Declaración de defensores de DH y militares ante situación económico social
Tlahui-Politic 11 I/2001. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. Ecuador, a 19 de Enero, 2001. Ecu - Declaración conjunta de defensores de derechos
humanos y militares ante la situación económico
social.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información,
19ene01
DECLARACIÓN UNITARIA DE LOS MILITARES DEL 21 DE ENERO Y LOS DEFENSORES DE
DERECHOS HUMANOS ANTE LA SITUACIÓN ECONÓMICO SOCIAL DEL ECUADOR.
PRONUNCIAMIENTO AL PAÍS:
Frente a la crítica situación nacional y al comunicado emitido por el Comando
Conjunto de las Fuerzas Armadas; nosotros, representantes de los Oficiales
participantes en el movimiento del 21 de Enero, y de los defensores de Derechos
Humanos del país, declaramos:
1. La ola de protestas sociales que sacude al país, obedece a las recientes
medidas de alza de los precios de los combustibles y pasajes, así como a la
crisis económica no resuelta, sino más bien agudizada, por la política
gubernamental.
2. Son las decisiones económicas del actual Gobierno, enmarcadas en la política
de Ajuste Estructural que ya lleva 20 años de imposición -sin asomo de
creatividad ni sensibilidad humana- el principal factor de desestabilización
social, económica y política del Ecuador, cuyos trágicos resultados están a la
vista: el retroceso de cien años entre 1999 y 2000 en materia social y
económica, 1.500 niños pobres cada 24 horas, el mayor registro inflacionario del
continente, el primer lugar en los índices de corrupción y la más alta tasa de
inequidad social y concentración de la riqueza en pocas manos en América Latina,
según irrefutables datos de UNICEF, ONU y otros organismos internacionales.
3. En ese contexto, el comunicado emitido por el Comando Conjunto de las FFAA,
es errado porque transforma en causas de una presunta desestabilización lo que
son consecuencias sociales del manejo económico equivocado. Es parcializado,
porque apuesta a la exclusiva defensa del Gobierno, cuando su mandato
constitucional es defender a todos los ecuatorianos y la soberanía nacional que
radica en el pueblo, descartando los clamores de éste porque se rectifique el
proceder gubernamental y se castigue -con hechos y no palabras- a los
responsables de la debacle nacional. Es amenazador, porque advierte con aplicar
"mano dura" y capturar a todo dirigente opositor al Gobierno, sin entender que
la protesta ciudadana está legitimada por la necesidad de que el presidente
Noboa revise urgentemente las medidas tomadas, que empobrecen a la mayoría de
la Nación, incluidas las familias de los soldados ecuatorianos.
4. Enérgicamente opuestos a los brotes de violencia armada y vandalismo de
algunos grupos manifestantes, expresamos nuestra preocupación y repudio ético
por la desmedida e imprudente represión de la Fuerza Pública a la juventud
colegial de Quito y otras ciudades, que atiza la protesta ciudadana y obedece a
una orden directamente emanada de las autoridades políticas de Gobierno.
5. El uso proporcional de la fuerza, la tajante prohibición de uso de armas de
fuego contra menores de edad en el sometimiento de desmanes, y el cumplimiento
severo del respeto a los derechos humanos, son normas de actuación profesional
que están siendo omitidas de manera progresiva por miembros de la Fuerza
Pública.
6. En esa medida, es preocupante que el comunicado del Comando Conjunto amenace
capturar a dirigentes ciudadanos que, según el Alto Mando, "inciten a la
subversión y al caos", porque esa definición puede llevar a injustas
generalizaciones autoritarias que intentan ver en la legítima expresión del
derecho ciudadano a la protesta pacífica, "actos o proclamas de subversión,
desestabilización del orden constituido e impulso de movimientos extremistas".
De igual manera, es alarmante que el Comando Conjunto de las FFAA y la Policía
Nacional advierta que "no se responsabilizarán de las consecuencias que se
deriven del cumplimiento de su misión, ante la agresividad y violencia de
algunos manifestantes", pues tal opinión contraría expresas disposiciones
constitucionales y de la Legislación Internacional en materia de derechos
humanos: LA FUERZA PÚBLICA sí ES RESPONSABLE DE SUS ACTOS Y DE SUS
CONSECUENCIAS, aún en escenarios de crisis.
7. La salida más sana a esta situación, en la que se pretende dividir a los
soldados de su pueblo, es la urgente revisión de las medidas económicas por
parte del Gobierno del Dr. Noboa, la apertura franca -y no verbal- a un diálogo
nacional, y la enmienda de su comportamiento de imposiciones y amenazas.
8. Los militares del 21 de Enero no subvertimos el orden, no desestabilizamos al
gobierno, no proclamamos la violencia. Con nuestros actos y el fin de nuestras
carreras aquel glorioso 21 de Enero, probamos que el Ejército ecuatoriano está
de lado del pueblo, no al ciego servicio de las elites que le han llevado al
país a la hecatombe. Por vez primera unidos -a raíz de nuestra detención hasta
el día de hoy- con los defensores de DDHH, en este Manifiesto estamos dándole,
como país, una lección al continente y al mundo: Nos preocupa la Nación, la
democracia con contenido, el futuro del país, el respeto a los derechos humanos,
la paz que es el fruto de la justicia, la unidad y la suerte de todos los
ecuatorianos. Es hora de rectificar, señor presidente Noboa, señores del Alto
Mando, señores políticos.
Quito, 17 de Enero del 2001
Crnel. Jorge Brito (21 de Enero) y Alexis Ponce (APDH de Ecuador)
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