La desaparición forzada se basa en un secuestro llevado a cabo por agentes del Estado o grupos organizados de particulares que actúan con su apoyo o tolerancia y donde la víctima "desaparece". Las autoridades no aceptan ninguna responsabilidad del hecho, ni dan cuenta de la víctima. Los recursos de Habeas Corpus o Amparo -mecanismos jurídicos destinados a garantizar la libertad e integridad del ciudadano- son inoperantes y en todo momento los perpetradores procuran mantener el anonimato.

El objetivo es, además de la captura de la víctima y su consiguiente "tratamiento" sin freno de ningún tipo, el crear, desde el anonimato y la subsiguiente impunidad, un estado de incertidumbre, porque no se sabe que hacer, a quien recurrir, porque se duda sobre el real destino y /o los beneficios de la búsqueda. Terror, por el destino desconocido pero obviamente terrible y por la convicción de que toda persona y por cualquier motivo puede ser desaparecida.

En la desaparición forzada se acumulan una serie de violaciones de los derechos fundamentales de las personas: derecho a la libertad, derecho a la vida, derecho a la seguridad de la persona, derecho a ser reconocida en todas partes como una persona ante la ley, el derecho a la defensa, el derecho a no ser sometido a la tortura, y constituye una grave amenaza de muerte.

La desaparición forzada paraliza tanto la acción opositora de la víctima como a la sociedad entera. El desaparecido no es pues, un simple preso político; tampoco es -como quienes la practican quisieran hacer que se considere- un muerto, por mas que se hayan encontrado, muchas veces, sus cadáveres.

Los familiares de los desaparecidos, inician la búsqueda y denuncias conformando Asociaciones de Familiares. La toma de conciencia ante esta forma de represión traspasa las fronteras, impulsando un movimiento de familiares en varios países de Latinoamérica y el Caribe. En América Latina existen mas de 100 mil Detenidos-Desaparecidos, entre los que se encuentran campesinos, obreros, estudiantes, sindicalistas y militantes de organizaciones políticas y sociales, que lucharon por el derecho a la vida, a la libertad y a mejores condiciones sociales; fueron secuestrados de sus hogares por elementos policiacos y militares o detenidos en retenes y diversos lugares. Las autoridades no aceptan su responsabilidad en estos hechos, negándose a presentar con vida al detenido.

En este contexto se funda La Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM). En 1981 en la Ciudad de San José Costa Rica, por resolución del Primer Congreso Latinoamericano de Familiares de Desaparecidos e Institucionalizada por el II Congreso, realizado en Caracas Venezuela, en noviembre del mismo año. El 22 de mayo de 1985 le fue otorgado el Status de Organismo Consultivo en Categoría II ante El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

La Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecios, es una organización no gubernamental integrada por las Asociaciones de Familiares de países de América Latina y el Caribe en los que se practico o se practica la desaparición forzada de personas. FEDEFAM es una organización humanitaria, independiente de toda doctrina o institución política o religiosa.

-Rescatar con vida a las víctimas de la desaparición forzada de los lugares de reclusión clandestina donde son mantenidos y obtener la devolución de niños de padres sometidos a desaparición forzada a sus familias de origen y legítimos hogares.

-La investigación de cada caso de desaparición forzada y el juicio y el castigo de los responsables de estos crímenes.

-La promoción de normas jurídicas nacionales e internacionales que -tipificando a la desaparición forzada como un crimen contra la humanidad- constituyan medidas de justicia y prevención de este delito.

Con el fin de lograr los objetivos descritos, la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos FEDEFAM, instituyo la ultima semana del mes de mayo, para desarrollar diversas actividades de difusión y denuncia, exigiendo a los gobiernos latinoamericanos, la presentación con vida de mas de 100 mil ciudadanos detenidos-desaparecidos en el continente, así como la erradicación de la practica de la desaparición forzada, crimen de Lesa Humanidad, condenado por todos los pueblos del mundo.

En nombre de la paz, en nombre de la vida, en nombre de la justicia, en nombre de la libertad. Con fundamento en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ante la conciencia generosa del mundo.

Ante el concierto de los pueblos y naciones: Demandamos, Exigimos, Reclamamos. La aparición con vida de mas de 100 mil detenidos-desaparecidos en América Latina

Son obreros sencillos, campesinos fértiles, jóvenes estudiantes, maestros rurales, colonos pobres, amas de casa, indígenas, profesionista, escritores, pintores, músicos. Perdimos sus huellas de construir futuros: en las rejas de los tiempos difíciles, en las armas al servicio de los opresores, en la guerra sucia de los dictadores.

Pretendemos rescatarlos de las cárceles secretas, de los sótanos, de las torturas, traerlos a casa, curar sus heridas, escuchar su testimonio, invitarlos a caminar las calles, acompañarlos al trabajo, compartir libros, cartas consignas, abrazos, apretones de manos.

Pretendemos crear los tribunales populares para llevar a juicio y castigo a todos los culpables de secuestro y desaparición forzada. Juicio y castigo a los torturadores. Juicio y castigo a los criminales de guerra. Juicio y castigo a los que atentan contra el amor y la esperanza. Juicio y castigo por delitos de Lesa Humanidad

Marchemos juntos para cumplir la alta responsabilidad de luchar por la vida y la libertad. Por la vida y la libertad, ni desaparecidos ni impunidad.

Los perseguidos, encarcelados, torturados asesinados y desaparecidos, no están solos, los pueblos solidarios, hasta encontrarlos en su busca, caminan.

Están en la sonrisa del niño, en la mirada cariñosa de la madre, en su caricia. Aquí, ahí, en el presente, en el futuro, en el pasado, en nuestro sueño, seguimos sus pasos, sus huellas, su lucha, no los olvidamos hermanos.

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