Caucus Negro denunció ilegitimidad del nuevo gobierno norteamericano
Tlahui-Politic 11 I/2001. Información enviada a Mario Rojas, Director de Tlahui. USA, a 9 de Enero, 2001. Usa - En un hecho sin precedentes, el Caucus Negro
denunció la ilegitimidad del nuevo gobierno
norteamericano en el acto de proclamación.
Equipo Nizkor, miembro del Serpaj Europa, Derechos Human Rights (USA) y del GILC (Global Internet Liberty Campaign). Información,
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DIPUTADOS NEGROS DENUNCIAN LA ILEGITIMIDAD DE BUSH DURANTE LA PROCLAMACIÓN
OFICIAL DE SU VICTORIA
Cuestionaron el resultado del colegio electoral de Florida - Al Gore, que
presidió la ceremonia en el Capitolio, se esforzó por mantener su neutralidad en
medio de las protestas de sus compañeros de partido Diputados negros denuncian
la ilegitimidad de Bush durante la proclamación oficial de su
victoria.
NUEVA YORK.- Las heridas del recuento electoral de Florida se reabrieron ayer en
el Capitolio de Washington. Lo que debía ser una sesión de trámite para
certificar la victoria de George W. Bush como nuevo líder de Estados Unidos se
transformó en una sonada protesta de una decena de diputados negros, que
cuestionaron los votos del colegio electoral de Florida y hasta la legitimidad
del nuevo presidente electo.
La ceremonia, hasta ayer un trámite peregrino en el proceso electoral americano,
estaba llamada, no obstante, a generar cierta tensión y muchas caras de
circunstancias, ya que el propio vicepresidente Al Gore tenía que presidir la
sesión.
El rival presidencial de Bush, en calidad de presidente del Senado, dio paso a
la lectura de los 539 votos provenientes de los 50 colegios electorales de otros
tantos Estados. Nada podía cambiar ya el resultado conocido desde el pasado 18
de diciembre. Con los cruciales 25 sufragios de Florida en la mano, George W.
Bush iba a ser inexorablemente proclamado vencedor por 271 votos. Gore debía
certificar su propia derrota con 266.
Pero cuando el diputado encargado de leer los votos de Florida anunció la
victoria de Bush en ese lugar, se desencadenó una avalancha de objeciones por
parte de diputados provenientes de ese Estado. La protesta estaba prevista desde
un primer momento, sin embargo, se fue elevando de tono conforme otros diputados
negros provenientes de otros distritos se fueron sumando a ella.
PRESUNTAS IRREGULARIDADES
"Unos 16.000 votos negros del condado de Duval no han sido contados. Objeto este
recuento", manifestó en una primera comparecencia una diputada del Estado donde
se desarrolló el complicado y cuestionado recuento. En ese condado, según
denuncias de las organizaciones de derechos civiles, miles de negros no
figuraban inscritos como votantes el día de las presidenciales. En algunos
casos, aseguran, la policía utilizó la coacción con detenciones arbitrarias para
impedir el acceso de los negros a los colegios electorales.
Gore tuvo que recurrir a sus grandes dotes de autocontrol para mantener el tipo
y la neutralidad ante el despliegue de apoyo de sus simpatizantes negros. Las
mociones presentadas por todos los diputados carecían de la firma necesaria de
un senador para frenar el fatídico recuento y fueron rechazadas por Gore. "¿No
hay un senador demócrata que se sume a nuestra petición?", imploró a la
desesperada Jesse Jackson, diputado de Illinois. El silencio de la bancada
senatorial demócrata obligó a Jackson a sentenciar: "Este es un día triste para
América".
Los senadores, que son elegidos por distritos más heterogéneos que los diputados
y por tanto están obligados a no salirse demasiado del plato, no podían
permitirse apoyar una moción de escaso éxito que sólo contribuiría a poner en
peligro su futuro político. Los amigos de Gore en el Senado miraron para otro
lado ante las peticiones de los diputados negros.
"No me importa si carezco de la rúbrica de un senador. Es una cuestión de
Justicia", le respondió la combativa diputada Maxine Water, de California, a un
Gore que tuvo que recurrir a sus pobres resortes de humor para campear el
temporal de protestas. "¡Hey, ya sabéis: el procedimiento!", le replicó el
vicepresidente con sorna.
El caucus negro (la organización de los negros demócratas) atacaba de esta forma
la sensación de normalidad generada tras el inicio de la transición. Pese a los
nombramientos de dos negros en puestos destacados del futuro gabinete Bush
(Condoleeza Rice y el general Colin Powell), la organización afroamericana
exigió un mayor acercamiento del gobernador texano a la comunidad negra. "Es
inútil hablar de una reforma fiscal hasta que no se dedique dinero a la reforma
del sistema electoral", le recordó la diputada Berenice Johnson al futuro
mandatario.
Gore acertó finalmente a dar por válidos los resultados de Florida que han
enterrado su carrera política y los diputados negros abandonaron airados la
Cámara de Representantes.
Además del acto de simpatía y protesta del caucus negro, Al Gore fue arropado en
varias ocasiones por el aplauso desde la galería de visitantes cuando fueron
leídos los votos favorables a su candidatura.
Finalmente, con una hora de retraso, sin aire de solemnidad alguno y con una
extraña premura, Albert Gore promulgó oficialmente la victoria de su rival
político.
[Fuente: Julio A. Parrado, Corresponsal del diario El Mundo, Madrid, España,
7ene01]
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