I. Campesinos que ocuparon un latifundio, reprimidos por Ejército y Policía

Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Paraguay, a 13 de Mayo, 2000. Pry - 1/2 Campesinos que ocuparon un latifundio fueron reprimidos por la Fuerza Area, el Ejército y la Policía en fomra indiscriminada. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información.

ACTUALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN SOBRE LOS GRAVES SUCESOS PROVOCADOS POR EL DESALOJO FORZOSO DE LA UN LATIFUNDIO QUE LLEVA 22 AÑOS EN PROCESO DE REFORMA AGRARIA SIN RESULTADO ALGUNO.

OTRA REPRESIÓN EN EL CAMPO

Lanzan gases lacrimógenos y disparan con armas contra labriegos

ESTANCIA KAUGUETI. Juan Martens, Juan Báez y Daniel Franco, enviados especiales. A las 10.30 de ayer la fiscala Norma Girala dio la orden de desalojo. Una hora después, los efectivos policiales intentaron que los campesinos abandonen la propiedad de unas 16 mil hectáreas que ocuparon el martes por la mañana. Pero la férrea resistencia de los labriegos hizo que los agentes del orden salieran corriendo del lugar. Antes realizaron varios disparos de arma de fuego y lanzaron gases lacrimógenos hacia la carpa de los ocupantes. No previeron que el viento venía del lado de los sin tierra, entonces el gas en vez de repeler a los labriegos, hizo que los uniformados huyeran despavoridos. La Policía subestimó la fuerza de los sin tierra; el comisario Dolores Sánchez dijo que no superaban las ciento cincuenta personas.

Sin embargo, en la carpa estaban cerca de mil ocupantes. Todos, hombres, mujeres y niños, estaban preparados para resistir, tenían como armas los garrotes y "honditas" para defenderse de las fuerzas policiales. En este momento están aislados del mundo exterior. Los uniformados rodearon totalmente la zona e impiden que persona alguna ingrese o salga del lugar. Incluso, retuvieron una camioneta que les llevaba víveres. Mientras, agricultores de las zonas vecinas se manifiestan en favor de los ocupantes. Realizaron cierres de rutas en el trayecto CaazapáYuty.

La Policía detuvo a tres labriegos y pidió refuerzos a Asunción y Coronel Oviedo luego de que hayan sido corridos por los sin tierra. Para esta mañana prevén reunir a unos quinientos uniformados y proceder al desalojo. La fiscala Girala, quien afirmó que la ocupación no era pacífica, dijo que todo lo que suceda en el desalojo será exclusiva responsabilidad de los miembros de la Federación Nacional Campesina (FNC) quienes están en las tierras de la familia Burró. Los labriegos aseguraron que permanecerán en el local aun con la fuerza represiva de los agentes del orden. Afirmaron también que las movilizaciones en solidaridad seguirán en todo el departamento de Caazapá.

OCUPACIÓN DE TIERRA EN CAAZAPA
Violento enfrentamiento entre labriegos y policía

CAAZAPA (Corresponsal). Una mujer embarazada se llevó la peor parte en un violento enfrentamiento con la policía, cuando los pobladores de las localidades de Boquerón y Arroyo Guazú intentaban retener a los uniformados que se dirigían hacia la estancia Kaugueti, ocupada por unas 600 familias de sin tierra, de la víspera.

En la mañana de ayer, los campesinos, que desde hacía días venían amenazando con la ocupación de la propiedad de la familia Burró, ingresaron al terreno y recibieron el apoyo de las comunidades vecinas, las cuales cerraron la ruta de acceso para evitar que los policías llegaran al lugar. En la ocasión se desató un enfrentamiento y el resultado fue de varios heridos, como la embarazada de 8 meses, Odila Acosta, quien sufrió rotura múltiple del brazo izquierdo, al igual que otros labriegos con contusiones diversas. La policía mencionó que también en sus filas hay heridos.

Los campesinos integrantes de la comisión vecinal de Kaugueti compuesta por 830 familias y cuenta con el apoyo de la Federación Nacional Campesina, vienen gestionando la adquisición de las tierras desde hace tiempo ante el Instituto de Bienestar Rural (IBR).

En reunión mantenida dos semanas atrás, el titular del ente agrario, doctor Antonio Ibáñez, había ofrecido otras alternativas a los labriegos, quienes se negaron a ser reubicados señalando que esperan desde hace mucho tiempo establecerse en ese sitio, y que cuando un propietario tiene tanta tierra como los Burró deben entregar algo para la reforma agraria.

En dicha oportunidad, el presidente de la comisión vecinal había advertido al ente agrario sobre la decisión asumida por estas familias, de hacer la ocupación y que era la última vez que acudían a participar de las conversaciones.

En la tarde de ayer, llegaron hasta las tierras ocupadas el fiscal Aniceto Amarilla y su actuaria, y las doctoras Gladys Giménez y Teresa Isabel Doldán quienes labraron acta sobre el hecho y se espera en cualquier momento la orden de desalojo incluso de apresamiento de los campesinos.

La FNC, por su parte, anunció que tienen previsto que otros grupos campesinos lleguen al lugar, para apoyar a los que están en la propiedad de la familia Burró.

POLICÍA NO PUDO DESALOJAR AYER A OCUPANTES DE UNA ESTANCIA

CAAZAPA (Antonio Caballero, corresponsal). La Policía intentó ayer, sin éxito, desalojar a los 800 campesinos que invadieron el martes pasado una estancia que pertenece a Marisol Burró Sarubbi de Brítez, ubicada en la zona de Vera Cue, distrito de Yuty. Los labriegos reclaman 10.000 hectáreas de la mencionada propiedad, pero indicaron que se podrían conformar con 8.000 hectáreas.

Los campesinos provenientes de 21 compañías de Caazapá y Buena Vista se ubicaron en la propiedad y aseguran que ``morirán" en el lugar. Ayer, aproximadamente a las 13:00, la Policía intentó desalojar a los ocupantes lanzando gases lacrimógenos, pero debido a la dirección del viento fueron los uniformados los que corrieron y no los labriegos. El operativo fue encabezado por el jefe de zona policial, Crio. José Dolores Bareiro; y el jefe de policía de Caazapá, Wilian Vera Morán.

En el tenso ambiente se escucharon disparos de arma de fuego, pero no se supo de dónde provinieron. Afortunadamente no hubo heridos.

Los invasores están armados con garrotes, machetes, bombas molotov, honditas, escopetas y rifles. En una oportunidad, un grupo de efectivos intentó rodear el lugar para luego ingresar, pero fueron sorprendidos por los ocupantes, quienes arma en mano y escondidos detrás de los árboles advirtieron a los uniformados de que no intenten acercarse porque iban a disparar.

La Policía pidió refuerzos a Asunción y Coronel Oviedo; solo con estos se intentaría nuevamente desalojar a los ocupantes de la estancia referida.

En el lugar también se hizo presente la fiscala del crimen de Caazapá, Dra. Norma Girala, para constatar lo que estaba sucediendo. El integrante de la Federación Nacional Campesina (FNC) Marcial Gómez, quien acompaña a los invasores, manifestó que reclaman una mejor distribución de la tierra.

Los campesinos de la zona solicitan desde hace 22 años la expropiación de la mencionada parcela, pero el Instituto de Bienestar Rural (IBR) nunca tuvo en cuenta dichos pedidos. El predio en cuestión está ubicado unos 40 kilómetros en línea recta de Caazapá, pero solo se puede llegar al lugar transitando unos 80 kilómetros por compañías de Yuty.

El martes, los campesinos cerraron el camino que conduce al lugar para evitar el avance de las fuerzas policiales. Los uniformados despejaron el camino para seguir. Los ocupantes también derribaron un puente en la zona de Boquerón para impedir que la Policía pueda llegar al terreno. A pesar de ello, un total de 80 efectivos policiales sigue resguardando el sitio.

DESALOJO DEJA SALDO DE 45 HERIDOS Y 320 DETENIDOS

CAAZAPA (Antonio Caballero, corresponsal). Un saldo de 45 heridos (25 policías y 20 campesinos) y 320 detenidos dejó el desalojo de los invasores de la estancia Tarumá, propiedad de la familia Burró Sarubbi, ubicada en el límite entre Caazapá y Yuty. El gigantesco operativo se concretó ayer mediante la actuación conjunta de efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas. Cuatro heridos de gravedad (1 en estado crítico) fueron trasladados hasta la capital y los detenidos fueron derivados a la Penitenciaría Regional de Villarrica. El ministro del Interior, Walter Bower, desmintió las versiones que señalaban que hubo varios muertos y dijo que solo hubo dos heridos graves.

El enfrentamiento se inició a las 11:00 y tuvo una duración aproximadamente de 45 minutos. Aludiendo ``razones de seguridad", las fuerzas policiales no permitieron el ingreso de ningún miembro de la prensa en la zona de conflicto. Sin embargo, pudimos llegar a unos 2000 metros del lugar del enfrentamiento, desde donde se podía observar que un helicóptero de la Fuerza Aérea arrojaba bombas lacrimógenas en el monte y tres aviones Xavante realizaban vuelos rasantes intimidatorios.

Desde nuestra posición también se podían escuchar las intensas detonaciones de armas de fuego. Un momento de gran confusión reinó en ese ínterin ya que comenzaban a salir los primeros heridos, que eran trasladados en ambulancia y vehículos de la Gobernación de Caazapá.

Transcurridos aproximadamente 30 minutos de la intensa refriega, hubo un momento de calma, y entonces bajó el helicóptero para sacar a algunos heridos. La confusión fue aun mayor cuando las primeras mujeres heridas que salían empezaban a hablar de la existencia de gran cantidad de muertos y que el lugar se había convertido en un campo de batalla.

Luego de 45 minutos de iniciado el operativo cesaron los disparos y se hablaba de que los campesinos se habían rendido. Sin embargo, ante la falta de informaciones, siguieron la conjeturas y aumentó el clima de tensión.

Los heridos fueron trasladados hasta la ciudad de Caazapá donde fueron atendidos en el Hospital Regional. Esta unidad recibió el apoyo de profesionales de Villarrica y Coronel Oviedo. Cuatro heridos de gravedad fueron trasladados a Asunción hasta el Hospital de Emergencias Médicas.

Recién aproximadamente a las 17:00 el ministro del Interior, Walter Bower, quien estuvo en el lugar del enfrentamiento, en una conferencia de prensa brindada en esta ciudad, negó que haya habido muertos y dijo que solamente se registraron cuatro heridos graves.

El jefe de la Policía Nacional, Casto Guillén, quien acompañaba al ministro, dijo que el ``trabajo" había terminado, dando a entender que la propiedad quedó sin ocupantes.

Los campesinos habían ingresado a la propiedad en la madrugada del martes pasado. El miércoles hubo un primer conato de enfrentamiento con los policías que intentaron desalojarlos. Los ocupantes se mostraron radicalizados y exhibieron armas de distintos tipos, entre ellas machetes, palos puntiagudos, escopetas, bombas molotov, revólveres y pistolas.

El operativo estuvo a cargo de 400 efectivos policiales, con el refuerzo de un helicóptero de la Fuerza Aérea y tres aviones de guerra. La fiscala del crimen de Caazapá, doctora Norma Girala, acompañó el procedimiento.

El inmueble ocupado tiene 8.800 hectáreas, según Nicolás Burró. En declaraciones a Radio Uno dijo ayer que ``hablar de 9.000 hectáreas o 16.000 hectáreas anteayer hubiera sido un disparate. Hoy es un crimen de lesa humanidad por la irresponsabilidad que conlleva a un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y la pobre gente engañada".

Todo Caazapá estuvo pendiente de los acontecimientos. En las compañías aledañas se declaró un virtual asueto. Se suspendieron las clases y la gente se quedó en su casa para seguir a través de las radios los acontecimientos.

LAS FF.AA. NIEGAN QUE MILITARES HAYAN INTERVENIDO EN CONFLICTO

Las Fuerzas Armadas negaron que efectivos militares hayan participado en el conflicto suscitado en el departamento de Caazapá donde un grupo de campesinos invadieron una propiedad privada.

``La Dirección de Comunicación Social de las Fuerzas Armadas desmiente categóricamente las informaciones propaladas sobre una supuesta participación de efectivos de las Fuerzas Armadas en la zona de Caazapá", señala un escueto comunicado dado a conocer en la víspera.

Asimismo, señala que los vuelos en formación de aviones de las Fuerzas Aéreas, realizados en la zona de Caazapá y Villarrica, se deben exclusivamente a prácticas con miras a la participación del desfile militar, que se realizará el lunes en conmemoración del aniversario de la Independencia Nacional.

Por su parte, el ministro del Interior, Walter Bower, señaló anoche en ese sentido que los aviones o helicópteros que sobrevolaron la zona en conflicto eran solo los que lo transportaron a él, al comandante de la Policía Nacional y funcionarios judiciales para coordinar las acciones desplegadas.

Los campesinos que invadieron la propiedad de la señora Marisol Burró Sarubbi denunciaron por los medios de comunicación que aviones Xavante realizaron vuelos rasantes. Indicaron que los mismos formaban parte de una intención de amedrentar a los ocupantes para que abandonen el lugar.

Según la versión de la Dirección de Comunicación de las Fuerzas Armadas, dichas naves de combate solo realizaban ejercicios para el desfile del lunes y de ninguna manera formaban parte de un operativo conjunto con la Policía Nacional para desalojar a los campesinos.

PROPIETARIOS ACUSAN DE MENTIROSOS A LÍDERES

Integrantes de la familia Burró tildaron de mentirosos a los líderes campesinos que impulsaron la invasión de una de las estancias que poseen en el departamento de Caazapá, en la localidad de Vera Cue, distrito de Yuty. Nicolás Burró, hermano de la dueña de la ocupada ganadera Isla Alta, manifestó que los dirigentes Eladio Flecha y Alberto Areco faltan a la verdad cuando dicen que las propiedades del grupo familiar han sido adquiridas en forma ilegal cuando él se desempeñaba como miembro del consejo del Instituto de Bienestar Rural (IBR).

Explicó que estos inmuebles pertenecían a su abuelo, quien los compró en el año 1935. Afirmó que unas 4.000 hectáreas de la propiedad original, que en total tenía 13.000 hectáreas, fueron expropiadas cuando el inmueble ya estaba en manos de su madre, en 1978. Agregó que las 9.000 hectáreas restantes fueron divididas y entregadas a cuatro de los hijos.

Aclaró que él fue miembro del consejo del IBR mucho tiempo después, durante la administración del ingeniero Hugo Halley Merlo, en el período presidencial del ingeniero Wasmosy.

El licenciado Guido Brítez, esposo de la propietaria de la estancia ocupada, Marisol Burró, manifestó que tampoco es cierto que la propiedad no se encuentra racionalmente explotada. Manifestó que en las tierras hay más de 800 cabezas de ganado, una reserva forestal de casi 300 hectáreas que no pueden ser tocadas y cerca de 400 hectáreas de pastura.

La señora Burró, por su parte, dijo que ellos no son los ``supuestos" dueños de las fincas, sino son los propietarios reales. Explicó que las cuatro estancias, que trabajan en forma separada, están tituladas. Comentó que la suya, de unas 2.250 hectáreas, está hipotecada a nombre del Fondo Ganadero, entidad que otorgó créditos para trabajo. ``Los funcionarios de esta institución revisaron todos los documentos y no creo que me den el dinero si detectaban algún problema legal", subrayó.

Marisol Burró recordó que la propiedad había sido invadida el año pasado, el 1 de julio. Agregó que en aquella oportunidad los invasores habían sido desalojados el mismo día por efectivos de la Policía Nacional.

BOWER DICE QUE CAMPESINOS FUERON INSTRUMENTADOS

El ministro del Interior, Walter Bower, afirmó que los campesinos que invadieron las tierras en el departamento de Caazapá ``fueron instrumentados" por dirigentes de las organizaciones campesinas.

En conferencia de prensa realizada anoche en Mburuvicha Róga, el secretario de Estado y el comandante de la Policía Nacional explicaron el procedimiento realizado y mostraron a la prensa los elementos que fueron requisados de los campesinos. Bombas caseras, palos con clavos, uno de los cuales tenía tallada la sigla FNC (Federación Nacional Campesina), balines de acero, así como piezas pesadas de motores en desuso.

Bower afirmó que la Policía no realizó disparos con armas de fuego, pero sostuvo que recibieron instrucciones de asegurar el respeto a la propiedad privada. Aseguró que requisaron además armas de fuego del poder de los campesinos, que quedaron en manos de las autoridades judiciales intervinientes.

``La mayoría de los campesinos fueron instrumentados por dirigentes que les pedían resistir por ocho días para luego quedarse con una parcela del terreno", afirmó el ministro.

El mismo indicó que los adolescentes liberados explicaron que fueron presionados por sus dirigentes para no abandonar la propiedad y que los invasores tenían muy bien organizado el operativo, pues también requisaron un esquema donde cada persona tenía una función que cumplir. ``Distribuyeron armas y organizaron un operativo de resistencia a la Policía de una forma coordinada", aseveró Bower.

POR ``ORDEN SUPERIOR" IMPIDIERON CONTACTO PRENSA-CAMPESINOS

VILLARRICA (César Martínez, corresponsal). Un total de 320 campesinos desalojados de las tierras de la familia Burró fueron trasladados ayer a la sede de la Policía Nacional del Guairá, donde fueron censados. Al cierre de esta edición, estaban a punto de ser llevados a la cárcel regional.

A pesar de nuestra insistencia, no pudimos ingresar hasta el patio de la institución policial para entrevistar a algunos de los detenidos, debido a ``una orden superior" que nos impidió cumplir con nuestra misión de informar detalladamente acerca del hecho a los lectores de este diario.

Los campesinos fueron trasladados en 3 camiones y 1 ómnibus de la Policía Nacional hasta su lugar de reclusión, en la capital del Guairá. Los labriegos estaban rodeados por efectivos policiales fuertemente armados que en todo momento impidieron que la prensa tenga un contacto con los supuestos sintierras.

No obstante la prohibición de llegar junto a los campesinos, pudimos observar -desde una distancia de 30 metros- que varios de ellos se bajaban a duras penas de los camiones. Otros cojeaban cuando se dirigían a la fila para ser censados. Aparentemente estaban muy golpeados.

La prisión estatal fue diseñada para albergar a 130 internos. En la víspera, había allí 142 presos y ahora se suman los 320 campesinos.

VIOLENTA LUCHA EN DESALOJO DE CAMPESINOS.

(Caazapá. María A. Ramos y Lucas Núñez. Albert Robles, corresponsal), Los campesinos que ocuparon ilegalmente las tierras de los Burró Sarubbi, ubicadas en la zona de Yuty, departamento de Caazapá, fueron desalojados por la fuerza por parte de efectivos policiales y militares, que actuaron coordinadamente, a fin de hacer cumplir con un mandato judicial. En el operativo hubo enfrentamientos entre ambos bandos, hecho que dejó una veintena de heridos y más de 500 detenidos. El enfrentamiento duró aproximadamente 45 minutos en el monte cercano al casco de la estancia, propiedad de Marisol Burró de Brítez.

Durante el operativo de desalojo estuvieron presentes el ministro del Interior, Walter Bower, el gobernador de Caazapá, Santiago Giménez, y la Fiscala Norma Girala, quienes observaron el desarrollo del violento enfrentamiento entre campesinos y efectivos policiales.

El choque armado, por un lado con machetes, foisas, honditas, garrotes, bombas molotov y escopetas y, por otro lado, los efectivos policiales con bombas lacrimógenas y sus armas reglamentarias, arrojó un tendal de heridos en ambos bandos, los cuales fueron trasladados al centro Regional de Caazapá, mientras que los heridos de mayor gravedad fueron derivados a Emergencias Médicas de la capital del país.

El enfrentamiento se produjo cerca del mediodía de ayer cuando unos 400 efectivos policiales, apoyados por efectivos militares, procedieron a dar cumplimiento a una orden de la fiscala Norma Girala, luego de que más de 600 campesinos sintierras invadieron la propiedad privada y se resistieron a abandonar pacíficamente el sitio.

Un helicóptero de las Fuerzas Armadas respaldó la acción de la Policía, principalmente, para el traslado de los primeros heridos, mientras otros tres aviones de guerra efectuaron varios vuelos rasantes sobre el lugar de combate, simulando aún más un escenario bélico.

PRENSA NO TUVO ACCESO

Si bien fueron efectivos policiales los que impidieron el acceso de los periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos al sitio de combate, el ministro del Interior afirmó que fue por orden de la fiscala Girala.

Esta prohibición impidió que se puedan obtener datos precisos y directos de los hechos, pero la magnitud del enfrentamiento pudo palparse por el incesante ir y venir de las ambulancias y vehículos que transportaron a los heridos hasta los centros asistenciales, así como la gran humareda producida en el lugar de los hechos.

Algo que no pudo ser confirmado es que habría algunos fallecidos y que los mismos habrían sido arrojados en una fosa común, envueltos en bolsas negras, según manifestaron los campesinos heridos. Esta afirmación surgió de varios heridos y detenidos, quienes coincidieron en sus expresiones.

El ministro Bower negó categóricamente que hubiera muertos y remarcó que los campesinos estaban munidos de escopetas, bombas molotov -con lo que hirieron a varios policías-, así como foisas, honditas, puñales, machetes y otros elementos contundentes que fueron rescatados de los mismos, tras ser detenidos en su mayoría.

4 HERIDOS DE GRAVEDAD, A ASUNCIÓN

Alrededor de 20 campesinos, junto a policías, fueron atendidos en la mañana de ayer en el hospital regional de esta ciudad, tras el violento enfrentamiento producido entre ambos sectores. Cuatro de los labriegos fueron derivados de urgencia hasta Emergencias Médicas de la capital del país, debido a la gravedad de sus heridas.

Estas personas fueron identificadas como Ángel Flor Lugo, de 18 años, con una herida de bala en el abdomen, quien de acuerdo a las expresiones del doctor Santiago Codas, director del hospital, llegó con la última gota de sangre que le quedaba, por lo que fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia.

Otros son Lino Agüero, de 44 años, quien tiene una herida de bala en las piernas, además de fractura por estallido; José Asunción Segovia, con fractura del fémur, y Esteban Silva, con herida de bala alojada en el tórax.

La lista de heridos continúa con Mirta Arévalos, de 25 años; Blanca Acuña, de 17 años; Antonia González, de 50 años; Adolfina Benítez, de 42 años; Isabel Recalde, de 27 años; María Casco, de 18 años, y Norma Cano, de 35 años.

Tomás Paiva Núñez; Emiliano Acosta; Espirión Prieto; Luciano Britos; Ángel Miranda, y Serafina Acosta completan la lista de afectados entre los campesinos.

Los efectivos policiales en cambio tuvieron dos heridos y son los suboficiales Gustavo Benítez y Julio Guillén, ambos de 23 años, radicados en la capital del país.

Un gran revuelo se vivió ayer en el hospital regional durante la llegada de los heridos, que en cantidad superaban la capacidad de atención, por lo que se recurrió a varias personas que se acercaron a colaborar.

También, un refuerzo médico de la ciudad de Coronel Oviedo se trasladó hasta el lugar, así como el viceministro de Salud, Roberto Melgarejo, y otros cinco médicos.

[Nota documenta: Esta información procede de los periódicos ABC Color, Última Hora y Noticias de Paraguay de 10, 11 y 12 de mayo de 2000]

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