LÍNEA DE ORGANIZACIÓN PARA FORTALECER
LA VIDA DEMOCRÁTICA Y LA CAPACIDAD DE LUCHA DEL PRD

Documento enviado a Mario Rojas Alba, Director de la Revista Tlahui. Rumbo al VI Congreso Nacional del PRD, es de importancia general elevar el nivel del debate, no únicamente para los afiliados a ese partido político, igualmente para los ciudadanos en general, en ese congreso se definirá, sin duda, los destinos del México progresistas, de los ciudadanos y ciudadanas con aspiraciones democráticas y de izquierda. Aquí el texto íntegro.

El proyecto oficial de “Línea de Organización”  elude caracterizar la situación critica del PRD y señalar las causas y factores que la originaron, porque su objetivo es convencer de la necesidad de crear órganos de dirección nacionales y estatales mas elitistas y llevar a cabo una mayor centralización de las atribuciones y decisiones internas.

Ante ello, l@s perredistas que no deseamos maquillar nuestros problemas, tenemos que partir de reconocer que la situación organizativa del PRD es critica, no tanto “porque se han creado instancias de dirección relativamente débiles y notoriamente desordenadas”, sino por la inexistencia generalizada de comités de base y el escaso funcionamiento regular de las instancias municipales; porque en el PRD no hay información ni discusión, ni espacios de reflexión y elaboración, ni se despliegan iniciativas político – sociales ante los problemas críticos  por los que van atravesando los municipios, entidades y la vida del país, lo que ha llevado la vida interna del partido a una pobreza extrema y al desdibujamiento de la identidad perredista.

Las causas de esta difícil situación organizativa  deben ubicarse, no el hecho de que “somos una estructura orgánica en formación”,  sino en el relegamiento del proyecto de construir al PRD como un sujeto político practicante y portador de una cultura democrática, para la lucha no solo electoral, sino también social y de ideas y valores; predominando así,  una dinámica inmediatista y pragmática: que hacia fuera  aborda la lucha electoral con la visión de ganar puestos, más que con la visión de impulsar la transformación social y política del país; mientras que hacia adentro predomina  una dinámica de disputa permanente por ganar posiciones y candidaturas a como de lugar, relegando la legalidad y las instancias y prohijando el grupismo y una cultura de presiones y acuerdos elitistas, que determinan la suerte del partido  al margen de las bases e instancias colectivas.

Es predominio de una visión y dinámica inmediatista y pragmática, es la causa principal de que no se hayan dedicado esfuerzos al fortalecimiento de las instancias de base, municipales, estatales y nacionales; eso es lo que “motiva que no haya preocupación por estar generando información y discusión con el conjunto del perredismo, sino que solo se piense en las bases cuando van a darse elecciones internas o  constitucionales; ese predominio del interés y la conveniencia, por sobre la convicción y el lineamiento político, ha conllevado que no haya preocupación por la elaboración y la formación política.

Conclusión: si queremos atacar y superar la debilidad organizativa del PRD debemos, no  verticalizar  y centralizar más las atribuciones y decisiones internas, sino darles más poder y organicidad a los comités de base y municipales, para que la clase política perredista, que hoy concentra su atención en las instancias estatales y nacionales, porque allí se resuelve casi  todo, se preocupe por atender regularmente la información y discusión, la elaboración y formación política de las bases y cuadros del conjunto del PRD; esto sin perder de vista de qué, en el marco de la discusión de línea política, nos dotemos de objetivos y tareas estratégicas que nos tracen rumbo de largo y mediano plazo, al mismo tiempo que definamos tareas e instrumentos tácticos para el quehacer ante la coyuntura en curso, de tal manera que el PRD deje de ser un partido temporalero, que solo se activa hacia la sociedad cuando hay elecciones y pase a ser impulsor y organizador permanente de la lucha del pueblo en todos los frentes y desde todos los espacios sociales,  civiles e intelectuales y culturales.

II.-  LA MEMBRESÍA NO DEBE SER DE AFILIADOS DE PAPEL.

La membresía o bases del partido,  es fundamental para su existencia y para la relación e interinfluencia  con la sociedad. Por ende, al reconocer la necesidad de una Reforma y Reconstrucción de fondo del PRD, es prioritario y básico poner a discusión si la actual manera de afiliar y conformar las bases perredistas se debe conservar o modificar.

 

El proyecto  oficial de línea organizativa mantiene la idea de una afiliación abierta, semejante a la que ha prevalecido y que ha llevado a que contemos con una lista de afiliados de más de tres millones.

A nuestro entender, debemos pasar de una base partidista de papel a una de afiliados reales: que se interesen y deseen llevar a cabo una actividad política regular y no solo aparecer cuando se dan elecciones internas. Por lo que un requisito mínimo que se debe plantear a quienes deseen ser afiliados del PRD, es que cursen un taller para conocer los documentos de principios, programa, estatuto y de línea política, para  que cuenten con elementos mínimos para sus  tareas en el ámbito donde se desenvuelven, para que hagan su aporte a  la vida del partido y sepan reclamar y ejercer sus derechos partidarios.

III.- LOS COMITÉS DE BASE CON VIDA MÍNIMA PARA UN PARTIDO REAL.

               

Al igual que con la afiliación, en lo relativo a los comités de base el documento oficial de línea de organización no propone nada que permita que las instancias de base existan en la realidad y no solo en el Estatuto. Es cierto que se les da más valor como piedra básica  de estructura organizativa, al establecer que sus presidentes integran los consejos municipales.

Pero para darle organicidad lo mas que se llega a plantear es; que “ cada afiliado y afiliada al partido  estará inscrito en un comité de base y solamente en esa votara, siempre que cuente con una antigüedad mínima de seis meses, con el propósito de evitar las afiliaciones artificiales que surgen al calor de las contiendas internas”.

Pero cabe preguntarse: ¿ es suficiente la condición de una afiliación con seis meses de anticipación para evitar la manipulación y clientelismo que envilecen las elecciones internas, o se requiere una participación más regular en la vida del partido para contar con votantes más informados y comprometidos con las práctica democráticas?

 

 

Es más, ¿Se puede mejorar la pobre vida interna y tener una mayor eficacia y capacidad de acción del partido hacia la sociedad, sin darle un mínimo de vida organizada regular a sus instancias de  base?

Definitivamente: un mínimo de vida organizada y de actividad regular de los comités de base es indispensable, tanto para que el voto universal y directo de los afiliado se ejerza con el mínimo de elementos  para valorar la trayectoria y propuestas de los candidatos a dirigentes o precandidatos a puestos de representación popular, como para elevar la capacidad de los  miembros y organismos de base para influir y organizar a la ciudadanía de sus ámbito de acción.

Por ello proponemos: que además  del requisito de 6 meses de antigüedad para votar en elecciones internas, se debe incluir la condición de que los afiliados hayan  asistido cuando menos, a la mitad de las reuniones mensuales de su Comité Base en el año  y medio previo a la elección de que se trate.

Otro asunto importante en la definición de modelo de partido que necesitamos, es si la estructura organizativa del PRD va a seguir siendo solo en función de la lucha electoral, o vá a construirse también para impulsar la lucha social y la lucha ideológico - cultural contra las políticas, ideas y valores neoliberales, que se han convertido en dominantes en la sociedad mexicana y, en ultima instancia, es la que explica y expresa el triunfo de Fox y el PAN.

Al respecto, si el PRD quiere ser un partido de izquierda en serio, debe plantearse organizarce e impulsar la lucha desde todos los espacios de la sociedad. No hay ningún problema práctico que impida constituir comités de base por actividad social o afín, con militantes que dedican su esfuerzo principal a la lucha social, la actividad intelectual y cultura, o en actividades afines como la defensa de los derechos humanos y la ecología. Lo único que ha impedido que construyamos comités de base por  actividades sociales y afines, con los mismos derechos y responsabilidades que los territoriales, es la idea de que el PRD debe ser un partido solo para las elecciones, que siga conservando solo formalmente la posibilidad de crear secciones o coordinadoras por actividad social, pero sin ningún derecho de representación en las  decisiones e instancias del partido. Es decir, que existan en el Estatuto, pero que las instancias de dirección sigan sin ocuparse  de la problemática sindical, de campesinos y pescadores, de estudiantes y urbano popular, de indígenas y mujeres, ni dedique esfuerzos y recursos a su organización y actividades.

Se argumenta que si desarrollamos  estructura por actividad social o afín se puede caer en practicas corporativas. La realidad es que eliminamos la estructura por actividades sociales y en el partido sigue habiendo practicas clientelares y corporativas.  Porque ésto no es un

Problema organizativo, sino principalmente de contenido y método de la práctica política. La mejor manera de combatir el corporativismo es desarrollar la organización partidaria democrática en los frentes sociales para impulsar la organización y la lucha social democrática contra el neoliberalismo y contra las estructuras corporativas.

IV.- ÓRGANOS DE REPRESENTACIÓN Y DIRECCIÓN COLECTIVOS Y EFICACES.

 

El partido no requiere una nueva estructura de dirección, como lo plantea el documento oficial de Línea de organización. Lo que se requiere para que los consejos y comités ejecutivos de todos los niveles, cumplan con sus funciones y  encaren los problemas principales de dirección que les correspondan, es que se modifique la dinámica inmediatista y pragmática, así como las prácticas  extralegales  extra institucionales, para que el Estatuto y los planes aprobados por las instancias rijan en serio la actividad y la vida interna del PRD.

En Lugar de crear más instancias de dirección con atribuciones más verticales  y centralizadas, como es la propuesta de un Comité Político Nacional y de un Secretariado, lo que debemos hacer es aprobar normas y medidas para que los consejos municipales, estatales y nacional, sean el órgano máximo de dirección entre congreso y congreso. Eso pasa por acabar con la dependencia que sea ha creado  de los consejos con respecto a los comités ejecutivos que ellos eligen. Evitar que sigan siendo las  instancias ejecutivas las que fijen el temario y preparen y convoquen los consejos, porque  seguiremos con plenos mal preparados e incapacitados para trazar lineamientos políticos al conjunto del partido. Para ello, hay que profundizar la idea que nos llevo a crear las directivas de los consejos: darles más atribuciones y recursos y crear los equipos especializados bajo su coordinación, para que sean ellas las responsables  de convocar y preparar los plenos, de acuerdo a una agenda que cada consejo debe aprobar como parte de su plan de trabajo anual, de tal manera que  los consejeros lleguen a los plenos de estas instancias  representativas y de discusión, preparados para discutir y trazar línea en torno a las cuestiones más relevantes de la situación económica social y política, encomendando a las instancias ejecutivas la tarea de concretarlos como su quehacer principal.

Las debilidades de las instancias de dirección, la pobreza de la vida partidaria y la casi inexistente estructura de base y municipal, se van a superar con normas y medidas  que profundicen las practicas democráticas y colectivas, para que las atribuciones que el estatuto otorga a cada una de las instancias se asuman allí y no se pretenda formalizar los espacios de poder y acuerdos extra institucionales que se han venido practicando.

V. CANDIDATURAS Y ELECCIONES CONSTITUCIONALES: PROFUNDIZAR LA DEMOCRACIA O EL CENTRALISMO.

El cambio principal del documento oficial de Línea Organizativa en este capitulo V, está orientando a centralizar más la elección de las listas plurinominales y de los integrantes de las planillas municipales (con excepción del candidato presidente). La idea es eliminar las convenciones  y que sean los consejos respectivos los que elijan a propuesta de los comités políticos, los recibirán de aspirantes registrados y seleccionaran la propuesta que harán a los Consejos y estos  solo podrán  aprobar en paquete o rechazarla, hasta que pruebe lo que el bloque.

El argumento es el mismo con el que se justifico que la mitad de las listas plurinominales fuera electa por los consejos respectivos: “posibilitar al partido para enviar a las cámaras legislativas a personas con la suficiente capacidad y  méritos políticos que ayuden a tener una representación de alto nivel.

Como esta medida centralizadora no dio el resultado esperado, se plantea profundizar más la verticalización: que sea  un organismo de elite (comité político nacional) quién integre la lista plurinominal y los consejos respectivos los que tengan que aprobarla en paquete.

Por el contrario: pensamos que esta propuesta de centralización plus es profundizar en el error que ya se demostró que no opera para elegir gente  de “alto nivel”. Solo la apuesta a la madurez democrática   del partido va a permitirnos llegar,  a través de métodos participativos, a elegir a los mejores elementos. Por ello, proponemos que se conserven las convenciones electorales y sean los delegados de las bases perredistas los que elijan todas las listas plurinominales. Corresponderá a los cuadros y dirigentes convencer con su actividad que son los de “mas alto nivel”.

También proponemos que se conserven las exigencias estatutarias de que las  instancias ejecutivas deban renovarse al menos en un 30% de sus integrantes y que no se pueda  permanecer en ellas por mas de dos periodos continuos. Igualmente, debe de mantenerse la prohibición de que los regidores, legisladores locales y federales, así como funcionarios de  director para arriba, sean miembros de las instancias ejecutivas municipales, estatales y nacionales respectivamente.

Creemos que estas son medidas sanas y que en el PRD existe riqueza de cuadros que hacen posible esta renovación y contar, al mismo tiempo, con capacidad política en las instancias de dirección. Además, nos permiten limitar las practicas priistas de acumular funciones que no se pueden atender solo por ambición de poder.

Curiosamente a nivel municipal el documento oficial plantea las mismas instancias actuales: Consejo y Comité Ejecutivo. Será porque no tienen ninguna atribución para convocar y organizar elecciones. Es decir, no se plantea nada para contribuir a que las instancias municipales fortalezcan su precaria existencia.

Creemos que lo mínimo que se debe hacer, es regresarles a los consejos municipales las atribuciones de convocar y organizar las elecciones de las planillas al cabildo.

VI.- ÓRGANOS DE GARANTÍAS Y DEL SERVICIO ELECTORAL INTERNO.

Los perredistas no debemos dar marcha atrás en la idea de construir un partido verdaderamente democrática con una vida interna regida rigurosamente por su legalidad  y por sus instancias colectivas.

Por ello requerimos insistir en contar  con órganos imparciales y eficaces en la impartición de justicia en el partido y la organización de elecciones internas. Debemos insistir en crear órganos colectivos y permanentes, siendo más rigurosos en la selección para que sus integrantes sean elementos con trayectoria que garantice conducirse con ética y que tengan capacidad  y disposición para trabajar en serio, en esas funciones tan importante para la vida e institucionalidad democrática del PRD.

Sabemos que en la experiencia del partido la autonomía e imparcialidad de estas órganos autónomos ha sufrido presunciones. Ello ha estado determinado, principalmente por la  dinámica partidaria que ha priorizado el acuerdo político y las decisiones extralegales. Pero también porque se han incorporado a esas instancias personas con escasa disposición  para realizar el esfuerzo que reclaman, porque piensan mas en otras actividades o aspiraciones, pesa más  sus relaciones con dirigentes o fuerzas internas que en la honrosa responsabilidad que el partido les ha dado.

Compartimos la propuesta de que la comisión de Garantías y vigilancia y el comité General de Servicio Electoral sea electo por el Congreso Nacional. Pero creemos que deben rendir un informe semestral ante el consejo nacional o estatal, y estos deben  tener atribuciones para sancionar a miembros u organismos completos por faltas graves  y con los dos tercios de los consejeros respectivos.

RED DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA (REDIR)

JOSÉ CAMILO VALENZUELA
JOSÉ ANTONIO RUEDA

MOVIMIENTO DE IZQUIERDA LIBERTARIA (MIL)

MARIO SAUCEDO
HUMBERTO ZAZUETA

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