Actualización del juicio contra militares argis en Italia

Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Italia, a 13 de Junio, 2000. Ita/Arg - Actualización del juicio por contumacia contra militares argis en Italia. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información.

EL EX GENERAL SUÁREZ MASON SERÁ JUZGADO EN AUSENCIA EN ITALIA.

Después de trece años y de una larga historia de intentos para que la justicia italiana diera por terminado el caso, ha dado comienzo en Roma la última parte del procedimiento por la desaparición de ciudadanos italianos en la Argentina de la última dictadura militar.

Las primeras maniobras de obstrucción al procedimiento fueron llevadas adelante por Licio Gelli, todopoderoso jefe de la Logia P2, en 1983. En aquel entonces intentaba algo que ha conseguido hasta la fecha: no ser imputado en ningún procedimiento europeo por su colaboración en la organización de la AAA y tras su colaboración con la dictadura argentina. A la logia P2 pertenecieron criminales tan ilustres como el General Suárez Mason, jefe del I Cuerpo de Ejército y del siniestro batallón de inteligencia 610, el cual no sólo realizó operaciones en territorio argentino (es el auténtico G2 del proceso militar), sino también en el territorio centroamericano; el Almirante Eduardo Emilio Massera, quien facilitó la penetración, en condición de profesores, en la Universidad Nacional del Sur de los representantes de la Logia P2 y que consiguiera que miembros del equipo directivo del Diario La Nueva Provincia fueran nombrados en la embajada argentina en Roma, donde Licio Gelli ejercía como agregado comercial y desde donde se preciaba ante la prensa internacional de ser el estratega de los grupos de ultraderecha argentinos y de financiar clandestinamente a las fuerzas militares en su guerra sucia.

Desde esa embajada se dirigió la campaña de imagen a favor del Gobierno argentino, que se serviría del Mundial de Fútbol de 1978 y daría lugar al imaginativo slogan publicitario "Los argentinos somos derechos y humanos", que sirviera para enfrentar a los miembros de la Corte Interamericana que visitaban por primera vez Argentina con las masas en la calle alentadas por las emisiones radiales similares a las utilizadas años después por la emisora ruandesa de las "Mil Colinas", y por las que ya ha sido condenado un periodista de origen belga por incitación a la comisión colaboración de genocidio.

En este trabajo diplomático ejercía sus labores profesionales el profesor de historia de la Universidad Nacional del Sur, ex Secretario de Extensión Universitaria durante la dictadura del General Onganía, editorialista de La Nueva Provincia de Bahía Blanca y miembro del equipo de la embajada en Roma, Bruno Pasarelli.

La segunda oportunidad en que el procedimiento estuvo a punto de ser cerrado fue a causa de una negociación entre el Estado italiano, dirigido por el Primer Ministro Berlusconi y el ex presidente Menem. En este caso Argentina se encargó de entregar al miembro de las SS Priebke, quien vivía con identidad falsa y con la aceptación de todos los gobiernos argentinos desde 1950 en adelante en la ciudad de Bariloche. Priebke fue el responsable de los fusilamientos de las fosas argentinas en Roma, donde se procedió al fusilamiento de rehenes, una de las formas típicas de represalias que usaba la organización criminal de las SS ante actos de resistencia legítima en contra de sus fuerzas ocupantes. Esta operación fue desmantelada a causa de una denuncia pública realizada a través de varios organismos internacionales de derechos humanos contra el Estado italiano en una de las sesiones anuales de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas; esta denuncia fue organizada por Jorge Ithurburu en representación de la Liga por la Liberación y los Derechos de los Pueblos de Milán, y por Gregorio Dionis, del Equipo Nizkor y ante las protestas intimidatorias del entonces embajador argentino ante ese organismo.

El ex General Suárez Mason y el General Riveros, son los dos máximos acusados en este procedimiento que se realiza bajo las premisas de un procedimiento ordinario previsto en el Código Penal italiano. Suárez Mason se hizo famoso por haber producido un fraude de más de 7.000 millones de dólares en la empresa de petróleos argentina y por haberse fugado a España cuando comprendió que se abrirían los procesos hoy conocidos como "Causa 13".

En España, su detención fue organizada directamente por el ex Presidente argentino Alfonsín y por el entonces Presidente del Gobierno español Felipe González. Suárez Mason, que se encontraba en aquel entonces en Galicia, fue avisado de esta "intención" de detenerlo y que se llevaba con el máximo secreto; se supone que esta filtración fue posibilitada por la cercana relación de muchos militares argentinos que vivían con identidad falsa en España y que colaboraban con los servicios de inteligencia españoles o incluso por parte del aparato de inteligencia de la ESMA, que sigue activo y que entonces tenía relaciones con el Ministerio del Interior español y con algunos dirigentes socialistas. Suárez Mason decidió fugarse hacia los Estados Unidos en un avión privado que lo trasladó hasta ese país. Con tal mala suerte para sus planes, que aterrizó en una pequeña ciudad donde vivían algunos argentinos que habían sufrido sus artes criminales. Fue detenido y procesado en ese país por la vía civil.

El Estado argentino decidió presentar una solicitud de extradición por numerosos crímenes y básicamente por la figura de la responsabilidad del comandante, o sea, por haber dirigido una organización criminal. Es la única vez que el Estado argentino reconoció este tipo de figura legal, que no se utilizó nunca en los procedimientos internos y sí en cambio para esta solicitud de extradición a los Estados Unidos. Si se utilizaran estos mismos argumentos, los criminales como Suárez Mason podrían ser juzgados por la justicia Argentina sin ningún tipo de obstáculo.

La solicitud de extradición fue presentada por Ricardo Gil Lavedra, interinamente a cargo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal de la República Argentina, al Honorable Lowell Jensen, Juez Federal del Distrito Norte de California en los Estados Unidos, con fecha 12 de junio de 1987; fue tramitada por el Cónsul de los Estados Unidos en Buenos Aires, Thomas L Holada, en esa misma fecha. Uno de los documentos oficialmente presentados por el Estado argentino (del que tiene copia el Equipo Nizkor) fue la Directiva del Consejo de Defensa No. 1/75 (Lucha contra la subversión), de carácter secreto y donde el ejército argentino planifica la represión y da instrucciones precisas sobre las formas de funcionamiento a todos los organismos represivos argentinos. Este documento está firmado por el entonces Jefe III - Operaciones, General de Brigada, Cristino Nicolaides. Obviamente, su retorno a la Argentina no estuvo acompañado de la condena necesaria por los crímenes reconocidos por el propio Estado argentino en los documentos aportados como prueba a los Estados Unidos y que dieron lugar a una resolución favorable por parte de ese Estado.

Los documentos originales de este procedimiento de 1987 no fueron recuperados hasta 1999, debido a que un error de archivo hizo imposible su localización. A instancias del equipo Nizkor, el trabajo de búsqueda fue realizado por alumnos de una Universidad norteamericana y posteriormente fueron seleccionados para el Equipo Nizkor por una profesora, también norteamericana, especialista en derechos humanos.

La última maniobra de Suárez Mason fue instrumentada a través del procedimiento de los "niños robados" que se sustancia ante el Juez Bagnasco en Buenos Aires. Consistió en utilizar su detención domiciliaria por estos delitos para decir que él no tenía ningún problema en colaborar con la justicia italiana, pero que esto era imposible debido a que su detención se lo impedía. Esta maniobra jurídica pretendía el archivo definitivo del juicio en Roma.

El procedimiento en ausencia o por contumacia que permite el Código de Justicia italiano sólo es posible si el imputado no comparece por propia voluntad; pero en caso de que no pueda estar presente mediando causa legítima que se lo impida, el procedimiento se archiva y no abre la vía al juicio por contumacia. Esta instrumentación no es inocente y en ella ha influido el Ministro de Exteriores del Gobierno Menem, quien la instrumentó como forma de terminar con el caso en Roma a través de la Comisión especial que dirigía el Jefe del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE) para actuar en contra de los procedimientos en Europa.

La fórmula utilizada ahora e instrumentada con el apoyo del Primer Ministro de Italia, y que podríamos considerar un corolario de las negociaciones del caso Pinochet, fue negociada por la diplomacia italiana, pero para ello hacía falta que el juez Bagnasco citara a declarar al General Suárez Mason y éste dijera expresamente que no estaba dispuesto a ir como imputado al juicio de Roma. La estrategia diplomática se basaba en la conocida cobardía del general Suárez Mason ante los procedimientos judiciales. Así ocurrió, y al negar su participación como imputado quedó obviada la última maniobra para cerrar este caso después de trece años. Ahora serán juzgados en ausencia él y sus colegas.

El General Suárez Masón asistirá como testigo en el marco del Convenio de colaboración judicial entre Argentina e Italia, el cual permite que sea testigo en su propio juicio sin ser detenido por ello. Esta figura fue pensada por juristas italo norteamericanos para permitir que el banquero de la Mafia y miembro de la P2, Michele Sindona, detenido y condenado en los Estados Unidos, pudiera testimoniar en Italia. También fue utilizado para el caso del gran arrepentido de la mafia siciliana, Tomasso Buscetta.

De este modo, se ha conseguido que después de trece años se comience en Roma el primer juicio en contra de los imputados en la organización de la desaparición y asesinato de algunos de los más de 600 italianos que vivían en Argentina.

A pesar de sus limitaciones procesales y de fundamentación jurídica, este procedimiento ha sido clave para que otros procedimientos fueran activados, y muy especialmente el de España. La lucha contra la impunidad permite diversas fórmulas procesales. Pero todas tienen un fin único: la deslegitimación definitiva de un modelo que ha sobrevivido más de treinta años con la complicidad de gobiernos y dirigentes políticos de diversas ideologías.

13jun00
Goyo Dionisss
Equipo Nizkor

SUÁREZ MASON DEBERÁ COMPARECER ANTE LA JUSTICIA ITALIANA POR LA DESAPARICIÓN DE ITALIANOS EN ARGENTINA.

El ex Jefe del I Cuerpo del Ejército Carlos Guillermo Suárez Mason, sería trasladado a Roma en para testificar en un proceso que se sigue en Italia por la desaparición de ciudadanos de esa nacionalidad en la Argentina durante la última dictadura militar.

Así lo informaron fuentes relacionadas con el procedimiento, que manifestaron que el juez federal Adolfo Bagnasco recibió una comunicación de la Cancillería argentina en la que se le notifica la aprobación de un pedido de la Corte de Roma para que Suárez Mason declare en ese país el 7 de junio próximo.

Esta es la primera vez que un militar argentino protagonista de la última dictadura comparecerá ante un tribunal extranjero por los delitos cometidos durante el Proceso, y sentaría un precedente jurisprudencial que podría hacer desfilar por juzgados europeos a decenas de ex militares. La postura argentina es que los integrantes de la última dictadura fueron juzgados y condenados en el país, y posteriormente indultados por el ex presidente Carlos Menem, y que no pueden ser juzgados en otra jurisdicción por ser los delitos cometidos "cosa juzgada".

La figura que se aplicará para el trámite judicial es el de la "extradición transitoria", consistente en trasladar al detenido hacia el país que lo reclama, cumplir con todos los actos procesales y regresar al país, sin que exista, en principio, la posibilidad de que Suárez Mason quede detenido en Italia.

Las fuentes indicaron que Bagnasco aprobaría el "traslado transitorio" y daría la autorización en las próximas horas, luego de que se expida el fiscal Eduardo Freiler, y que "la decisión se tomará de inmediato dada la proximidad de la fecha en la que deberá declarar". Suárez Mason, detenido a disposición de Bagnasco en la causa en la que se investiga la apropiación de bebés durante la dictadura, fue conducido hoy a los Tribunales de Retiro para notificarse de la decisión de Cancillería, que aprobó el traslado en virtud del Tratado de Asistencia Recíproca firmado con Italia.

En el juzgado señalaron que no habría inconvenientes para que Suárez Mason declare en Italia, para contribuir al esclarecimiento de los casos que allí se investigan. En marzo de este año, Suárez Mason fue citado por Bagnasco para ratificar el contenido de una carta enviada por el al juez italiano Mario D`Andria el 17 de diciembre de 1999, al que le habría manifestado que su condición de detenido le impide participar del juicio que se lleva a cabo en Italia. En esa carta, Suárez Mason habría afirmado que su presentación en ese país sería para alegar que la Corte de Roma carece de jurisdicción para juzgarlo, ya que está procesado y detenido en la Argentina, a disposición de un juez competente. El ex represor cumple arresto domiciliario, luego de que fue procesado por el juez Bagnasco, quien lo responsabilizó por la apropiación de 12 menores que fueron sustraídos a sus familias de origen durante la dictadura militar.
[Fuente: Sergio Sorin, Derechos Human Rights Argentina, 1jun00]

DENUNCIAN ANTE EL TRIBUNAL DE ROMA LA PLANIFICACIÓN EN LA EXTERMINACIÓN DE TRABAJADORES SINDICALIZADOS.

El líder de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, denunció ayer en Roma la connivencia entre las cúpulas militar y empresarial en la represión política que sufrió el país durante la última dictadura. "Las listas de representantes sindicales que debían ser secuestrados sólo pudieron hacerlas los empresarios, o, al menos, estaban al corriente de ello", dijo De Gennaro ante el Tribunal de Roma que juzga a siete militares retirados argentinos por la desaparición de ocho ciudadanos ítalo-argentinos. El responsable de la CTA señaló que la colaboración entre los militares y la patronal fue una combinación de "negocios, corrupción y represión, fruto de una planificación perfecta y sistemática".

"El 70 por ciento de los 30 mil desaparecidos en Argentina fueron trabajadores y sindicalistas", subrayó. De Gennaro ilustró a los miembros del Tribunal sobre la represión de los sindicatos al declarar como testigo en el proceso que se sigue en el aula-búnker de la cárcel romana de Rebbibia. Su testimonio apuntó a arrojar luz sobre la desaparición en 1976 de Mario Marras y Marino Mastinu, dos sindicalistas que trabajaban como obreros de la construcción naval en los astilleros Astarsa. Entre los máximos responsables de las desapariciones, De Gennaro citó al ex general Guillermo Suárez Mason y al ex comandante de la cuarta zona militar, Santiago Omar Riveros, dos de los acusados en el proceso.

Ayer también ofrecieron su testimonio otros dos sindicalistas argentinos, Luis Benencio y Juan Sosa. El Tribunal, presidido por el juez Renato D'Andria, escuchó además la declaración de Santina Mastinu, esposa de uno de los desaparecidos y a María Rufina Gastón, viuda de Aldo Ramírez, otra de las víctimas de la represión política. Mastinu declaró a la prensa que fue "duro y emocionante" revivir en Roma los momentos trágicos que vivió hace 24 años, pero agregó que es necesario para que "se haga justicia con los muertos".

"UNA HERENCIA TRISTE"

"Somos gente obrera, este juicio es el único patrimonio que tendrán nuestros hijos. Será una herencia triste, pero de lucha", agregó. El resto de los acusados, que se encuentran representados en la sala por dos abogados de oficio, son el ex jefe de la Prefectura Naval de la zona del Tigre, Juan Carlos Girardi y los suboficiales Julio Roberto Rossin, Alejandro Puertas, José Luis Porchetto y Omar Héctor Maldonado.

Los siete están imputados por el secuestro desaparición y muerte de Laura Estela Carlotto, Roberto Julio Morresi, Pedro Lucio Mazzocchi, Luis Alberto Fabbri, Daniel Jesús Ciuffo, Martíno Mastinu y Mario Marras, así como el secuestro y presunto asesinato del bebé Guido, hijo de Carlotto.

Para hoy se espera el testimonio de los ex jueces argentinos Ángel Papalia y Juan Ramos Padilla, así como Daniel Frontalini, Manuel Gaggero y Juan Carlos Scarpati, sobreviviente del centro de detención de Campo de Mayo. Forman parte de los más de 60 testigos que la justicia italiana llamará a declarar en un proceso que se abrió el pasado mes de octubre, tras 17 años de batalla judicial por parte de los familiares de los desaparecidos.
[Fuente: Diario La Voz del Interior, Córdoba, Argentina, 13jun00]

From: Editor Equipo Nizkor nizkor@teleline.es
Más información - Further information - Plus d'information