Tlahui-Politic. No. 7, I/1999
Informe de síntesis sobre la situación en el conflicto de Chiapas.
Información enviada al Director de Tlahui. México a 26 de Enero, 1999.
Mex - 1/3 Actualización información sobre Chiapas: Síntesis y propuestas.
A finales de noviembre, en medio de continuas tensiones y
violencia, 3 mil representantes de la sociedad civil mexicana se
reunieron en Chiapas para discutir formas de reactivar el estancado
proceso de paz. Se trató del primer encuentro entre el EZLN
(Ejército Zapatista de Liberación Nacional) y la sociedad civil
mexicana desde hacía más de dos años. El principal resultado de
esta reunión fue el acuerdo para la organización de la consulta
nacional a la que el EZLN había convocado, quedando programada
para el 21 de marzo de 1999. El objetivo de dicha
consulta es preguntar a los mexicanos sobre el reconocimiento de
los derechos de los pueblos indios y más específicamente sobre su
apoyo o no a la propuesta de ley de la COCOPA (Comisión de
Concordia y Pacificación integrada por representantes del
Congreso) elaborada para implementar los Acuerdos de San
Andrés. Dichos acuerdos fueron firmados por el gobierno
mexicano y el EZLN en febrero de 1996. Posteriormente, el EZLN
había aceptado la propuesta de la COCOPA pero el gobierno la
rechazó. El EZLN desde entonces ha estado insistiendo en que el
cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés es una condición
necesaria para reiniciar los diálogos con el gobierno.
Durante el encuentro con la sociedad civil, algunos líderes del
EZLN se reunieron dos veces con la COCOPA, comisión que está
en cargada de coadyuvar en el diálogo entre el EZLN y la
administración Zedillo. Las reuniones fueron útiles para restablecer
el contacto directo entre el EZLN y la COCOPA después de casi
dos años, pero no lograron avanzar hacia la reanudación de las
negociaciones.
Cuatro semanas después, el 22 de diciembre, siete mil personas se
reunieron en Acteal para celebrar el primer aniversario de la
masacre de 21 mujeres, 15 niños y 9 hombres por un grupo
paramilitar. Al mismo tiempo, la Procuraduría General de la
República (PGR) publicó su 'Libro Blanco sobre Acteal'. En éste,
se culpa a las autoridades locales por no haber enfrentado
adecuadamente lo que se sugiere fue una disputa local. También se
menciona al EZLN como una causa indirecta de la masacre, pero
no se le da mucha atención a otra causa claramente mucho más
directa: la existencia de grupos paramilitares como él que ocasionó
la masacre en Acteal. El informe sugiere que otro factor fue "la
falta de presencia de las instituciones de procuración de justicia"
menoscabando el hecho de que la policía estuvo presente en
Acteal mientras tenía lugar la masacre. El informe también
documenta el proceso en curso en contra de unas 100 personas
vinculadas al caso. No obstante, en una aparente contradicción con
el significado que acarrearía tener tales procesamientos, varios
grupos paramilitares siguen actuando con toda impunidad en varias
partes de Chiapas.
Relacionado con esto, el gobernador de Chiapas, Roberto Albores
Guillén, entregó al Congreso del Estado una propuesta de ley de
Amnistía. La intención declarada es de desarmar los 'grupos civiles'
y se aclara que la amnistía se limitará a los cargos por posesión,
portación y acopio de armas de fuego. Sin embargo, dicha
propuesta ha sido criticada por algunos líderes empresariales y por
Paz y Justicia una organización identificada como grupo paramilitar:
según ellos, la propuesta debería incluir al EZLN (que se encuentra
protegido por la Ley del Diálogo). Paralelamente, los partidos de
oposición y los grupos de derechos humanos sugieren que esta
propuesta podría más bien reforzar la impunidad y el anonimato de
los grupos paramilitares.
Mientras estos grupos siguen operando en muchas zonas de
Chiapas, la Seguridad Pública y el Ejército federal siguen
penetrando en las comunidades que son bases de apoyo zapatistas;
a consecuencias de eso, muchas comunidades se encuentran
divididas y entre 15 y 20 mil personas permanecen desplazadas. A
cinco años del levantamiento zapatista, los niveles de pobreza
todavía son muy altos, los índices de violencia y de conflictividad
social son altísimos y no se ven muchas perspectivas de avances a
corto plazo en cuanto al estancado proceso de paz. Al mismo
tiempo, el gobierno mexicano ha desatado una nueva campaña de
hostigamiento a los extranjeros que viajan a Chiapas. En enero, el
Instituto Nacional de Migración impuso la sanción de no regresar al
país por dos años a dos personas que visitaban Chiapas con la
organización norteamericana Global Exchange, quien ante eso
declaró: "Nuestras actividades educativas no habían recibido
reacciones tan fuertes y agresivas en ningún otro país del mundo."
A nivel nacional, el gobierno mexicano está enfrentando una serie
de problemas difíciles: una economía deteriorada, sus ingresos
reducidos por la caída en los precios del petróleo, importantes
disminuciones en el presupuesto otorgado a los programas sociales, la controversia alrededor de los escándalos del sistema
bancario mexicano, el narcotráfico, y los grupos armados, tanto
paramilitares como insurgentes. Con las elecciones presidenciales
perfilándose en el horizonte del 2000, otro elemento de presión
aparece, lo cual obstaculiza más bien que facilita los esfuerzos para
que se resuelva los problemas sociales. En este contexto, Chiapas
sólo es un punto en una lista de apremiantes desafíos.
En diciembre, en una acción sin precedentes, 50 oficiales militares
disidentes marcharon en la Ciudad de México para protestar en
contra del sistema de justicia militar. También criticaron, por ser
inconstitucional, la expansión del papel del Ejército, por ejemplo
en actividades como las que corresponden al trabajo de la policía.
No es muy claro cuál es el grado de respaldo que podrían tener
dentro de las Fuerzas Armadas. No obstante, el hecho de hacer
públicas disensiones internas rompe con la tradición militar
mexicana e inevitablemente plantea preguntas sobre el futuro papel
de los militares en México.
Varios grupos internacionales de derechos humanos, incluyendo a
Amnesty International, Human Rights Watch y la Comisión Inter-
americana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), han publicado informes que integran fuertes
críticas a la política del gobierno mexicano en cuanto a derechos
humanos. Sin embargo es importante mencionar la resolución del
Senado Mexicano que reconoció la competencia de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en casos de
violaciones a los derechos individuales.
La consulta nacional programada para marzo es un intento para
movilizar a la sociedad civil y presionar al gobierno para romper la
actual situación de 'impasse'. Mientras tanto la posibilidad de
constituir un órgano de mediación nacional para el proceso en
Chiapas se está explorando en algunos círculos de la sociedad civil
mexicana.
From: SIPAZ Oficina Internacional sipaz@igc.org
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