Evaluación del 6° Congreso Nacional del PRD

Tlahui-Politic 11 I/2001. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. México, a 11 de Mayo, 2001. La evaluación del 6° Congreso Nacional del PRD. REDIR, Mayo 04, 2001. El Fracaso de Esquemas de Derecha Frente a la Coalición de la Izquierda.

Sin duda, uno de los aspectos relevantes del 6° Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue la definición de sus elementos esenciales de organización interna que, inevitablemente decidirán el futuro del partido. En nuestra opinión, el análisis de los acuerdos sobre organización interna resueltos durante el 6° Congreso, es un paso obligado para comprender el papel que desempeñará el PRD en el plano nacional. De forma particular su relación con tres expresiones que apuntalan el mapa político de México:

  • Su actitud frente al gobierno de Vicente Fox;
  • Sus alianzas con el "priísmo" en sus distintas expresiones y;
  • Su relación frente al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Podemos adelantar que un fenómeno trascendental a lo largo del Congreso lo constituyó el "reacomodo" de las fuerzas internas del partido. De forma evidente, se constató la debilidad de la dirigencia nacional y la fortaleza de fracciones calificadas, hasta ese momento, como minoritarias.

I. LA PREPARACIÓN DEL CONGRESO

De manera previa a la celebración del 6° Congreso, destacados analistas coincidieron en pronosticar que durante el acto, asumirían el control total del partido las dos corrientes (los chuchos y los amalios) consideradas como proclives a la alianza con Fox y con el ala derecha del PRI. Los especialistas reconocían un proceso de crecimiento y consolidación de los "chuchos"; (corriente interna encabezada por el Senador Jesús Ortega que, en alianza con el grupo de Amalia García, (actual presidenta del partido) se presentaba como la síntesis hegemónica dentro del partido (los "amachuchos"). En su estrategia de consolidación, los "amachuchos" incluyeron hacer públicas sus diferencias con otras fuerzas internas, así como entablar un cuestionamiento directo e inusitado a la figura, antes intocable, de Cuauhtémoc Cárdenas. En el plano político, el grupo de los "amachuchos" desarrolló su propuesta en dos ejes fundamentales:

1) La línea política
2) La organización partidaria.
Sobre el primer punto, este grupo alentó la posibilidad de que el PRD iniciara un proceso acelerado de incorporación y coincidencia con las propuestas y políticas del gobierno de Vicente Fox. Bajo esa lógica, los "amachuchos" buscaron impulsar, desde la cúpula perredista, la instauración de un cogobierno con el Partido Acción Nacional. La proposición aprovechó la oferta que Vicente Fox, formuló para que destacados miembros del partido dirigieran tres Secretarias de Estado. Existen indicios claros de que esta invitación fue propiciada desde una fracción del perredismo (los chuchos) durante el viaje a Sudamérica que un miembro destacado de este grupo, al margen de la autorización del partido, realizó con el entonces presidente electo Vicente Fox. Al final del intento, la inclusión del perredismo dentro del gobierno foxista fue una iniciativa que no logró el consenso. El segundo intento de inclusión fue en torno a la posible coincidencia que propiciaron el núcleo "amachuchos" y los más destacados representantes de Fox para lograr un consenso en torno a la imposición del IVA a medicinas y alimentos. La resistencia de Cuauhtémoc Cárdenas y de las diversas fracciones de izquierda del partido impidieron que se concretara esta posibilidad. El rechazo contundente a ésta última propuesta cerró las puertas para que el asunto se retomare nuevamente. Frente a los rechazos señalados la contradicción se presentó de manera más sutil, casi encubierta con la formulación de que en el 6° Congreso se autorizaran alianzas de largo plazo de carácter estratégico con fuerzas ajenas y/o encontradas con la política del PRD. En realidad esta formulación representaba la puerta de entrada al encuentro en el mediano plazo, con Fox.

Con respecto a la organización partidaria, la corriente de los " amachuchos", proponía un modelo autoritario, vertical y elitista como única alternativa para un partido, caracterizado por una débil institucionalidad y un ejercicio deficiente de la democracia. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, la propuesta de organización interna fue también respaldada por la fracción representada por Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles. De manera previa al 6° Congreso, diversos medios de comunicación adelantaban que el ala derecha del partido contaría con una cómoda mayoría. Los "chuchos" entre el 38 y 45% de los delegados, mientras que el grupo de Amalia el 25%. Según voceros de este grupo, la fracción, en suma, aglutinaría casi el 75% de los votos y dejaba fuera a las fuerzas coincidentes con Rosario Robles y Cuauhtémoc Cárdenas (con el 20 % de los delegados) y la izquierda del PRD con una representación aparente de sólo el 10%. Con esta correlación de fuerzas, parecía previsible el triunfo de las propuestas encaminadas a:

  • Propiciar la negociación y acentuar la relación con el gobierno de Vicente Fox;
  • construcción de un partido de carácter vertical;
  • pleno dominio del grupo hegemónico, (amachuchos)
  • el declive definitivo de la figura de Cuauhtémoc Cárdenas
  • extinción de las fuerzas de izquierda al interior del PRD.
II. DESARROLLO DEL CONGRESO

Como era de esperarse, una vez instalado el Congreso, la primera votación que puso en tensión a los asistentes surgió en torno a la propuesta de línea política. Se planteó un debate en el cual se confrontaban dos formulaciones: a) Por un lado, que el PRD aceptara acuerdos estratégicos de largo plazo con otras fuerzas políticas incluido el gobierno. b) Y la otra, buscar acuerdos puntuales, con fuerzas diferentes al PRD tomando siempre como base el programa de este partido. Por menos de 20 votos, quedó rechazada la primera formulación. Los resultados de la votación cerraron la puerta a la conducción, que desde la dirección, proponía el grupo "amachucho". Sin embargo, reconocemos que la mínima diferencia sugiere que lejos de ser un tema superado, vuelva a una fase de continuos ajustes que mantendrán latente este punto de confrontación. A más de esto, se debe interpretar que el ala derecha del partido no era mayoría. Cuauhtémoc Cárdenas no estaba retirado y la izquierda del PRD aprovechaba las condiciones del Congreso para su fortalecimiento y "rearticulación". ¿Y los Estatutos? ¡Nueva sorpresa! De manera previa, la propuesta estatutaria impulsada por los "amachuchos" parecía segura y contundente de aprobación, toda vez que era secundada por el grupo Cárdenas y Robles. No obstante esa hipótesis, una vez planteado el punto y desarrollado el debate correspondiente respecto a la aprobación del estatuto en lo general, fue notoria la resistencia de los núcleos "rearticulados" de la izquierda del PRD encabezados por la REDIR (fracción de izquierda encabezada por José Antonio Rueda y Camilo Valenzuela), así como por los "cívicos" (con Mario Saucedo y Humberto Zazueta en su dirigencia).

La votación sobre los estatutos definió contundentemente la composición real de fuerzas al interior del partido. Por la opción favorable a la aprobación en lo general del proyecto de estatutos votaron 870 delegados. En contra votaron 435. El aparente triunfo del grupo representado por los "amachuchos" en conjunto con Cárdenas y Robles fue en realidad una derrota. En efecto, esta primera votación, en lo general logró disciplinar a varias delegaciones que traían mandato de sus asambleas estatales para votar en contra en lo particular de los aspectos más relevantes del proyecto de estatuto, entre ellos:

a) La formación de un Comité Político Nacional que concentraría el grueso de las decisiones que actualmente desempeña el Comité Ejecutivo Nacional y el Consejo Nacional. Adicionalmente, este Comité decidiría la formulación de listas cerradas de candidatos plurinominales.
b) La instauración del Secretario Nacional.
c) La reducción de las carteras sociales con excepción de las Secretarias de la Mujer y de los jóvenes. Carteras que los grupos, aparentemente mayoritarios, habían perdido desde las votaciones del Consejo Nacional.
d) La formación del Comité Ejecutivo Federativo e) La desaparición de la Comisión de Garantías y Vigilancia como instancia de impartición de justicia y relegarla a instancia revisora.
f) La desaparición de porcentajes de las prerrogativas nacionales hacia los estados. En este punto no solo perdieron, sino incluso se incremento el porcentaje presupuestal de los estados.
g) La disminución de funciones del Consejo Nacional.
Con lo anterior, era evidente que en las siguientes votaciones, a pesar de la confluencia de los liderazgos mas conocidos del PRD, la izquierda del partido encabezando el genuino descontento de la militancia perredista podría emerger como los ganadores de este congreso. A partir de este momento, uno a uno todos los aspectos fundamentales del nuevo estatuto fueron retirándose por los "amachuchos" y sólo se aceptaron las formulaciones que ya estaban en el estatuto vigente o que propusieron los proyectos o asambleas estatales del PRD.

III. LAS CONSECUENCIAS

Sin duda, las consecuencias inmediatas del 6° Congreso estarán presentes en las próximas semanas y en el comportamiento interno y externo del partido:

1. Se quebrantó la hipótesis de que los "amachuchos" representaban una fuerza en expansión y con grandes posibilidades de lograr la hegemonía en el PRD. Sin embargo, se ratifica que esta fuerza ha logrado un posicionamiento en el aparato perredista en las instancias burocráticas, administrativas y de representación, todas ellas ventajas que pueden ser utilizadas frente a sus opositores.

2. Cuauhtémoc Cárdenas tiene aceptación en los sectores medios y de base del PRD. Es importante subrayar que esta fuerza pretende lograr un fuerte reposicionamiento en el partido mediante la figura de Rosario Robles. Sin embargo, se ratifica que esta corriente carece de militancia suficiente en la dirección y en las bases perredistas. Justamente, ésta corriente votó a favor de la propuesta vertical y elitista en la organización partidaria, lo que le costo el alejamiento de la izquierda del PRD al final del Congreso.

3. A pesar de su atomización, la izquierda del PRD en el Congreso logró reactivar un proceso de encuentro y consolidación como una expresión fortalecida, que de superar sus diferencias, podrá, en el futuro inmediato, edificar un fuerte reposicionamiento al interior del partido.

4. Las diferencias relativas a la organización del partido entre la izquierda y el grupo cardenista significaron un punto de ruptura. En el nuevo escenario del partido es evidente que el ala de izquierda del PRD no es débil y puede potenciarse mucho más rápido que otras expresiones. Incluso con la confluencia de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles puede alcanzar la conducción del PRD. Sin embargo, se puede adelantar que la izquierda rechazará una confluencia que presente como eje articulador a la figura de Rosario Robles. Con esta predisposición, se avizora que en la próxima contienda electoral interna del PRD (marzo 2002) se presenten tres núcleos en competencia: el grupo de Jesús Ortega y Amalia García; el de Rosario Robles y el de la izquierda del PRD.

5. De acuerdo a los resultados del Congreso, se puede adelantar que la relación frente al gobierno foxista seguirá siendo un terreno de conflictos entre las corrientes progresistas contra las conservadoras del partido. Dichas divergencias serán vigentes hasta concluir el proceso de elección interna.

6. Existe el consenso implícito para que en la próxima contienda interna del partido, además de votar por personas, se consideren proyectos políticos de conducción del partido.

7. La relación con el EZLN quedará definida hasta el nuevo proceso interno de elección. Hoy, mientras el sector de izquierda y el Cardenista son proclives a dar todo el apoyo a la Ley Cocopa, el sector "amachuchos" buscará propiciar niveles de entendimiento con el foxismo.

8. Respecto a la relación con el PRI, parece claro la contradicción en la que se moverá la iniciativa perredista. El núcleo "amachucho" buscará la confluencia con los sectores priístas proclives a construir una alianza global pluripartidista en torno al presidente "la alianza para el gobierno", mientras que el perredismo de izquierda y social buscará confluir con sectores del mismo PRI en la perspectiva de la crítica, la resistencia y la oposición frente al proyecto neoliberal foxista.

R E D I R RED DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
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