los tres huyeron del pueblo y trataron de escapar. Uno fue golpeado con un machete y se ahogó al intentar cruzar el río a nado.

Cuatro meses más tarde, el 10 de julio, la comunidad del Río Negro sufrió otro golpe aún mayor al perder el informe escrito del acuerdo con INDE y todos los títulos de las tierras con otro acto de violencia. En respuesta a la petición de INDE, dos líderes de la comunidad llevaron la documentación a la presa. Varios días más tarde se encontraron sus cuerpos mutilados y torturados. La comunidad de Río Negro había perdido todas las pruebas de su acuerdo de indemnización con INDE, y la propiedad de sus casas. Este incidente tan importante nunca ha sido investigado por las autoridades.

LAS PATRULLAS DE DEFENSA CIVIL

En 1981, el nudo se apretó más alrededor de la comunidad de Río Negro cuando el gobierno guatemalteco introdujo una nueva estrategia para combatir la subversión. Parte de esta estrategia incluía aniquilar los pueblos existentes (como parte de la política de la tierra quemada por el ejército) y reemplazarla con polos de desarrollo que contuvieran grupos de ciudades modelos. Estas ciudades modelo estaban localizadas más en el centro y bajo estricto control y observación militar. El asentamiento de la comunidad de Pacux era un modelo de ese tipo de pueblo.

El objetivo era vaciar el paisaje y concentrar a la población dispersa más cerca de las ciudades. Aquí no sólo podían ser controlados por los militares, sino también constituir un grupo de trabajadores barato. Grandes y pequeños granjeros se alquilaron como mozos o trabajadores baratos, en condiciones que empezaban a parecerse cada vez más a la esclavitud.

El segundo elemento de la nueva estrategia fue la creación de unidades armadas en las comunidades. Se conocían como Patrullas de Defensa Civil (PAC). A Peter Lippman le dijeron en Guatemala que el gobierno planeaba crear PAC de al menos 40 miembros en cada comunidad por todo el país, pero ésto demostró ser completamente impracticable.

No obstante, en Xococ se creó un PAC con el agresivo nombre de "Pueblo combativo de Xococ". Algunos policías se unieron bajo amenaza de muerte, pero otros se unieron por la oportunidad de poseer un arma y ejercer el poder. Carlos piensa que también saboreaban la oportunidad de molestar a los vecinos de Río Negro. Río Negro y Xococ compartían parte de la tierra ancestral, pero las relaciones entre los pueblos eran tensas. El PAC de Xococ se estaba convirtiendo en un instrumento de terror para emplear en Río Negro.

La introducción de las patrullas envenenó la vida de la comunidad en las tierras altas de Guatemala. Según un informe del grupo Testigo de la Paz (WFP): El terror se convirtió en endémico y las victimas se convirtieron en VICTIMIZERS. Los vecinos se denunciaban entre ellos como subversivos, los acusadores esperaban que tales denuncias les exonerarían de sospecha radical de la que nadie estaba a salvo. La policía de Xococ volvía la vista hacia los pacíficos pero obstinados habitantes de Río Negro. El escenario estaba preparado para las masacres del 1982.

El 13 de febrero de 1982, les pidieron a los habitantes de Río Negro que llevaron sus tarjetas de identificación a Xococ y volvieran una semana después a recoger las nuevas tarjetas. Carlos pensó que no valía la pena. Otros tuvieron miedo. Setenta y cuatro habitantes hicieron el viaje, y 73 no volvieron nunca. Una mujer aterrorizada volvió corriendo a Río Negro y anunció que estaban asesinando a todos. Carlos habló con su mujer apresuradamente y decidió que sería más seguro si él y los hombres que quedaban huyeran a las montañas. Estaban seguros de que no harían daño a las mujeres y los niños.

Un mes después, el 13 de marzo, se demostró que estaban muy equivocados cuando las patrullas vengadoras de Xococ llegaron a Río Negro y mataron a 117 mujeres y niños. Dos meses más tarde, el ejército atacó y mató a otras 84 personas en un lugar llamado "Los Encuentros" en el valle del Río Negro. Se llevaron a quince mujeres en helicóptero a las que nunca se ha vuelto a ver.

El 14 de septiembre, 92 habitantes fueron quemados en una comunidad cercana. Las víctimas incluían 30 jóvenes de Río Negro que habían sobrevivido a las masacres anteriores.

DESTRUCCIÓN DE UNA COMUNIDAD

La comunidad de Río Negro había sido destruida completamente. Según el censo hecho por INDE, 791 personas vivían en la comunidad en 1977. En 1983, 444 estaban muertas. La comunidad había cultivado 1.440 hectáreas. En 1983, la mayor parte estaba debajo del agua. También los títulos de las tierras estaban perdidos.

La presa había ahogado los vínculos de Río Negro con su rico pasado maya: tierras de enterramientos, lugares ceremoniales y utensilios. (Uno de los 16 lugares que estaba anegado en el valle, en Cahuinal, vuelve a emerger como un fantasma todos los años cuando el nivel del agua baja. Cada año muestra más signos de deterioro.)

El campo para jugar a la pelota se perdió, las palmeras que proporcionaban el material bruto para hacer artesanía y las plantas medicinales que se empleaban en la medicina tradicional. Dos sacerdotes mayas que practicaban el arte antiguo de la curación fueron asesinados. Perdieron las casas, las 300 cabras y los 20 caballos, todo robado por las patrullas de Xococ. Las casas construidas en la parte alta del río fueron quemadas.

La comunidad perdió su estructura tradicional de autoridad con el asesinato o la huida de los ancianos, sacerdotes mayas, políticos locales, catequistas y otras figuras de otras iglesias. En su lugar, la autoridad pasó a las patrullas anteriores de Xococ, algunos de los cuales vivían en Pacus. Habían sido responsables de muchos de los actos sangrientos, y su presencia entre las víctimas era un símbolo de impunidad y un mayor obstáculo para recobrarse. Esto fomentó la cultura de la violencia. Como Annie Bird, de Rights Action dice, se han convertido en modelo para algunos jóvenes de Pacux, o como ella los califica, líderes negativos.

EL VÍNCULO ENTRE LA PRESA Y LAS MASACRES

Una pregunta clave es si los habitantes de Río Negro fueron asesinados porque rehusaron irse, con el fin de hacer sitio pata la presa de Chixoy. Si el vínculo puede establecerse, muchos piensan que todos aquellos que apoyaban la presa se verían implicados. Esto se extiende a los dos bancos de desarrollo multilateral (el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Inter-Americano).

Carlos Chen no tiene dudas: "Si la presa de Chixoy no se hubiera construido, la mayor parte de los miembros de nuestra comunidad seguiría con vida", dice. La época en que ocurrió todo es también muy sospechosa. La construcción de la presa empezó en enero del 1983, casi inmediatamente después de la masacre final de 1982.

El Banco Mundial era consciente aparentemente de que el proyecto de Chixoy estuvo rodeado de confusión, pero según la WFP, el informe de realización del proyecto del Banco (emitido en 1991) parece resposabilizar a la guerrilla. Los problemas asociados con los asentamientos se debieron a la actividad de insurrección en la zona del proyecto durante los años 1980 a1983.

Cinco años más tarde en 1996, el Banco llegó a un juicio más matizado. En respuesta al informe de WFP, el Banco envió una misión a investigar la controversia de Chixoy, la cual concluyó que ni el Banco ni otros observadores conocían la extensión de la violencia acontecida en Río Negro. El sumario de la investigación hacía notar también que "sigue habiendo interpretaciones conflictivas de las causas de la violencia que tuvo lugar allí".

Aunque en la zona de Rabinal había actividad guerrillera, era a muy baja comparada con la de otros departamentos como Quiche, donde la resistencia armada era más fuerte. Un granjero de Río Negro que fue entrevistado por Peter Lippman para esta serie la semana pasada sugirió que la zona era usada como paso de guerrillas desde otras regiones, pero que incluso esto comenzó después de las masacres de 1982.

"El ejército nos acosaba después de las masacres también. Me escondí en las montañas durante 2 años con mi familia. Las guerrillas no nos hicieron daño, pero cuando pasaron y atacaron al ejército, éste nos acusaba de prestar apoyo a las guerrillas. No era verdad, pero el ejército mataba a mujeres y niños por esta razón y quemaba nuestras casas mientras nos escondíamos."

Ciertamente, nadie nos ha ofrecido una explicación posible a las cuatro masacres que se llevaron a cabo en 1982 por patrullas civiles de Xococ, bajo el control y la autoridad del ejército. El lazo más claro y más autoritario entre la construcción de la presa y las masacres se fue creado por la Comisión de Verificación Histórica (Comisión de la verdad), que fue establecida por las Naciones Unidas como parte del proceso de paz guatemalteca. La comisión emitió su informe en febrero de 1999.

La Comisión seleccionó una serie de estudios para ilustrar los diferentes aspectos de la violencia. Uno de los casos examinaba la masacre y la eliminación de la comunidad de Río Negro. Describía el contexto de las masacres como "el proyecto hidroeléctrico... y la resistencia de la comunidad de Río Negro a ser separada de su tierra". El caso también concluía que Rabinal había sido el objetivo del genocidio.

Algunos están incómodos al afirmar que hay conexión firme entre la presa de Chixoy y las masacres. Es evidente que docenas de pueblos fueron destruidos como parte de la política de la tierra quemada, sin ningún vínculo con la presa. Pero los supervivientes de Río Negro están convencidos de que sin la presa de Chixoy, sus familiares seguirían vivos.
[Fuente: The Advocacy Project: On The Record - Volume 11, Issue 1, April 10, 2000]

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