La pérdida de Texas fue el resultado de un proceso político, social y
económico que se desarrolla en las primeras dos décadas de existencia
del México Independiente (1821-1836), la coyuntura que permitió la
mutilación del territorio nacional se presenta en tres escenarios
condicionantes que evolucionan de manera simultánea: el expansionismo
imperialista de las prósperas colonias que habían conformado los Estados
Unidos de Norteamérica; la consolidación de un grupo importante de
colonos angloamericanos con aspiraciones esclavistas, manejados a su vez
por una elite de “empresarios” especuladores de la tierra; la
existencia de un gobierno mexicano agobiado por los problemas económicos,
la incompetencia administrativa y la pugna entre facciones federalistas y
centralistas, liberales y conservadores.
Durante la primer década de vida de la República
Mexicana se establece una cierta vida parlamentaria, tanto en el ámbito
federal como en el de los diferentes Estados de la unión mexicana. El
federalismos se enfrentaba al centralismo como modelos contrapuestos en la
conformación de la república. Los debates en el Congreso revelan en
cierta medida que los legisladores trataban el asunto de Texas de manera insuficiente, no obstante de su esfuerzo por regular la colonización de los territorios del norte.
Siguiendo
su plan separatista, Esteban Austin envió un memorando al Ministro de
Estado y Relaciones, Carlos García. En el documento se dan las bases para
que Texas sea admitido como un Estado más de la Federación Mexicana. La
primera parte de la misiva consta de seis puntos. La segunda parte contiene igualmente
seis puntos, incluyendo una estadística sobre la población Texana que da
un total de 46,500 habitantes. Se enumeran productos que se cultivan en
Texas y se dan cifras de los molinos y maquinaria que hay en las
diferentes municipalidades, todo esto con el objeto de ilustrar el
desarrollo económico de la provincia. La presente edición contiene una
introducción que ubica al lector en el contexto en que se presenta el
proyecto de Constitución de Texas; un documento sobre la colonización de
Texas; la Carta que dirige Esteban Austin al Ministro de Relaciones Carlos
García; y el texto original del Proyecto de Constitución de Texas que
presentó el mismo Austin el 13 de abril de 1833.
Abolir la esclavitud había sido unos de los principios fundamentales de la lucha por la independencia de México, Don Miguel Hidalgo y José María Morelos, entre otros, dejaron constancia de ello. En el Artículo 15 de los Sentimientos de la Nación de 1813, Morelos define con claridad su posición antiesclavista:
15o Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
Los colonizadores norteamericanos en Texas se movían por intereses más concretos, los "empresarios" querían una mayor libertad que les permitiera ampliar el magnífico negocio de la venta de tierras en el territorio tejano, y sin escrúpulos humanistas, enriquecerse a través del desarrollo de las fincas y plantaciones esclavistas. El documento original da elementos de importancia capital en el apasionante debate académico sobre las verdaderas motivaciones de la separación de Texas, en este sentido y a manera de ejemplo se transcribe el Artículo 23 del proyecto de Constitución redactado por Austin y su grupo separatista, en donde se refleja fielmente su posición esclavista:
23o. Todas las personas residentes en Tejas al formarse esta Constitución a escepcion (sic) de los esclavos y demas personas no sugetas (sic) al pago de impuestos en virtud de las leyes dadas por esta Constitución serán reputados por ciudadanos con derecho á los privilegios correspondientes a los individuos que emigraron al país bajo la Ley de Colonización de 1825 y serán reconocidos como tales y admitidos á los derechos y privilegios de emigrados.