México, a 16 de febrero de 1998. Al fin del milenio, México enfrentará cambios de gran trascendencia, la agenda electoral para el año 2000 señala las elecciones federales para el cambio del Poder Ejecutivo, la totalidad de la Cámara de Diputados, una parte importante de la Cámara de Senadores, así como otras elecciones de importancia en varios Estados de la República. Ante tal coyuntura, los principales partidos preparan ya desde ahora su estrategia electoral, sus programas y ofertas políticas.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido del Estado, reciente ya un desgaste político considerable después de siete décadas continuas de estar en el poder absoluto o casi absoluto, sin duda que se verá en serias dificultades para preservarlo. El Partido Acción Nacional, el heredero del conservadurismo histórico mexicano, después de haber obtenido notables avances durante el salinismo (gobierna en 6 Estado, dos de ellos de gran importancia económica: Jalisco y Nuevo León), sufre también de cierta decepción de sus electores, que no ven cumplidas sus promesas electorales, y que, además lo han descubierto cómplice de la corrupción, compartiendo junto con el PRI, la vergüenza en numerosos escándalos de narcotráfico, fraudes y traiciones a la ciudadanía.

El Partido de la Revolución Democrática, con notables avances en las últimas elecciones (es la segunda fuerza en la Cámara de Diputados y gobierna la ciudad más poblada el planeta, México Distrito Federal), enfrenta hoy, por un lado, una nueva ofensiva del Estado en su contra (casi tan virulenta coma la del anterior régimen de Salinas), por el otro, el PRD no termina de definir su propio perfil político, ni de establecer, en lo interno, una verdadera vida democrática institucional.

En un trasnochado estilo, tal vez inspirado en los viejos métodos de trabajo de los partidos del este europeo, el PRD ha ido formando rápidamente una clase política dirigente, una especie de "nomenklatura" a la mexicana que se opone radicalmente a la democracia, a la alternancia del poder interno y al desarrollo de nuevos dirigentes. Por otra parte, hay una insurgencia de la base partidaria que se opone a continuar siendo utilizada únicamente para pegar carteles, vocear y volantear durante las campañas electorales, una base que se propone el rescate de la soberanía de los miembros y simpatizantes del partido, una base exigente, participativa y actuante, una militancia que se ha transformado en defensora rabiosa de los principios que dieron vida al partido, tanto en en la insurgencia electoral de 1988 que le dio origen, como en el ideario de su fundación en 1989.

En este ambiente, entre el 18 y 22 de marzo, el PRD realizará su IV Congreso Nacional, en Oaxtepec, Morelos. El temario de discusión, será: la situación del país a fin del milenio y la política del partido para el siglo XXI; reformas a los documentos básicos; la elección de trece consejeros nacionales y de la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia.

Los proyectos de la nomenklatura y de la base se enfrentarán radicalmente, es evidente que la primera ha tomado ya buenas ventajas y orquestado una eficiente estrategia nacional para mantenerse en el poder, su principio de hechos es que "el poder dimana del poder mismo" y este del aparato dirigente del partido. De esta forma, la nomenklatura tiene ya asegurados 450 delegados, que no serán electos por los afiliados, sino por la nomenklatura misma. En efecto, todos los actuales consejeros nacionales podrán asistir automáticamente al congreso como delegados con voz y voto; otros 320 delegados serán designados en pequeñas asambleas de dirigentes en los 32 Estados de la República. Únicamente 900 delegados serán electos por el voto directo de los afiliados al partido, por supuesto que la nomenklatura dispone de candidatos incondicionales para disputarle las 900 posiciones a las bases autónomas.

Las corrientes de base se enfrentarán en desventaja a la nomenklatura, sin embargo, y a pesar de su dispersión y falta de coordinación nacional, los diferentes grupos y corrientes de base, disputan hoy fuertemente las elecciones de delegados en todo el país, a la fecha es verdaderamente una incógnita predecir cual será finalmente el resultado de la disputa electoral de esos 900 delegados, de los que la base tendría que ganar cuando menos 800 si quiere tener una mayoría suficiente para dirigir los resultados del Congreso (en números redondos el IV Congreso se integrará con 1400 delegados efectivos, de los que la nomenklatura tiene ya asegurados unos 450, entre consejeros nacionales y dirigentes designados en los aparatos estatales del partido).

En las últimas elecciones federales de 1997, el PRD ganó tres de los cuatros distritos del Estado de Morelos, la mayoría fue aplastante, en términos porcentuales, el PRD casi repitió el triunfo arrollador alcanzado en 1988 por el Frente Democrático Nacional. Los días 11 y 12 de octubre de 1997, después de las elecciones federales, el PRD de Morelos realizó su Segundo Congreso Estatal. La nomenklatura local intentó controlar y manejar a sus intereses los resultados del Congreso, sin embargo, se enfrento a una férrea resistencia de una abigarrada convergencia de corrientes y movimientos de base que le disputó de uno a uno la elección de la presidencia del Congreso, y finalmente la base logró que la plenaria adoptara el 90% de sus propuestas. La convergencia de las corrientes: Conciencia y Cultura Democrática Cuauhtleco, la Coalición Democrática Morelense, la Corriente por el Cambio Democrático, las Bases Unidas del Sur, y los grupos Democráticos del Oriente, le infligieron una derrota político-ideológica total a la nomenklatura morelense. En Morelos se impuso el poder de la base.

México, a 10 de noviembre de 1997. La socialización de la información partidaria ha tenido enormes deficiencias, las convocatorias, los documentos básicos, los acuerdos y resoluciones del PRD no se han difundido de manera amplia y general, por diversas razones, justificables o no, los afiliados del PRD en Morelos han tenido grandes dificultades para acceder a la información veraz y oportuna de los asuntos que les compete. La inconformidad se manifestó claramente en la siguiente resolución de la plenaria del II Congreso:

El II Congreso Estatal del Partido de la Revolución Democrática en Morelos, presenta su más enérgica protesta por la violación del Artículo 2, fracción III de los Estatutos, y de la parte III de la Convocatoria al II Congreso, por parte del Comité Ejecutivo Estatal (CEE), ya que no se permitió el acceso oportuno de la información clara y veraz a la documentación de discusión sobre las relaciones internas y propuestas de reformas a los documentos básicos, además de que el documento de la Mesa 2, fue entregado hasta el primer día del Congreso, y el CEE, tampoco entregó un resumen de las propuestas discutidas en las Asambleas Municipales, por lo tanto:

Se presentan a la plenaria, sólo los documentos aprobados, los documentos que la Mesa 2 no alcanzó a discutir, se integrarán en la relatoría para que sean publicados íntegramente por el CEE. Se exhorta al CEE para que se publique junto al presente material, el resumen de los trabajos recogidos en las Asambleas Municipales.

En vista de que hasta la fecha las resoluciones y acuerdos no han sido publicados por el CEE, y de que el Artículo 17, fracción I, de los Estatutos, obliga a las corrientes a aplicar y defender las resoluciones del Partido, una vez que éstas sean aprobadas por los órganos de dirección, en este caso por el II Congreso del PRD-Morelos, por todo esto y con el objeto de cubrir esa deficiencia informativa, las corrientes: Conciencia y Cultura Democrática Cuauhtleco, la Coalición Democrática Morelense, la Corriente por el Cambio Democrático, las Bases Unidas del Sur, y los grupos Democráticos del Oriente, hemos impulsado la edición, impresión, y difusión, de algunas de las resoluciones y documentos de la Mesa 2 del II Congreso del PRD en Morelos, esperamos con esto, que los delegados morelenses que sean electos para asistir al próximo Congreso Nacional, acudan con una mejor preparación para defender dignamente los planteamientos y esperanzas de la base militante del partido en el Estado. En el mismo sentido, con respeto a la soberanía de los militantes de otros Estados de la República, se publican en la Internet, esperando que los planteamientos y resoluciones adoptados en Morelos, puedan ser de utilidad para otros movimientos y corrientes de base en todos el país e incluso para los compañeros perredistas radicados en el exterior del país.

1. Que el PRD Morelos después del 16 de marzo de 1997, constituye una fuerza electoral histórica, competitiva en franco ascenso electoral, refrendado en las elecciones federales del 6 de julio de 1997.

2. Que por su incipiente vida institucional y organizativa no ha logrado acceder plenamente a tareas que le permitan consolidar sus logros electorales, y normativos entre sus comités municipales y como consecuencia con sus células de base.

3. Que a raíz de las disputas internas por la dirección estatal, se abrieron espacios a grupos y proyectos retardatarios, ajenos al proyecto nacional cuya finalidad es democratizar la vida pública del estado, así mismo se han fortalecido algunos que ya estaban entre sus militantes.

4. El PRD es rehén de grupos de presión que utilizan las viejas prácticas políticas como el corporativismo, patrimonialismo, el clientelismo y el fraude electoral interno para conseguir posiciones, ya sea de representación popular o dentro de los órganos de dirección del partido en sus diversas instancias, así como el uso de su fuerza corporativa para conseguir posiciones y prebendas dentro de las administraciones públicas de los municipios gobernados por el PRD.

5. Existe un claro descuido y desinterés por acceder al sistema de formación política de los cuadros militantes del PRD.

6. No existe congruencia entre la práctica de los miembros del partido con el proyecto de nación que propone el PRD, como es el de transitar de un estado autoritario a una vida democrática, capaz de respetar el mandato popular, la igualdad de derechos y obligaciones, y el pleno uso de las garantías individuales y sociales; algunas veces por desconocimiento de nuestros principios, otras por negligencia o por intereses personales.

7. Que la Comisión de Garantías y Vigilancia se guíe con un exacto cumplimiento de nuestros documentos básicos: Estatutos, Reglamentos, Declaración de Principios y Programa de la Revolución Democrática, sancionando a quien los violente.

8. Por que existe desigualdad de oportunidades por causas como: la edad, el género, la condición socioeconómica y política.

1. Abrir espacios de participación a la juventud, apoyando su organización plural y democrática, que inicio Convergencia Juvenil; creando la instancia en los niveles estatal, municipal y de base, incorporando a jóvenes menores de 30 años a las listas de consejeros, comités ejecutivos y comisiones para fomentar la actividad y la formación política en vistas al relevo generacional.

2. Priorizar la atención y formación política a los órganos de dirección estatal, municipal y de base, así como destinar un presupuesto mínimo del 8% de los ingresos que ingresen al Comité Ejecutivo Estatal, como se resolvió en el III Congreso Nacional. Impulsar la creación del Instituto Estatal de Formación Política que de manera institucional, coordine y fomente este trabajo en toda la entidad.

3. Resolver una política institucional contra la impunidad existente respecto al fraude electoral interno, para hacer efectivo el "voto libre", así como otras prácticas contrarias al ideal democrático cuyos postulados son: la Libertad, Igualdad, respeto a la Soberanía popular, pluralidad y participación en los asuntos de interés público.

Nota: El siguiente numeral fue eliminado parcialmente (excepto el inciso "d") por mayoría absoluta, pero alcanzando el 20 % de la votación, lo que le da derecho a ser publicarlo.

Nota: A partir del inciso "d" del numeral 4, el resto del texto fue aprobado por la mesa 2 y la Plenaria del II Congreso del PRD-Morelos.

d) Que los grupos y las fracciones al interior del PRD, realicen planteamientos que sirvan para la reflexión, el debate y la propuesta política convirtiéndose en corrientes cuyas posición política vitalice la vida democrática al interior del partido y no sirvan como grupos de presión para alcanzar candidaturas o puestos de dirección en cualquiera de los niveles de la estructura partidaria.

5. Impulsar un proyecto de reforma estatutaria que recoja las iniciativas de la militancia y proponerlas ante el IV Congreso Nacional.

6. Fortalecer los comités de base para preparar la organización electoral, social y política cara a los procesos electorales de fin de siglo.

Para el PRD, es de vital prioridad convertirse en traductor de las demandas sociales y políticas de los morelenses; estamos ante la perspectiva de llegar al 2000 con un partido consolidado que materialice el esfuerzo de miles de perredistas que con su trabajo, mística y preparación cotidiana lleven al PRD a ser el actor principal de la escena política de la entidad.

Este II Congreso Estatal debe representar la fundación del partido, así como fue en su momento el III Congreso Nacional, que marque el actuar de sus militantes, representantes populares y órganos directivos a una auténtica transición a la democracia. Que el autoritarismo, la represión y la violencia queden en el pasado y postular en el presente un estado de derecho democrático y un futuro lleno de oportunidades sociales, individuales y generacionales para todos y todas.

Es hora de enterrar los intereses individuales de poder por poder, del eterno beneficio mezquino de unos cuantos a costa del bien general. Se puede lograr, si todos tenemos consciencia de la situación política y social que atraviesa nuestro país y nuestro estado, que afuera tenemos un régimen político que se niega a morir.

Es hora de cerrar filas entorno al único proyecto político nacionalista, democrático y emancipador de la consciencia social que hoy gobierna a miles de mexicanas y mexicanos: El Partido de la Revolución Democrática.

Uno de los grandes vacíos de la Declaración de Principios y Programa de la Revolución Democrática es la carencia de una definición ideológica, indefinición que con frecuencia conduce al desarrollo de una acción política pragmática y desnuda de principios. Es cierto, un pragmatismo que justifica los fines por sobre los medios, ha invadido la actividad política en la mayoría de los partidos a nivel mundial, su popularidad estriba en su eficacia como mecanismo de búsqueda y control del poder. Por otro lado también es cierto que la falta de principios hace que las masas y dirigentes pierdan el rumbo, es decir, que los partidos finalmente conduzcan a los pueblos hacia rumbos diferentes que los ofrecidos en sus principios y programas.

Para evitar ese fraude ideológico, de ofrecer una cosa y conducirnos a otra, el Partido requiere de una definición ideológica e incluso de un código deontólogico de dirigentes y militantes. Nadie dudaría en afirmar que la toma de una definición político-ideológica es difícil, y que implicaría ciertos costos negativos, digamos en el plano "electorero", sin embargo, conociendo la enorme riqueza de corrientes ideológicas en la historia de México, los perredistas de Morelos no tenemos la menor duda que una definición político-ideológica clara e inteligente, aportaría enormes beneficios en el quehacer político de nuestro partido.

La definición no es una cuestión de ubicarse mecánicamente en la geometría política, es más bien sumergirse para recoger, decantar, sintetizar y poner al día las mejores aspiraciones históricas del pueblo mexicano. Ninguna de las definiciones conocidas en la jerga política convencional tienen la talla del pueblo mexicano, es necesaria una a la medida de nuestra historia. A la definición que resulta de la concreción y síntesis de las mejores corrientes ideológicas, digamos progresistas, de la historia de México, se reconocería como la Mexicanidad Social Democrática.

Para mejor comprender la definición que se propone, se explica de manera desglosada y resumida cada una de sus vertientes:

1. La vertiente de La Mexicanidad

Quedan incluidos en el término, la herencia cultural, ideológica y política de las primeras naciones que nos dieron origen, todas ellas anteriores a la conquista española. Ciertamente que la cultura mexica es solamente una de tantas que existieron en el actual territorio mexicano, sin embargo, en el término mexicanidad incluimos a todos y cada uno de los pueblos indígenas.

En la mexicanidad se incluye también todo lo relacionado al proceso de desarrollo de la identidad política y cultural nacional, durante la colonia, la guerra de independencia, el México independiente, la Reforma, la Revolución Mexicana, y las nuevas corrientes que se identifican con el México actual.

De manera resumida y puntual, en la Mexicanidad se incluyen:

• El nacionalismo mexicano y su identidad político-cultural
• La tradición del colectivismo agrícola, el ejido y las comunidades agrarias
• La relación del hombre como hijo de la Madre Tierra
• La democracia como producto del consenso social
• La concertación en consejos de representantes
• La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano
• Los Sentimientos de la Nación de Don José María Morelos y P.
• Los conceptos de nación, soberanía y democracia como influencia europea
• El igualitarismo ciudadano y la república
• El sufragio como fuente de toda legitimidad
• La división de poderes en legislativo, ejecutivo y judicial
• Las tres instancias para el ejercicio de la soberanía: federal, estatal y municipal
• El Estado Laico establecido por el Partido Liberal de Don Benito Juárez
• La separación de poderes entre la Iglesia y el Estado

2. La vertiente Social Democrática incluye:

• El socialismo utópico mexicano
• Los movimientos mutualistas
• El anarcosindicalismo del Partido Liberal de Flores Magón
• El agrarismo mexicano y el zapatismo
• El constitucionalismo, la economía mixta, la prohibición del monopolio
• El materialismo histórico, el socialismo, el internacionalismo proletario y el antiimperialismo
• El nacionalismo revolucionario, el cardenismo, y el estado benefactor
• Liberación nacional, anticolonialismo, socialismo científico y socialdemocracia
• La Revolución Democrática

De manera general la Declaración de Principios del PRD recoge la mayor parte de las aspiraciones puntualizadas hasta aquí, otras tendrán que incluirse de manera clara y concisa, muchas más tendrán que precisarse, entre otros por ejemplo, dentro de su táctica y estrategia, el partido tendrá que luchar para imponer un límite a la opulencia, así como definir, sí no toda una teoría de lucha de clases, sí cuando menos una opción preferencial por las clases oprimidas, por los sectores sociales que sufren la mayor marginación económica, de manera secundaria, el Partido tendrá que defender con inteligencia y honestidad los derechos políticos y económicos de todas las clases sociales. Por el momento, y para iniciar el debate en torno a la definición política, se propone la siguiente:

Texto actual:

Adición que se propone:

Para retomar los principios de la Revolución Democrática, el PRD tendrá que realizar una especie de reforma electoral interna, una reforma con cambios diversos de aquellos Artículos estatutarios que contradicen el espíritu democrático.

El II Congreso del PRD en Morelos propone el establecimiento de un solo sistema igualitario para la elección, tanto de los órganos de dirección del partido como de los candidatos a puestos de elección, a través del voto secreto, directo y universal, por tal motivo se presentan las siguientes propuestas de reforma a los Estatutos.

Texto actual:

Propuesta de adición:

Texto actual:

Propuesta de reforma:

Nota: más del 20% de los delegados de la mesa 2 del II Congreso votaron para que el Artículo 96 fuera reformado, con el objeto de retirar el poder de los consejos Nacional, Estatal y Municipal para nombrar candidatos externos. La propuesta original para la reforma y adición del Artículo 96 era la siguiente:

Hasta aquí la reforma que fue únicamente apoyada por más del 20% de los delegados. Las siguientes propuestas del texto original, fueron aprobadas en la Mesa 2 y en la Plenaria del Congreso.

Texto actual:

Propuesta de reforma:

Texto actual:

Propuesta de adición

Regresar al índice/Revenir à l'index /Return to index/ Tlahui-Politic No. 4

Respetando la situación legislativa actual, los candidatos plurinominales en todos los niveles -diputados federales, senadores, diputados locales y regidores en su caso- serán electos siempre por el voto universal, libre y secreto de los afiliados y / o ciudadanos de la circunscripción territorial a que corresponda.

En el caso de los senadores plurinominales, la elección será definida por la votación exclusiva de los afiliados y / o ciudadanos del Estado correspondiente. El orden de las listas se establecerá considerando en los primeros puestos, a los candidatos que hayan obtenido las mejores cifras de votación absoluta, para alternar de manera equitativa los puestos entre los Estados, de tal manera que cuando menos un candidato de cada Estado ocupe uno de los primeros lugares de la lista plurinominal.

Se propone eliminar la lista de candidatos plurinominales antes de la votación. La existencia de un sistema constitucional de elección mixto, uninominal y plurinominal, es un gran acierto del sistema electoral mexicano, de esta forma se garantiza el respeto al derecho de las mayorías, al mismo tiempo que el de las minorías. De cualquier manera el sistema tiene ciertos ángulos criticables y perfectibles.

De acuerdo con el sistema electoral actual, los primeros puestos de las listas plurinominales, de hecho resultarán seguramente electos desde antes de la votación de los ciudadanos. Esa realidad contradice el principio fundamental de que el sufragio sea la fuente universal de toda legitimidad. Además, con frecuencia los primeros puestos plurinominales son ocupados por candidatos fuertemente repudiados por la ciudadanía, y sin embargo, por el peso ciego de la proporción, esos individuos resultarán electos.

La forma, normalmente antidemocrática, como los partidos designan los primeros puestos plurinominales, ponen cuando menos en tela de juicio la legitimidad de la mayoría de los funcionarios electos por ese sistema y cuando más descubre el objetivo encubierto del partido de Estado de utilizar las cuotas plurinominales como una forma de cohecho y control político de los dirigentes de las oposiciones.

La alternativa sería que las preferencias electorales por los candidatos y sus partidos determinaran de manera definitiva la lista de puestos plurinominales. En aquellos distritos uninominales donde la contienda electoral fue más competida y estadísticamente más cerrada, los votantes de los candidatos y partidos que perdieron por un ligero margen, verían con agrado que los candidatos perdedores que obtuvieron las más altas votaciones, pudieran ser electos por el sistema proporcional. De esta manera serían los mismo ciudadanos los que determinarían quienes merecen ocupar un puesto plurinominal, y no, como sucede ahora, que desde antes de la votación, sean las cúpulas partidarias las que asignen los puestos plurinominales más seguros.

Por todo esto, el II Congreso del PRD-Morelos propone que la fracción parlamentaria federal del PRD presente un proyecto de reforma electoral a fin de eliminar las listas plurinominales. De manera general, la reforma giraría en torno a los siguientes puntos:

1. Eliminar las listas de candidatos plurinominales antes de la votación.

2. Dejar las circunscripciones de elección proporcional tal como hoy se encuentran.

3. Una vez obtenidos los resultados electorales uninominales, los organismos electorales correspondientes elaborarían las listas plurinominales de cada partido, con los candidatos perdedores que hayan obtenido las más altas votaciones absolutas en los distritos uninominales de la circunscripción plurinominal.

4. La asignación de puestos plurinominales por partido se ajustaría a la proporción establecida por la norma de Ley.

5. Modificar la Ley Electoral, para que los partidos que hayan ganado más del 51% de los distritos uninominales de la circunscripción plurinominal, no tengan derecho a ninguna asignación plurinominal en la misma circunscripción.

6. Si ninguno de los partidos ganó más del 51% de los distritos uninominales de la circunscripción plurinominal, la asignación de plurinominales será de manera proporcional a los votos obtenidos por cada partido en la misma circunscripción.

Las propuestas de reforma tendrían que realizarse tanto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, en el caso de Morelos, eso implicaría también realizar las reformas correspondientes a la Constitución y al Código Electoral del Estado de Morelos. La reforma fundamental debería iniciar con la modificación de algunos de los Artículos de la Constitución Mexicana, a manera de ejemplo se expone el presente:

Textos actuales:

Anteproyecto de reforma:

Las tres instancias republicanas para el ejercicio de la soberanía. En estricto apego a la norma constitucional: el Municipio, el Estado, y la Federación, son las tres instancias de gobierno a través de las cuales el pueblo mexicano ejerce la soberanía. La Declaración de Principios y Programa del Partido de la Revolución Democrática reconoce la importancia de restituir los principios republicanos que dieron origen a la nación mexicana, en su texto asegura que en el régimen federal establecido por la Constitución, los derechos políticos y las libertades individuales están vinculados indisolublemente a la territorialidad y al principio de autogobierno; en la escala local, constituyen el fundamento del poder político. La soberanía es así resultante de una suma de autonomías irrenunciables y efectivamente ejercidas.

La evolución histórica -continúa el documento del PRD- del país ha sido contraria a esos principios; primero, porque la conformación de los poderes locales nunca pudieron liberarse de la supremacía ancestral de los cacicazgos y los caudillismos y por que una historia turbulenta identificó la autoridad con el control militar y clientelar de cada región del país. Luego por que la construcción del Estado nacional y la ejecución de los programas revolucionarios se hicieron con un grave sacrificio de las autonomías políticas. El centralismo presidencial liquidó, en aras de la estabilidad y aun de la ideología, las singularidades y las rebeldías de las dirigencias locales.

Este proceso de centralización política y económica que atenta contra la vitalidad misma de la nación, se acentuó en los últimos decenios. El desacato a los principios esenciales del federalismo ha llegado al extremo de la falsificación de los procesos electorales y de la sustitución arbitraria de los poderes estatales erigidos en muros de contención a la exigencia ciudadana en favor de la libre elección de sus gobernantes.

Bastaría el acatamiento estricto de la Constitución para que cada entidad federativa conformara gobiernos propios según el mandato de la soberanía popular. Distintos partidos políticos, nacionales y regionales, así como movimientos cívicos, accederían al ejercicio de los poderes locales y se establecerían de inmediato nuevas y creativas relaciones políticas en todo el país. Un variado mosaico representativo expresaría la diversidad de la república, pondría en movimiento las energías comunitarias y generaría los equilibrios democráticos que el país demanda.

Una genuina política federalista rebasa el ámbito de los poderes públicos y compromete a la totalidad de las instituciones y a la sociedad civil. Los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones gremiales y profesionales y las propias empresas productivas tendrían que promover también la autonomía local y regional de sus componentes.

El presidencialismo ha logrado permear la vida de las organizaciones políticas y sociales, en mayor o menor medida, el PRD no escapa a su influencia despótica. Como proyecto democrático de vanguardia, el perredismo deberá desarrollar una lucha sin cuartel a las práctica internas que reproducen formas despóticas emanadas de la subcultura centralista crecida a la sombra del partido de Estado.

En la primera línea de congruencia, la democracia que se clama para el país debe iniciar en los principios y prácticas internas del partido, es evidente que la vida y la estructura interna del partido deben ser plenamente compatibles con los principios republicanos de división de poderes, y de los tres niveles de ejercicio de la soberanía.

El PRD ha mantenido un conjunto de elementos del presidencialismo y del despotismo centralista en diferentes artículos de los Estatutos y Reglamentos vigentes. Con el objeto de armonizar y hacer compatibles los principios y programa de la revolución democrática, con los reglamentos y estatutos que rigen la vida del partido, el II Congreso del PRD-Morelos presenta un conjunto de propuestas de reforma de los documentos básicos del partido.

Planteamiento del problema. Es importante reconocer que de manera general las instancias dirigentes han respetado la soberanía jurisdiccional de los organismos partidarios. Si bien es cierto que el balance es democraticamente positivo -sobre todo si se compara con otros partidos-, de cualquier manera, obedeciendo a intereses facciosos, la falta de respeto de la soberanía de los organismos mal denominados "inferiores" ha ocurrido con cierta frecuencia. La dirección nacional ha realizado más de una imposición de candidatos y dirigentes estatales y municipales; las direcciones estatales a su vez lo han hecho en numerosos municipios; finalmente, las dirigencias municipales han impuestos candidatos y dirigentes impopulares en muchas de sus respectivas alcaldías, poblados y comunidades.

Es del todo recomendable que el Partido pueda delimitar los espacios adecuados para la práctica de la democracia directa y la representativa, al respecto, actualmente los Estatutos son confusos y hasta contradictorios, generando conflictos y disputas internas que bien podrían eliminarse de especificar con claridad los ámbitos de ambas formas de democracia. Las prácticas democráticas deben tener su espacio y tiempo para la deliberación, la reflexión, el debate y el análisis, relativamente delimitadas de los procesos electorales y electivos. Por lo tanto, proponemos que:

1. La Democracia Representativa sea por excelencia el método de trabajo para la Deliberación. Su espacio y tiempo se circunscribiría a los Congresos, Convenciones y asambleas de Consejos, en donde se presentarían y debatirían las propuestas, tesis, estudios, etc., sobre los Estatutos, Reglamentos, Plataformas Electorales, Declaración de Principios, Programa de la Revolución Democrática, y Plataformas Electorales, entre otros.

2. La Democracia Directa sea por excelencia el método de trabajo Electivo, tanto de las dirigencias, candidaturas, delegados, como de las consultas o referendums internos.

Para garantizar el respeto a la soberanía y evitar que los abusos o las injerencias de dirigentes o facciones puedan interferir o usurpar los derechos de los militantes, así como para garantizar la soberanía de los organismos del partido en su respectivo ámbito territorial, el II Congreso del PRD-Morelos aprueba la siguiente:

Texto actual:

Propuesta de reforma:

Los órganos de dirección del partido así como sus candidatos a cargos de elección popular, en todos los niveles, se elegirán únicamente mediante el sistema de voto universal, directo y secreto de los afiliados en el territorio correspondiente. En los casos excepcionales que se señalan en el presente estatuto, se elegirán por acuerdo de dos tercios de los integrantes presentes del órgano que convoque, mediante la elección en congreso o convención del Partido en el nivel correspondiente.

Entre otras, las excepciones a que se refiere la reforma son por ejemplo la establecida en el Artículo 97 fracción III, que dice actualmente: No se realizarán elecciones cuando exista candidato único registrado de conformidad con la convocatoria.

Como resultado del centralismo presidencialista, y de la falta de respeto al verdadero federalismo, los gobiernos municipales y estatales resienten una fuerte marginación económica presupuestal por parte del gobierno central. Los municipios -por ejemplo- reciben apenas entre el 4 % del total de recursos percibidos por la federación.

Nuestro partido ha realizado severas críticas al respecto, sin embargo, contradictoriamente a sus principios, el PRD reparte sus propios recursos con casi el mismo centralismo que critica en el gobierno. En efecto, de los importantes recursos que recibe actualmente nuestro partido, la dirección nacional destina -en el papel- el 30% de sus recursos de prerrogativas federales a los organismos estatales y municipales, en otras palabras, la dirección nacional perredista deja para su gasto propio el 70% de los recursos procedentes de las prerrogativas legales recibidas de la federación.

Para el desarrollo de los organismos municipales y estatales, el II Congreso del PRD-Morelos aprobó la siguiente:

Texto actual:

Artículo 134.

Propuesta de reforma:

Texto actual:

Artículo 106

Propuesta de adición

Ajusco, Tlalpan D.F., a 27 de febrero de 1998. Como miembro del Comité de Base Cesar Vallejo, como fundador del PRD, como fundador del Frente Democrático Nacional, como miembro que fui de la Corriente Democrática a la que convocaron Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y otros ilustres mexicanos; como militante de toda la vida en las luchas democráticas de mi país, quiero denunciar ante los que siguen luchando por la democratización de México que el Congreso del PRD que está por celebrarse este próximo mes de marzo es una gran mascarada.

Todo el proceso de elección de los delegados al congreso ha estado viciado de origen y ha sido manipulado por los grupos de interés del Partido. Los militantes no hemos sido ni informados ni convocados a participar en el proceso de selección de delegados al Congreso. Y la actual NOMENKLATURA ha anunciado ya su determinación para permanecer en los cargos que detenta sin dar acceso a nuevos compañeros que representen las corrientes surgidas desde la base y que llevan las inconformidades e inquietudes de la sociedad civil al interior del partido.

Que quede constancia de un proceso absolutamente manipulado y antidemocrático en el Partido que se dice ser el abanderado de los cambios y el interés popular.

Mario Rechy Montiel
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Delegación Tlalpan
México D.F.

Tel. 644 30 97
Fax 631 89 60
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