Actualización: Caso del oficial de inteligencia Anderson Kohatsu

Tlahui-Politic 9 I/2000. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Perú, a 14 de Marzo, 2000. Per/Mex/Usa - Actualización sobre el caso del oficial de inteligencia Anderson Kohatsu. Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información.

UN AGENTE DE VLADIMIRO MONTESINOS DETENIDO EN HOUSTON Y MÉXICO Y LIBERADO A CAUSA DE UNA VISA COMO TESTIGO ANTE LA CIDH.

Ayer [10mar00], la sombra de la justicia penal internacional -la que retuvo más de un año al ex dictador chileno Augusto Pinochet en Londres- empezó a rondar al gobierno de Alberto Fujimori, cuando el torturador de Leonor La Rosa, el mayor EP (r) Ricardo Anderson Kohatsu, fue detenido en México, luego de arribar de Houston, Estados Unidos, donde el día anteayer también había sido arrestado.

El mayor retirado del Ejército Peruano, Ricardo Anderson Kohatsu, sobre el que pesan graves acusaciones por delito de tortura interpuestas por organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, regresó precipitadamente anoche a Lima, liberado gracias al pasaporte diplomático que el gobierno le extendió indebidamente.

El jueves por la tarde, en la ciudad norteamericana de Houston, Texas, Ricardo Anderson fue intervenido por personal del FBI, pero fue liberado en la madrugada del viernes, después de reconocersele una discutible inmunidad diplomática.

Ayer mismo, por la tarde, a su paso por el aeropuerto de la ciudad de México en tránsito a Perú volvió a ser detenido esta vez por la policía mexicana, pero luego se le permitió proseguir viaje a Lima.

Una fuente del Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó hoy que Anderson Kohatsu, que fue acusado en Perú por cargos de tortura, fue detenido en la tarde del jueves en Houston, Texas, pero liberado esta madrugada.

Anderson Kohatsu y el general retirado del ejército peruano Enrique Oliveros habían concurrido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como testigos del gobierno en las reclamaciones contra el Estado peruano por espionaje telefónico. La concurrencia de los dos testigos causó protestas entre los abogados de derechos humanos, quienes señalaron que Oliveros fue el jefe del Servicio de Inteligencia del Ejercito (SIE) entre 1995 y 1997, cuando ocurrió el supuesto espionaje telefónico. El FBI quería interrogar al militar peruano sobre la tortura contra Leonor de la Rosa, agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) peruano. En agosto de 1997, Anderson, junto con el mayor Percy Salcedo Sandoval, el coronel Carlos Sánchez y el teniente coronel Joes Salinas Suzunaga, fueron condenados en un tribunal militar a ocho anos de prisión por su responsabilidad en la tortura de De La Rosa. No obstante, en noviembre de 1997 la Sala Revisora del Consejo Supremo de Justicia Militar absolvió a Anderson y Sanchez con el argumento de que no habían participado directamente en la tortura de La Rosa.
[Fuete: Diario La República, Lima, Perú, 14mar00]

ACLARACIÓN DEL EMBAJADOR DE LOS ESTADOS UNIDOS EN PERÚ

El embajador de Estados Unidos (EEUU) en el Perú, Jhon Hamilton descartó ayer que el mayor retirado del Ejército, Ricardo Anderson Kohatsu, denunciado por organismos de derechos humanos por haber participado en actos de tortura, haya sido liberado por una decisión política. Indicó que los criterios adoptados para liberar a Anderson Kohatsu es que viajó a Estados Unidos para cooperar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA para cooperar como testigo en el caso sobre la supuesta intervención telefónica que se ventila en ese foro interamericano. Expresó que el Departamento de Estado del gobierno de los EEUU consideró las circunstancias de la visita de Anderson a su país para cooperar y actuar como testigo ante la CIDH además que tenía inmunidad por la labor que tenía que desempeñar ante la OEA. "La CIDH es un órgano de la OEA y había recibido una visa para actuar como testigo", refirió sin dar más detalles al respecto durante la entrevista que concedió a CPN radio. [Fuente: Diario La República, Lima, Perú, 12mar00] Varios organismos de derechos humanos denuncian la liberación de un oficial de inteligencia responsable de torturas.

El 9 de marzo, oficiales de los Estados Unidos detuvieron a Tomás Ricardo Kohatsu, un agente de inteligencia militar peruano implicado en casos de violaciones graves a los derechos humanos. Pruebas contundentes implican a Anderson en la tortura de Leonor La Rosa Bustamante - ex agente militar - quien sufre de severas secuelas físicas a causa de la tortura infringida. Otras víctimas de tortura han prestado testimonio ante la Oficina de la Defensoría del Pueblo de Perú y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, implicando a Anderson en hechos de tortura.

El Departamento de Justicia de los EEUU estaba dispuesto a procesar a Anderson basado en el "Torture Victim Protection Act" 18USC Sec 2340ª que contempla la extraterritorialidad para perseguir a individuos implicados en casos de tortura. Una decisión cuestionable del Departamento de Estado de los Estados Unidos bloqueó el arresto del señor Anderson argumentando que éste gozaba de inmunidad porque fue traído por el gobierno de Perú para participar en una audiencia ante la Comisión Interamericano de Derechos Humanos de la OEA.

Las organizaciones de derechos humanos apoyamos la voluntad del Departamento de Justicia para perseguir este caso. Con ellos se ha enviado una señal contundente a los torturadores del mundo, y el Perú específicamente, en el sentido de que los crímenes en contra de la humanidad cruzan fronteras y no deben de quedarse impunes.

Deploramos asimismo la decisión del Departamento de Estado de bloquear ésta oportunidad única de iniciar acción penal en contra del señor Anderson. La evidencia abrumadora que implica al mismo en actos reiterados de tortura, claramente constituye prueba suficiente para ejercer acción penal en su contra y obligaba a los Estados Unidos a actuar conforme al derecho nacional e internacional. Entendemos la decisión del Departamento de Estado, como una expoliación injustificada del principio de inmunidad. Más aún, el derecho internacional prohíbe claramente otorgar inmunidad a cualquier acusado de cometer crímenes contra la humanidad, incluyendo a jefes de Estado, tal como se estableció claramente en el caso de Pinochet.

Manifestamos nuestra decisión y voluntad de actuar en todos los casos similares que puedan surgir en el futuro. Los códigos legales deben acompañarse de la voluntad política de las autoridades de los Estados Unidos para cumplir la ley.

Lima 10 de marzo de 2000

Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) - Coalición por la Justicia Internacional (Bianca Jagger) - Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú - Human Rights Watch (HRW) - The Washington Office on Latin American (WOLA)

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